En cualquier totalitarismo encontraremos represión ideológica y múltiples formas de limitar los derechos civiles de los ciudadanos. Sin embargo, en su origen, siempre existen dos elementos comunes: una crisis social que termina coincidiendo con una crisis económica y un liderazgo carismático que suplanta la voluntad popular hasta terminar identificándola con sus propios intereses.
Para triunfar, el totalitarismo necesita desprestigiar cualquier forma de representación, ya sea ésta política o social; así se adquiere el monopolio de la voluntad popular como paso previo a la imposición de una única forma de pensamiento.
Jorge Urosa
Félix Velasco - Blog
No hay comentarios:
Publicar un comentario