jueves, 29 de diciembre de 2011

¿Sabías que...?


- El 16% de las mujeres nacen rubias, y 33% de las mujeres son rubias.
- El sol libera mas energía en un segundo que toda la energía consumida por la Humanidad desde su inicio.
- Napoleón Bonaparte calculo que las piedras utilizadas en la construcción de las pirámides de Egipto, serían suficientes para construir un enorme muro alrededor de Francia.
- La letra “J”, es la única letra que no aparece en la tabla periódica.
- Una persona parpadea aproximadamente 25 mil veces por semana.
- Los CDs fueron diseñados para recibir 72 minutos de música porque esa es la de la Novena Sinfonía de Beethoven.
- El cigarro es la mayor fuente de investigaciones y estadísticas que se realizaron en la última década.
- El nombre HAL, de la computadora de la película “2001, una Odisea en el Espacio” no fue escogido por casualidad. Esta formado por las letras inmediatamente anteriores a las que forman la palabra IBM.
- El horno de micro-ondas surgió cuando un investigador estudiaba las micro-ondas y noto que éstas habían derretido el chocolate que tenía en la bolsa.
- Antes de la Segunda Guerra Mundial, en el directorio telefónico de New York había 22 Hitlers. Para el final de la guerra no había ninguno.
- La hija de Shakespeare era analfabeta.
- Antes del 1800, los zapatos para el pie izquierdo y derecho eran iguales.
- Einstein nunca fue un buen alumno, y ni siquiera hablaba bien a los 9 años, sus padres creían que era retrasado mental.
- El océano Atlántico es más salado que el Pacífico.
- El elefante es el único animal con 4 rodillas.
- Cada año, el 98% de los átomos del cuerpo humano son sustituidos.
- Las ovejas no beben agua en movimiento.
- El cabello crece mas rápido durante la noche, y perdemos en promedio 100 pelos por día.
- Las hormigas no duermen.
- Los ratones no vomitan.
- Las caricaturas del Pato Donald fueron vetadas en Finlandia porque éste no usaba pantalón.
- Un estornudo puede llegar a una velocidad de 965 Km/h. aproximadamente.
- Solo existen tres animales con lengua azul: el perro Chow Chow, el lagarto lengua-azul y el oso negro.
- 100 tazas de café tomadas en un lapso de cuatro horas, técnicamente pueden causar la muerte.
- En la ciudad de Los Ángeles hay más automóviles que gente.
- Cuando Bugs Bunny apareció por primera vez en 1935, este se llamaba Happy Rabbit.
- La primera película en tener una segunda parte fue King Kong, de 1933. La secuela se llamaba El hijo de Kong y salió en el mismo año.
- Se puede descubrir el sexo de una tortuga, sólo por el sonido que hace: El macho gruñe, la hembra sisea.
- El nombre más común del mundo es Mohammed.
- Napoleón Bonaparte nació solo con 26 dientes.
- El número de placa de Harry El Sucio es 2211.
- La ciudad de Estambul es la única en el mundo cuyo territorio se encuentra en dos continentes distintos a la vez: Europa y Asia.
- La velocidad de escape de la gravedad de la tierra es de 11.7 Km/seg..
- Los gatos y los perros, al igual que los humanos, pueden ser zurdos o diestros.
derechos.
- Los meses que empiezan en lunes siempre tendrán un Viernes 13.
- En Fantasía la película de Disney, el hechicero se llama Yensid. O sea Disney deletreado al revés.
- La botella de Coca Cola era originalmente verde.
- Es posible hacer que una vaca suba escaleras pero no que las baje..
- El alfabeto hawaiano tiene 12 letras.
- American Airlines se ahorro $40,000 en 1987 eliminando una aceituna de cada ensalada que sirvió.
- La ciudad con mas Rolls Royce per capita es Hong Kong.
- Islandia consume mas Coca Cola per capita que ningún otro país en el mundo.
- La primera novela que se escribió en una maquina de escribir: “Tom Sawyer”.
- El graznido de un pato (cuac, cuac) no hace eco y nadie sabe porque.
- Los tranvías de San Francisco son el único monumento nacional móvil de USA.
- Cada rey de las cartas representa a un gran rey de la historia. Picas: Rey David, Tréboles: Alejandro Magno. Corazones: Carlomagno, Diamantes: Julio Cesar.
- 111.111,111 x 111.111,111 = 12.345.678.987,654321
-  El ojo del avestruz es mas grande que su cerebro.
- Según la ley, las carreteras interestatales en Estados Unidos requieren que una milla de cada cinco sea recta. Estas secciones son útiles como pistas de aterrizaje en casos de emergencia y de guerra.
- El Pentágono tiene el doble de baños de los necesarios. Cuando se construyo, la ley requería de un baño para negros y otro para blancos.
- El nombre Wendy se inventó en el libro “Peter Pan”, antes no existía.
- Es imposible estornudar con los ojos abiertos.
- En el antiguo Egipto, los sacerdotes se arrancaban cada cabello y vello de su cuerpo, incluyendo cejas y pestañas.
- Un cocodrilo no puede sacar la lengua.
Félix Velasco - Blog

domingo, 25 de diciembre de 2011

Texto íntegro del discurso de Navidad del rey - 2011

Buenas noches. En Nochebuena, como cada año, me dirijo a todos vosotros para transmitiros mis mejores deseos de paz y felicidad.
Al término de este año difícil y complicado para todos, quiero hablaros con sinceridad y realismo, sin rehuir los problemas que nos aquejan como sociedad.
Quiero hacerlo con la confianza y el optimismo que me inspiran las virtudes del pueblo español, al que quiero con todo mi corazón y al que a lo largo de estos treinta y seis años de reinado he aprendido a conocer a fondo y a admirar con orgullo.
Llevamos varios años sumidos en una severa crisis económica y financiera cuyas causas complejas no son siempre fáciles de entender, pero cuyos efectos negativos son para todos evidentes. Para muchos, tristemente demasiado evidentes por su dureza.
Es una crisis que está llamada seguramente a modificar hábitos y comportamientos económicos y sociales.
Si España ha alcanzado en los últimos decenios las más altas cotas de progreso y bienestar de su historia, ahora hemos de saber reconocer con humildad cuáles han sido los comportamientos en los que, como individuos y como grupo, hayamos podido equivocarnos.
Sólo a partir de este reconocimiento, y con los mejores valores de nuestra sociedad por delante, podremos comenzar a superar esta crisis.
Será necesario para ello un planteamiento global, un enfoque de conjunto cuyas líneas maestras y medidas concretas corresponde diseñar, desarrollar y aplicar a los responsables políticos y a los agentes económicos y sociales.
En este ámbito a mí me corresponde, como Jefe del Estado, animar a esas instancias a trabajar sumando voluntades, no restándolas; acercando posiciones, no distanciándolas; buscando avenencias, no rechazándolas. Animarles a trabajar con diálogo y altura de miras, con rigor y convicción.
Sé, sabemos todos, que el camino de la recuperación no será corto ni tampoco fácil, que exigirá sacrificios.
Por eso resulta tan importante que la sociedad en su conjunto asuma la trascendencia del momento y sepa responder a los desafíos de una situación tan difícil como la que vivimos con el necesario realismo, pero también con mucha generosidad, con mucha solidaridad hacia quienes por sus circunstancias económicas o familiares son más vulnerables.
Vivimos una crisis de naturaleza global que ha puesto de manifiesto la dificultad de que cada país pueda afrontarla aisladamente. Las soluciones exigen establecer de forma coordinada medidas efectivas.
En ese empeño se encuentra la Unión Europea y en él Europa encontrará a España en la vanguardia, como actor destacado que desea seguir jugando un papel relevante. La vocación europeísta de España se hunde en las raíces de la historia de nuestro continente, y nuestro compromiso es tan fuerte e intenso con su futuro como lo es hoy con su presente.
Una vocación europeísta que gana valor y peso con la solidez de los lazos que nos unen con las naciones iberoamericanas y con nuestros vecinos de la orilla sur del Mediterráneo.
La crisis es internacional pero también tiene perfiles nacionales propios. El más doloroso de todos es, desde luego, la elevada tasa de desempleo que sufrimos, moralmente inasumible para un país vertebrado, moderno y solidario como el nuestro.
Es cierto que, en una coyuntura como la que vivimos, los temas que requieren una solución prioritaria se agolpan ante nuestra puerta, pero si tuviéramos que destacar la máxima prioridad creo que ninguno dudaríamos en señalar la lucha contra el desempleo como objetivo último y cierto.
Ciudadanos, instituciones y administraciones públicas debemos volcar nuestros mejores esfuerzos y energías en apoyo de los desempleados y de sus familias.
Con una cifra de parados inaceptable, y que lo es todavía más entre los jóvenes que buscan su primer empleo, quiero rendir un hondo homenaje de agradecimiento y admiración a las familias, cuya generosidad y entrega está siendo clave para que nuestro país mantenga los actuales niveles de estabilidad social.
Todas las medidas que se adopten deben tener como objetivo final la recuperación del empleo, pues esta es la principal palanca que puede dar a cada individuo un horizonte de dignidad y estabilidad, y al conjunto de la sociedad una expectativa de prosperidad.
Estabilidad y prosperidad, en el marco de nuestra Constitución, es lo que esta gran nación española ha sabido construir en paz y libertad a lo largo de las últimas décadas, junto con un Estado de Bienestar necesario para mantener la indispensable cohesión social que la justicia distributiva reclama.
Estos son también nuestros desafíos de hoy. Las herramientas para enfrentarlos con éxito son los valores que han hecho siempre grandes a los pueblos: educación, trabajo, esfuerzo, iniciativa, compromiso, solidaridad, entre otros.
Son los que necesitamos potenciar, tanto colectiva como individualmente, más que nunca en la coyuntura actual.
Junto a la crisis económica, me preocupa también enormemente la desconfianza que parece estar extendiéndose en algunos sectores de la opinión pública respecto a la credibilidad y prestigio de algunas de nuestras instituciones. Necesitamos rigor, seriedad y ejemplaridad en todos los sentidos. Todos, sobre todo las personas con responsabilidades públicas, tenemos el deber de observar un comportamiento adecuado, un comportamiento ejemplar.
Cuando se producen conductas irregulares que no se ajustan a la legalidad o a la ética, es natural que la sociedad reaccione. Afortunadamente vivimos en un Estado de Derecho, y cualquier actuación censurable deberá ser juzgada y sancionada con arreglo a la ley. La justicia es igual para todos.
No debemos, sin embargo, generalizar los comportamientos individuales, so pena de cometer una gran injusticia con la inmensa mayoría de servidores públicos, y también de empresarios o trabajadores del sector privado, que desarrollan su labor de forma ejemplar y honesta.
De lo contrario, se podría causar un grave daño a instituciones y organizaciones que son necesarias para la vertebración de nuestra sociedad.
La unidad de las fuerzas democráticas y la firmeza de los españoles en la defensa de nuestro Estado de Derecho frente al terrorismo, han demostrado que los proyectos totalitarios no tienen cabida en la España democrática.
Frente a la intolerable pretensión de los terroristas de tratar de conseguir objetivos políticos mediante el uso de la violencia, la amenaza, la intimidación o la extorsión, la sociedad vasca y el conjunto de la sociedad española han defendido su libertad y sus instituciones desde la legalidad, con el sacrificio y la eficacia de las Fuerzas de Seguridad, la permanente y decidida acción de la justicia y la generosa cooperación internacional.
Ahora es ya tiempo de que los terroristas entreguen sus armas asesinas y desaparezcan para siempre de nuestras vidas.
Esta noche es un momento especial para dedicar un recuerdo emocionado a quienes más han sufrido esta tremenda injusticia, las víctimas del terrorismo.
Nuestra sociedad tiene contraída una permanente deuda de gratitud con el sacrificio y el dolor de todas las personas que perdieron la vida, quedaron mutiladas, fueron extorsionadas o se vieron obligadas a abandonar su tierra. Al evocar su memoria, queremos poner de manifiesto su dignidad y compartir su sufrimiento y el de sus familias, que siempre contarán con nuestro apoyo, solidaridad y afecto.
Este es nuestro firme compromiso, para recordar que su sacrificio no ha sido en vano.
Es el compromiso de una sociedad libre que no se deja amedrentar, que exige justicia y reparación para quienes fueron víctimas de la violencia por no querer someterse a la dictadura del terror.
Hace cinco semanas los españoles, como dueños de su destino y en el ejercicio de sus derechos soberanos, han elegido a sus representantes a nivel nacional en unas elecciones generales que han dado como resultado la alternancia política.
En este nuevo escenario que se abre, la Corona, en tanto que símbolo de la unidad y permanencia del Estado, seguirá haciendo todos los esfuerzos necesarios en favor de una convivencia integradora.
Los actuales son tiempos de gran exigencia. Nos esperan muchas dificultades pero también nos respaldan sólidos valores que nos hacen sentirnos orgullosos de ser españoles, y un pasado reciente de superación que nos sirve de estímulo.
Como os dije la Navidad pasada, “no hemos llegado hasta aquí para dejarnos vencer por las dificultades, para renunciar a nuestras ambiciones de construir un país cada vez mejor”.
Hemos demostrado con creces que, cuando estamos unidos y seguros de lo que queremos, sabemos dar respuesta a los retos más complejos. Los que tenemos ante nosotros lo son, pero no tengo duda de que los españoles sabremos estar a la altura de los tiempos y para ello siempre contaréis con el mayor y mejor hacer de la Corona.
Son muchos los mensajes que quisiera hacer llegar a todos y a cada uno de los sectores y colectividades que integran nuestra sociedad. Sabed que todos estáis en mi corazón y en mi pensamiento.
En esta noche, quiero dar las gracias especialmente a tantos españoles que en los últimos meses se han interesado por mi salud, felizmente recuperada.
En este tiempo, he podido apreciar, aún más si cabe, el rigor y el acierto con que mi hijo, el Príncipe de Asturias, me acompaña como Heredero de la Corona en el servicio a los españoles y a España, a su democracia, a su Estado de Derecho, a sus libertades, a su unidad y su diversidad, y a la defensa de sus intereses en todo el mundo.
Os reitero mis mejores deseos en esta Navidad y para el año que pronto comienza.
Estemos unidos. España lo merece y lo necesita. Buenas noches.
Juan Carlos I, Rey de España
Félix Velasco - Blog

sábado, 24 de diciembre de 2011

Villancico - Noche de Paz


Noche de paz, noche de amor (Stille Nacht, heilige Nacht) es un conocido villancico compuesto originalmente en alemán por el sacerdote austríaco Joseph Mohr y el músico Franz Xaver Gruber. Fue interpretado por primera vez el 24 de diciembre de 1818 en la iglesia de San Nicolás (Nikolaus-Kirche) de Oberndorf, Austria.  En esa primera ocasión, la canción se escuchó acompañada sólo por la guitarra.
El sacerdote Joseph Mohr había descubierto que el organo de la iglesia estába bastante dañado. Ningún mecánico especializado en reparar organos podría llegar a la iglesia antes de la Navidad así es que se encontraba en un dilema. Una Navidad sin música sería inconcevible.
En la misa del gallo de ese 24 de diciembre, Joseph Mohr, cura con voz de tenor y que tocaba la guitarra, y Gruber, que poseía una bella voz de bajo, interpretaron por vez primera en alemán “Noche de Paz”, se les unía el coro en una harmonia de cuatro partes. El hecho era totalmente inhabitual en la época, cuando los textos religiosos se redactaban todavía en latín. Pero Mohr consideraba que una letra simple y comprensiva era lo más adecuado para sus feligreses.
El villancico ha sido traducido a más de 350 idiomas en todo el mundo y que es el más popular de todos los tiempos.
Aunque el villancico fue escrito por católicos, ha tenido también un especial significado para la Iglesia Luterana. En 1831, un coro que se dedicaba a cantar aires populares tiroleses incorporó el villancico del padre Mohr a su repertorio durante una gira por Prusia. De allí, la canción viajó a Nueva York, donde fue interpretada por un coro tirolés en 1839 pero donde sus autores y su origen permanecieron desconocidos.
Mohr murió en la pobreza, de neumonía, en 1848 a la edad de 55 años. Nunca supo que su canción se espacía por todo el mundo. Por otra parte, Gruber se enteró por primera vez del éxito del villancico en 1854 cuando el concertino para el rey Frederic William IV de Prussia comenzó una búsqueda de los autores.
Fue cantado simultáneamente en inglés y en alemán durante la Tregua de Navidad de 1914 al ser el único villancico conocido por los soldados de ambos frentes, durante la I Guerra Mundial.
Son particularmente célebre en versiones de Enya, Stevie Nicks, Bing Crosby y Mahalia Jackson, así como en las instrumentales de Mannheim Steamroller. Existen también versiones muy apreciadas de corales en todo el mundo, entre los cuales el célebre coro de los Niños Cantores de Viena.
Letra original en alemán - 1860 (Autograph VII) por Franz Gruber
Stille Nacht! Heilige Nacht!
Alles schläft; einsam wacht
Nur das traute heilige Paar.
Holder Knab im lockigten Haar,
Schlafe in himmlischer Ruh!
Schlafe in himmlischer Ruh!
Stille Nacht! Heilige Nacht!
Gottes Sohn! O wie lacht
Lieb´ aus deinem göttlichen Mund,
Da schlägt uns die rettende Stund,
Jesus in deiner Geburt!
Jesus in deiner Geburt!
Stille Nacht! Heilige Nacht!
Die der Welt Heil gebracht,
Aus des Himmels goldenen Höhn
Uns der Gnaden Fülle läßt seh´n
Jesum in Menschengestalt,
Jesum in Menschengestalt
Stille Nacht! Heilige Nacht!
Wo sich heut alle Macht
Väterlicher Liebe ergoß
Und als Bruder huldvoll umschloß
Jesus die Völker der Welt,
Jesus die Völker der Welt.
Stille Nacht! Heilige Nacht!
Lange schon uns bedacht,
Als der Herr vom Grimme befreit,
In der Väter urgrauer Zeit
Aller Welt Schonung verhieß,
Aller Welt Schonung verhieß.
Stille Nacht! Heilige Nacht!
Hirten erst kundgemacht
Durch den Engel Alleluja.
Tönt es laut bei Ferne und Nah:
Jesus, der Retter ist da!
Jesus, der Retter ist da!
Letra en español - La primera traducción fue registrada por Federico Fliedner en el año 1871. Hay una segunda traducción por Federico José Pagura.
Noche de paz, noche de amor,
Todo duerme en derredor.
entre sus astros que esparcen su luz
bella anunciando al niñito Jesús
Brilla la estrella de paz
Brilla la estrella de paz.
Noche de paz, noche de amor
Todo duerme en derredor
Sólo velan en la oscuridad
Los pastores que en el campo están;
Y la estrella de Belén
Y la estrella de Belén
Noche de paz, noche de amor;
Todo duerme en derredor;
sobre el Santo Niñito Jesús
Una estrella esparce su luz,
Brilla sobre el Rey,
Brilla sobre el Rey.
Noche de paz, noche de amor
Todo duerme en derrededor
Fieles velando allí en Belén
Los pastores, la Madre también
Y la estrella de paz,
y la estrella de paz.
Félix Velasco

miércoles, 21 de diciembre de 2011

¡Feliz Navidad!

Félix Velasco - Blog

sábado, 17 de diciembre de 2011

Moral con buitres

Tiene gracia que cada vez que los norteamericanos participan en una guerra se denuncie que lo hacen movidos por intereses económicos. ¿Se sabe de alguna guerra cuyo trasfondo no sea de esa índole? Resulta muy ingenua la idea de que la guerra pueda tener una motivación humanitaria o un generoso carácter benéfico, como si la violencia pudiese ser asimilable moralmente a un sacramento. No seamos ingenuos. Para que las contiendas sean cordiales e incruentas, con flores y aplausos, las guerras le dejan de vez en cuando su lugar al deporte. Es cierto que la violencia resulta inmoral y que desde ese punto de vista es deleznable, pero si uno echa la vista atrás y hace balance de las guerras, se da cuenta de que fueron a su manera una fuente de riqueza. Cifras en mano, incluso hay quien sostiene que pensando en una peligrosa superpoblación del mundo, una conflagración mundial sería la mejor manera de conseguir un reajuste demográfico. Es inmoral pensar así, pero muchos economistas ajenos al pudor no tienen inconveniente en reconocer que los equilibrios que no se consiguen con la diplomacia o con la ciencia, es indudable que se logran con la artillería. Por otra parte, ¿dónde está escrito que la destrucción no es un buen negocio? ¿Tendrán razón quienes sostienen que Europa salió fortalecida al renacer sobre sus ruinas al final de la II Guerra Mundial y aquellos otros que aseguran que es del barbecho del dolor y de la miseria de donde surgen luego las reflexiones más sinceras, los espíritus más emprendedores y las ideas más fértiles? Aunque cueste admitirlo, los ciclos biológicos se superponen a veces con los ciclos morales. Por eso el dolor de que las aves de rapiña devoren los cadáveres de los hambrientos se compensa en el momento en el que el resto de los parias sobreviven gracias a meterles el diente a los buitres recién cebados.
José Luis Alvite
Félix Velasco - Blog

jueves, 15 de diciembre de 2011

Los huevos - Fábula

Mas allá de las Islas Filipinas
hay una que ni sé cómo se llama,
ni me importa saberlo, donde es fama
que jamás hubo casta de gallinas,
hasta que allá un viajero
llevó por accidente un gallinero.

Al fin tal fue la cría, que ya el plato
mas común y barato
era de huevos frescos; pero todos
los pasaban por agua (que el viajante
no enseñó a componerlos de otros modos.)

luego de aquella tierra un habitante
introdujo el comerlos estrellados.
¡O qué elogios se oyeron a porfía
de su rara y fecunda fantasía!
Otro discurre hacerlos escalfados...

¡Pensamiento feliz!... Otro, rellenos...
¡Ahora sí que están los huevos buenos!
Uno después inventa la tortilla;
y todos claman ya ¡qué maravilla!

No bien se pasó un año,
cuando otro dijo: sois unos petates;
yo los haré revueltos con tomates:
y aquel guiso de huevos tan extraño,
con que toda la Isla se alborota,
hubiera estado largo tiempo en uso,
a no ser porque luego los compuso
un famoso extranjero a la hugonota.

Esto hicieron diversos Cocineros;
pero ¡qué condimentos delicados
no añadieron después los Reposteros!
Moles, dobles, hilados,
en caramelo, en leche,
en sorbete, en compota, en escabeche.

Al cabo todos eran inventores,
y los últimos huevos los mejores.
Mas un prudente Anciano
les dijo un día: Presumís en vano
de esas composiciones peregrinas.
¡Gracias al que nos trajo las gallinas!

¿Tantos autores nuevos
no se pudieran ir a guisar huevos
mas allá de las Islas Filipinas?
Tomás de Iriarte
Félix Velasco - Blog

domingo, 11 de diciembre de 2011

Libro electrónico

Nunca dejará de sorprenderme la actitud suicida adoptada por las editoriales ante el libro electrónico. En otros sectores de la industria cultural, la plaga del pirateo digital se encontró con el terreno allanado: música y cine llevaban ya mucho tiempo comercializándose en formatos digitales –CD, DVD, etcétera– que favorecían su duplicación; y quien pirateaba una película o un disco obtenía una copia en calidad óptima, que además podía distribuirse en el mismo soporte que la propia industria había elegido previamente para su negocio. Quien deseaba piratear un libro, en cambio, tenía previamente que escanearlo: la copia resultante de ese escaneo distaba de ser óptima; y, además, para leer esa copia menesterosa debía utilizar un artilugio electrónico que en nada se asemejaba a un libro. En la expansión de la piratería, como en el comercio de réplicas e imitaciones, interviene muy poderosamente el factor psicológico: quien compra un bolso o un reloj falsos que imitan un bolso o un reloj `de marca´ lo hace porque tales falsificaciones reproducen minuciosamente su diseño y aspecto exterior. Nadie compraría un bolso o un reloj con un evidente aspecto cutre o de baratillo, por el mero hecho de que tal bolso o reloj ostenten el logotipo de tal o cual marca de moda; pues quien adquiere un bolso o reloj de imitación desea, ante todo, que esa réplica pase por auténtica. Este es el mecanismo psicológico sobre el que se asienta toda forma de piratería: la réplica tiene que `dar el pego´; de lo contrario, lejos de mitigar el `complejo´ de quien la adquiere, contribuye a agravarlo. 
Este mecanismo psicológico, tan evidente en el comercio de réplicas e imitaciones, también explica el éxito de la piratería cultural: si películas y discos empezaron a ser pirateados a mansalva era porque previamente existían los soportes digitales que permitían disfrutar de tales películas y discos en igualdad de condiciones con quienes los adquirían en una tienda. Este mecanismo psicológico no funcionaba en el pirateo del libro, pues un libro pirateado no podía `volcarse´ sobre papel impreso y encuadernado; y por esta razón el comercio de e-books no funcionó durante años o décadas: pues quienes leían un libro en estos artilugios tenían conciencia de estar leyendo de forma subalterna o sucedánea, frente a quienes lo hacían en papel. Y aunque durante años o décadas los fabricantes de e-books no cejaron en su empeño de impulsar la lectura electrónica, tenían que comerse con patatas sus artilugios: porque la imitación solo adquiere carta de respetabilidad si `da el pego´; y un e-book se parece a un libro lo mismo que una mortadela a un jamón serrano. Nadie podía presumir ante las amistades de poseer una biblioteca de libros electrónicos; y viajar en tren o autobús con un libro electrónico en las manos resultaba casposillo. El mecanismo psicológico sobre el que se funda el negocio de la réplica busca `sociabilizar´ a quien la porta; y el e-book lograba el efecto exactamente contrario: señalaba y, en conclusión, excluía. 
Pero la fascinación tecnológica propia de nuestra época acabó engatusando a la industria editorial, que pensó ingenuamente que, si el uso del libro electrónico se generalizaba –si empezaba a `sociabilizar´ y no a excluir–, podría desarrollar una nueva `vía de negocio´. Y la vanidad característica de los escritores, siempre codiciosos de aumentar su parroquia, acabó de joder la marrana: creyeron ilusamente que el artilugio electrónico `crearía´ nuevos lectores de la nada, y empezaron a demandar a sus editores que, junto a las ediciones en papel de sus libros, lanzaran `ediciones electrónicas´ de los mismos, que en su particular cuento de la lechera duplicarían el número de sus seguidores. El resultado es de sobra conocido: las editoriales se lanzaron al `mercado digital´ para expandir su negocio, sin entender que los lectores no se `expanden´ por arte de birlibirloque; sin entender tampoco que el `mercado digital´ es una engañifa completa, pues pagar por algo que se puede obtener gratis y en condiciones óptimas no se le ocurriría ni al que asó la manteca. Y así, una vez `legitimado´ el libro electrónico por la propia industria editorial, los vanidosos escritores han descubierto que sus lectores siguen siendo los mismos, solo que ahora cada vez son más los que no pagan un duro por leerlos; y las editoriales que ponen a la venta sus libros en formato digital descubren que de inmediato son pirateados. 
En el pecado llevan (llevamos) la penitencia. En unos años, todos arruinados y en porreta.
Juan Manuel de Prada
Félix Velasco - Blog

La censura de los cretinos

Dos últimas iniciativas del gobierno saliente y derrotado por las urnas –si es que un gobierno como el de Rodríguez Zapatero puede tener iniciativa alguna– brindan una idea del estado de descomposición y agonía de un régimen que pasa a mejor vida y que deja tras de sí un reguero de idioteces difícilmente igualable por el más contumaz de los estólidos. El Ministerio de Cultura, o lo que queda de él, ha recuperado la vieja calificación de la censura tardofranquista para las películas que se estrenen en España. Según la misma, los estrenos serán evaluados de forma semejante a como se clasificaban en los años en los que tipos como un servidor éramos mozos en permanente efervescencia: ¿se acuerdan de lo de «mayores con reparos» o de lo de «gravemente peligrosa»? Era la manera de advertir que películas como la del célebre \''vecino del quinto\'', sin ir más lejos, podían desordenar nuestra arquitectura moral. En esta ocasión, sin embargo, no causa el desorden la exhibición despreocupada de un pecho femenino, o de un desmesurado y descontrolado apetito sexual, o de una banalización sospechosa de los nobles sentimientos del amor y la fidelidad –que me temo que también–. En esta ocasión, la calificación de Cultura estará guiada por los ejemplos de \''igualdad\'' que muestren los filmes en cuestión. Para Cultura, en pocas palabras, el cine no deberá ser un arma al servicio de la fabulación o el retrato de mundos y submundos reales o inventados; el cine deberá ser un arma al servicio de la educación social y de la reordenación moral de los ciudadanos, y, en función de ello, retratar los escenarios políticamente correctos, con los roles que convengan a la sociedad del futuro, no a la imaginación del guionista, no a la fotografía de sociedades marginales, reales o imaginarias, que cada creador quiera evidenciar. No hace muchas lunas que algunas voces administrativas –no solo españolas, ya que la imbecilidad no es exclusiva ibérica– exigían a los cineastas que evitaran en lo posible a actores fumando en escena o en pantalla: ya que no podían borrar las tomas de Humphrey Bogart metiéndose el humo de sus cigarrillos hasta el culo, lo mejor sería evitar que en el futuro se sostuviera un pitillo entre los dedos. Alguien con dos dedos de frente hubo de recordar que, siguiendo esa misma lógica, tampoco nadie debería morir violentamente en escena o ser tratado de forma humillante, o ser discriminado por su origen o por comer grasas insaturadas sin control. El cine, que se sepa, no es un sistema educativo estatal mediante el cual distribuir la buena nueva de la sociedad correcta: en el cine, si quiere triunfar, casi siempre gana el bueno y no hay cinta que no deje una cierta sensación de arreglo según las normas del bien, con lo que no deberían preocuparse. Si el ministerio y los bobos que lo ocupan quieren una sociedad correcta retratada en función de los criterios de igualdad, mejor debería invertir sus magros fondos en iniciativas de mayor calado. Por ejemplo, en controlar la SGAE y a la partida de mangantes que aflora cada vez que se levanta una alfombra. 
Va a acabar siendo cierto que en España hay más tontos que botellines y que, en función de la nueva religión difundida por profetas y predicadores de tercera, van a conseguir que esta sociedad no sea más justa ni igualitaria, pero sí mucho más aburrida, simple y uniforme. 
El cine internacional está aterrorizado ante la amenaza del Ministerio de Cultura español de clasificar indebidamente sus películas por no mostrar un escenario de equilibrio entre los roles femenino y masculino en sus dramatizaciones de la realidad. Que tiemblen Scorsese, Tarantino, Spielberg (por cierto: ¿qué dice Almodóvar de esto?), Clint Eastwood y compañía: la justicia social del zapaterismo tardío y su larga mano y su larga ceja comprometerán seriamente sus beneficios y afearán socialmente su conducta. 
Valiente pandilla de cretinos. 
Carlos Herrera
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sábado, 10 de diciembre de 2011

vuelve a casa


Félix Velasco - Blog

El calvo de la lotería 1999


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El calvo de la lotería 1998


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El calvo de la lotería 2004


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El calvo de la lotería 2003


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El almendro


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Good-bye, mister Bean

Sumido en la bruma de un bulto sospechoso, Zapatero dice que ha prestado el último servicio a España con el trámite burocrático de merodear por la cumbre europea entre el desprecio y la indiferencia generales, siempre en la última fila de las fotos, silente y con el rictus en modo cara de circunstancias. Si un presidente del Gobierno en funciones es la representación por antonomasia del cadáver político, en Zapatero no hay gran diferencia entre el antes y el después, al menos en lo que a Europa se refiere. Desde la primera cumbre del verano de 2004 hasta la de ayer, la número 43 de las que ha asistido, según el mismo ha subrayado, el papel del presidente por poco ha sido el del viajero en tránsito, sólo que la sala vip eran las estancias oficiales de una Europa cada vez más distante.
Si hubiera dedicado todo el tiempo perdido, del que se quejaba ante Van Rompuy en su despedida, a aprender idiomas habría alcanzado seguro un nivel al menos tan aceptable como el de un camarero marbellí en paro. Pero el presidente ha preferido dejar la representación institucional de España a ras de suelo con tan obstinada reincidencia que ha acabado por desarrollar las habilidades de un «ninja» de la diplomacia: la invisibilidad y el mutismo zen, una forma de minimalismo total por la cual Zapatero ha podido pasar perfectamente desapercibido incluso en el semestre en el que España presidía la Unión Europea o hasta cuando llamó fracasada a la canciller Angela Merkel dos minutos antes de dejar la economía nacional al pairo del control remoto de Berlín. Para mal —y hasta para bien— la cosa tiene un mérito enorme y plantea un desafío difícil de superar incluso en el supuesto de que el señor Rajoy aspirara —Dios no lo permita— a culminar la obra de su inminente antecesor y condujera a España a la ruina irreversible y al vertedero de la insignificancia.
Si nada lo estropea, la sombra de la sublime inconsistencia de Zapatero ha abandonado la forma vagamente líquida para convertirse en vapor de nada. Sólo resta el formalismo institucional de tocar el dos, lo que inevitablemente implicará un emotivo discurso a mayor gloria del talante y en contra del mínimo respeto que se merecen las más de cinco millones de vidas rotas que nos ha costado el capricho. Es un precio muy alto como para sacar pecho, pero si a Zapatero no le importa, al país ya casi ni le duele y mucho menos le sorprende. Después de todo y de abrir la puerta del Congreso a los demiurgos del tiro en la nuca, casi nada de lo que pueda hacer Zapatero de aquí al veintitantos de diciembre será ya determinante, algún que otro despilfarro más sobre la marcha, tal vez una mariscada en Moscú o una inoportuna factura de spa de lujo, el chisporroteo final de un Gobierno que negoció con terroristas, pagó rescates y pinchó una burbuja que le explotó en la cara.
O sea, casi nada. «Good-bye mister Bean». Hasta nunca, Obama pálido.
Tomás Cuesta
Félix Velasco - Blog

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Los dos conejos - Fábula

Por entre unas matas,
seguido de perros,
no diré corría,
volaba un conejo.

De su madriguera
salió un compañero
y le dijo: «Tente,
amigo, ¿qué es esto?»

«¿Qué ha de ser?», responde;
«sin aliento llego...;
dos pícaros galgos
me vienen siguiendo».

«Sí», replica el otro,
«por allí los veo,
pero no son galgos».
«¿Pues qué son?» «Podencos.»

«¿Qué? ¿podencos dices?
Sí, como mi abuelo.
Galgos y muy galgos;
bien vistos los tengo.»

«Son podencos, vaya,
que no entiendes de eso.»
«Son galgos, te digo.»
«Digo que podencos.»

En esta disputa
llegando los perros,
pillan descuidados
a mis dos conejos.

Los que por cuestiones
de poco momento
dejan lo que importa,
llévense este ejemplo.
Tomás de Iriarte
Félix Velasco - Blog

martes, 6 de diciembre de 2011

Soldaditos de plomo

Uno de los grandes problemas de España es la falta de inteligencia. Repito una vez más, y van… la sentencia luminosa de mi añorado maestro Santiago Amón. «En España no cabe un tonto más». Amón provenía del PCE y se sentía de izquierdas. Una de las grandes memeces que imperan en España es creer que la inteligencia es de izquierdas, como ha declarado recientemente un tonto, precisamente de izquierdas. «Los intelectuales son de izquierdas». Lo dicen y se quedan tan panchos. Después surge la relación de los «intelectuales» y llega el pasmo. Permítaseme opinar que los nacionalismos han sido una gran escuela de lerdos. 
Lerdos peligrosos, con poder casi omnímodo, y siempre apoyados por esa extraña izquierda periférica tan alérgica a pronunciar seguidas nuestras tres sílabas fundamentales. España. «El Estado», «este país», el «Estado español», y demás disfraces semánticos. Así que triunfa España en la Copa Davis y lo correcto es celebralo de la siguiente guisa: «Me siento muy satisfecho por la victoria de este país», o «el Estado español jugó muy bien al tenis en Sevilla».
Pero la reunión de aprovechados y bobos más numerosa de los últimos años –superior incluso, a la de los «intelectuales» de la Ceja–, se ubica en los aledaños de la «Memoria Histórica», la obsesiva y carísima tontería de un tonto saliente.
Recuperar huesos. Centenares de miles de euros se han gastado por recuperar los de Federico García Lorca en contra de la decisión de su propia familia, y no lo han conseguido. A todos nos gustaría enterrar en soledad y con respeto los huesos perdidos de nuestros muertos, pero no resulta posible. Monumentos castigados, nombres de calles borrados por la incultura. Ese General Merry de Sevilla, héroe de la Guerra de Cuba, condenado a desaparecer por franquista en beneficio de Pilar Bardem… Tontos. Pero lo más divertido que ha protagonizado la «Memoria Histórica» es el arresto de cinco soldaditos de plomo. Extraordinaria y valiente acción justiciera.
Franco, del que jamás fui admirador ni partidario por numerosas razones, es la obsesión de esta gente. Murió en una cama de la Seguridad Social por él creada, y cuando expiró, sus grandes detractores decidieron actuar. Ya era tarde. He visto a Franco embarcar y desembarcar en San Sebastián en centenares de ocasiones. Del «Azor» al muelle y del muelle al «Azor». Llevaba una escolta que hoy se consideraría ridícula, y desde cualquier terraza de San Sebastián, el disparo era seguro. Además, se vestía siempre igual para no confundir a sus escondidos magnicidas. Chaqueta azul y gorra de plato blanca. Así durante treinta años. Nada. Los valientes de la «Memoria Histórica» estaban reunidos y no se dieron cuenta de lo fácil que era terminar con el problema que tanto les obsesiona.
Ahora, para vengarse de su propia cobardía, tontísimamente por cierto, han arrestado a cinco soldaditos de plomo que representan, tres de a pie y dos a caballo, a soldados de la Guardia Mora de Franco. Se encontraban en el Museo del Traje de Madrid. Miden siete centímetros de alto los de a pie y catorce los de a caballo. Son «peligrosos». Según los de la «Memoria Histórica» su presencia en el Museo es una exaltación del franquismo. Los niños que visiten el Museo del Traje pueden ser influídos y perjudicados. Así que arresto y calabozo para los cinco soldados de plomo. Creo que para dejar de ser tontos hay que empezar por no hacer más tonterías.
Alfonso Ussía
Félix Velasco - Blog

lunes, 28 de noviembre de 2011

Concierto divertido - Andre Rieu Medley



Curioso, simpático y alegre vídeo de un concierto coral de la Orquesta Sinfónica de Maastrich (Holanda) conducido por el director, compositor y violinista alemán André Rieu. Interpretando una serie de melódicas piezas musicales de origen italiano.

Félix Velasco - Blog

domingo, 27 de noviembre de 2011

Kit de senador

Acabamos de elegir, muy democráticamente, eso sí, algo que si Rajoy lo suprimiera de un plumazo en cuantito llegara a la Moncloa faltaban en España palomas que soltar y cohetes que disparar para celebrarlo: el Senado. Somos tan imbéciles que aunque no sabemos para qué logroño sirve el Senado (si es que sirve para algo) y queremos que lo supriman, vamos y echamos la papeleta sepia en su urna, y hasta ponemos el están-clavadas-tres-cruces en tres nombres de este monte del olvido carísimo y superfluo. Las diputaciones, no sé, pero el Senado por supuesto hay que suprimirlo. Ay, qué pena de la abstención que no existió en las urnas del Senado. A nadie se le ocurrió, pero hubiera sido precioso: que mientras votábamos a los diputados del Congreso, porque allí sí que reside la soberanía nacional, no hubiésemos echado una sola papeleta en la urna del Senado. Que al Senado le hubiéramos vuelto electoralmente la espalda. Que le hubiéramos echado la misma cuenta que la mal llamada Cámara Alta echa a los verdaderos problemas de España: ninguna. Si el Senado estuviera de verdad preocupado por los problemas de España, lo primero que tenía que hacer era autodisolverse para ahorrar millonadas, en vez de empezar los tíos caras a cobrar los sueldos desde el mismo día siguiente a las elecciones y en vez de seguir tirando el dinero, como si lo regalaran, con ese «kit de senador» que les regalan, donde llevan ordenador portátil de gañote, teléfono inteligente de válvula, tableta digital de pescuezo, vale para hartarse de coger taxis de gorra, pase para no pagar un duro en trenes y aviones, y qué sé yo cuántas mamelas, mamandurrias, mangoletas y dietas no precisamente Dukan.
El Senado forma parte de esos tristes muros en ruina de la Patria mía que no tenemos posición para seguir manteniendo en pie. Suele decirse que España está como está porque en cada pueblo hicieron un polideportivo, una piscina cubierta, un centro cívico, una biblioteca, un hogar del pensionista, un auditorio, un instituto, dos ambulatorios de la Seguridad Social y en algunos, además, un hospital comarcal, una pista de motocross, una residencia de ancianos y un carril-bici. No hay economía que sostenga eso. Aunque no tuviéramos cinco millones de parados. España no tiene posición como para que haya una Universidad en cada provincia, un aeropuerto cada cien kilómetros y un Ave en cada ciudad. Y televisiones autonómicas, ¡vengan televisiones autonómicas! Y vengan televisiones locales, para que el alcalde tenga unas cámaras serviles a su disposición permanente, que lo saquen guapo y no mienten ni por equivocación a la oposición. ¿Usted sabe, por ejemplo, cuántos canales de televisiones autonómicas hay en Cataluña? Pues seis, a saber: el canal generalista TV3, el cultural Canal 33, el infantil y juvenil Super 3 y 3XL, el de información continuada 3/24, el de alta definición TVC HD y el deportivo Esport 3. Como quien hace un grandísimo ahorro, Mas, el presidente con nombre de supermercado, ha anunciado que suprimirá dos canales autonómicos. ¡Que te quedan cuatro canales, picha, no presumas tanto! Te queda de momento un canal autonómico más de los que tiene Andalucía, donde los señoritos del cortijo y los jerarcas del Régimen tienen a su disposición tres televisiones perfectamente suprimibles: Canal Sur, Canal Sur 2 y Andalucía TV Internacional.
Menos mal que Angela Merkel probablemente no sabe una papa de todos estos dispendios patrios, que, si no, prontito se le iba a poner al teléfono a Rajoy. Porque estoy seguro de que si supiera, por ejemplo lo del Senado inútil y lo del «kit de senador», le decía a Rajoy:
—Marrriano querrrido: ¡un pico y una pala era lo que yo ponía en el «kit de senador»! Y si de paso le das ese mismo «kit de senador» a cada político, pues no tendrás que venir tanto a llorarme en el hombro, Marrriano...
Antonio Burgos
Félix Velasco - Blog

domingo, 20 de noviembre de 2011

Vaya usted mucho con Dios, ZP

Mi amigo El Bati de Cádiz me ha comunicado por el teletipo de la guasa de WhatsApp que a ZP, gracias a Dios, le quedan exactamente dos telediarios. A saber: el de primera hora de la mañana de hoy y el de las 3 de la tarde. Es lo mejor de la jornada electoral. Lo mejor de este 20-N es que, como en el de antaño, en plan Arias Navarro, tendría que salir alguien en TVE, a ser posible en un receptor en blanco y negro modelo «Cuéntame», y con lágrimas (de alegría) en los ojos anunciar, no haciendo pucheros, sino dando zapatetas de contento:
—Españoles: Zapatero se va con toas sus castas...
Ea, pues vaya usted mucho con Dios. A la alegría natural de esta fecha, el topicazo de que las jornadas electorales son la fiesta de la democracia, hay que añadir hogaño el estallido de cohetes y la suelta de palomas porque, por fin este tío se va, después de dejarnos a todos (y al Reino de España el primero) más tiesos que la garrocha de Javier Buendía, según anunció Rajoy en Huelva.
Ea, pues vaya usted mucho con Dios, señor Zapatero. Y sus locuras. Y sus insensateces. Y sus improvisaciones. Y sus ocurrencias. Y su Sindicato de la Ceja, que nos lo ha dejado como una cesta de Navidad y tendremos que seguir viendo estas Pascuas cómo se lo siguen llevando calentito unos progres de Visa Platino que se creen genios, pero que no pasan de subvencionados campeones del Gañoting.
Vaya usted mucho con Dios, aunque no crea en Él, con todos los saltos de cigarrón que, sin saber dónde iba a caer, ha pegado en todos estos años. Vaya usted mucho con Dios con la retirada de tropas de Irak, con la anulación del Plan Hidrológico Nacional, con las plantas desaladoras que anunció y nunca vimos. Vaya usted mucho con Dios con el cheque bebé, y con los 400 euros, y con el Plan E, y con la segunda parte contratante del Plan E. Vaya usted mucho con Dios con el mal llamado matrimonio homosexual, con la Educación para la Ciudadanía (y el Ciudadanío), con su paridad, con su Ministerio de Igual Da de Bibiana Aído, con su Leire Pajín, con su Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural, Medio Marino y media pringá, que es lo que le dejado usted al campo, con una política agraria tan errática como la económica. Vaya usted mucho con Dios con su presión sobre los tribunales, con sus fiscales generales del Estado comiéndole en la mano, con su Proceso de Pazzzzz con el que ha conseguido nada menos que entregar nobilísimas instituciones democráticas vascongadas directamente a los asesinos de la ETA. Vaya usted mucho con Dios con el Faisán, y con la gasolinera de Blanco, y con la manipulación de TVE, y con la compra de los aparatos de propaganda de la cultura. Vaya usted mucho con Dios con sus seis meses de presidencia de la Unión Europea que aquí presentaron los suyos como lo más grande del mundo, cuando era una simple cuestión de turno del orden alfabético del nombre de las naciones continentales. Vaya usted mucho con Dios con su Alianza de Civilizaciones; con sus amiguitos los dictadores sudamericanos, con la boina roja de Chavez con zeta y con el chalequito de punto de Evo Morales. Vaya usted mucho con Dios con la Championlí de la economía, con la solidez de la banca española y con los brotes verdes que te quiero verde.
Como lo de Churchill a los ingleses en la II Guerra Mundial: nunca tantos aguantaron tanto durante tanto tiempo a un tío que hizo tantas tonterías con el dinero que ahora nos falta.
Antonio Burgos
Félix Velasco - Blog

sábado, 19 de noviembre de 2011

Reflexión

En el supuesto de que se cumplan las previsiones demoscópicas, los españoles habremos decidido mañana un cambio de dirección en el gobierno del país, pensando en que alguien invierta a tiempo el curso de los acontecimientos y nos salve del cubo de la basura. Los hechos desacreditan la capacidad de quienes nos gobernaron hasta ahora y casi puede darse por sentado que habrá un cambio de color en La Moncloa. Sabemos de dónde venimos y sabemos también a dónde no queremos llegar. El momento es de suma gravedad. Ya no se trata sólo de que la sociedad española haya perdido muchos de sus valores singulares, ni de que haya cundido cierta cultura de la pereza industrial que nos convierte en un soleado país de contrabandistas, camareros y tunos. El problema es que además de habernos despojado de muchos de los valores que nos convirtieron en un país desarrollado, ahora nos encontramos con que quienes nos dilapidaron el espíritu, nos vaciaron de paso la nevera. Muchos de quienes en su día pelearon con sacrificio y entusiasmo por la propiedad de un piso se encuentran ahora luchando a la desesperada para impedir su desahucio. Y todo ocurrió en muy poco tiempo, en unos cuantos años de rotunda insensatez política, en medio de esa sorprendente jovialidad tan española que nos permite hundirnos con la surrealista ilusión de que el naufragio pueda servirnos al menos para aprender a nadar. En un abrir y cerrar de ojos nos hemos puesto en la estela de los países más miserables de la eurozona y, como consecuencia de la regresión económica y moral, tenemos cotas de criminalidad impensables hace sólo algunos años, hasta el punto de que muchos criminales temen salir de madrugada a la calle. Al hecho evidente de que ya casi no quepan más españoles en las colas del paro, se añade la evidencia de que tampoco quedan vacantes en las celdas de las prisiones. Es triste, pero cierto, que España se ha convertido en uno de esos países en los que la gente que pierde el empleo reza para que sea posible perder al mismo tiempo la libertad, pensando en que las restricciones del presidio permiten al menos el disfrute de tres comidas al día. Pero hemos sido siempre un pueblo entusiasta y saldremos adelante por la sencilla razón de que ni siquiera somos organizados para hundirnos del todo. Aquí nadie ignora que incluso en el extremo dolor de la muerte, los españoles siempre nos hemos dado cuenta de lo hermosa que resulta cualquier mujer fea al convertirse en viuda. Hoy es jornada de reflexión. Y eso significa que los españoles podríamos aprovechar para darnos cuenta de que tendríamos que elegir para el Gobierno de España a alguien que sea capaz de tomar las decisiones sin meterse en política.
José Luis Alvite
Félix velasco - Blog

martes, 8 de noviembre de 2011

El león y la zorra

Un león, en otro tiempo poderoso,
ya viejo y achacoso,
en vano perseguía hambriento y fiero
al mamón becerrillo y al cordero,
que, trepando por la áspera montaña,
huían libremente de su saña.

Afligido del hambre a par de muerte,
discurrió su remedio de esta suerte:
Hace correr la voz de que se hallaba
enfermo en su palacio y deseaba
ser de los animales visitado.

Acudieron algunos de contado:
mas como el grave mal que le postraba
era un hambre voraz, tan sólo usaba
la receta exquisita
de engullirse al Monsieur de la visita.

Acércase la zorra, de callada,
y a la puerta asomada
atisba muy despacio
la entrada de aquel cóncavo palacio.

El león la divisa, y al momento
le dice: "¡Ven acá;
pues que me siento
en el último instante de mi vida!
Visítame, como otros, mi querida."

"¿Cómo otro? ¡Ah, señor! He conocido
que entraron sí, pero que no han salido.
¡Mirad, mirad la huella,
bien claro lo dice ella!
Y no es bien el entrar do no se sale."

La prudente cautela mucho vale.
Félix María Samaniego
Félix Velasco - Blog

sábado, 5 de noviembre de 2011

Eufonía comercial

El que vende algo o difunde una idea hará bien en condensar el atractivo de lo que ofrece en una palabra, una locución, un eslogan, unas siglas, un marbete. Se ha hecho siempre, y más en esta época de la economía de mercado y del márquetin. Recordemos algunas siglas o acrónimos clásicos: SPQR o INRI. En el castellano del siglo XVI se llamaba "empresa" a esa frase condensada que distinguía a una institución, incluso a una compañía comercial. La cosa venía de la heráldica, los símbolos o palabras que inscribían los caballeros en sus escudos. De ahí pasó a otras instituciones, incluso religiosas. Por ejemplo, el AMDG de los jesuitas. Carlos V añadió al escudo real la orgullosa leyenda de "Plus Ultra". Tanto éxito tuvo que el símbolo para el dólar americano y luego para el euro es $ o €. Se ve más claro en el símbolo del dólar, tal como se dibuja en los Estados Unidos. Es una cinta ondulada vertical en la que se cruzan dos barras, esto es, las columnas de Hércules del escudo de los reyes españoles a partir de Carlos V. Lo tomaron los norteamericanos porque en el siglo XVIII la moneda fuerte que circulaba en los Estados Unidos (antes y después de la independencia) era el peso español con el escudo correspondiente.
Una cuestión actual es la de asignar un nombre comercial a una empresa (ahora en el sentido de organización comercial). Se trata de buscar una palabra que sea eufónica. El problema es que la eufonía es distinta según los idiomas. En inglés son palabras eufónicas los monosílabos, especialmente si terminan en consonante. Sin embargo, a veces se busca en inglés la eufonía de las palabras llanas terminadas en vocal. Para un angloparlante esas voces resultan exóticas, pero de ahí derivan su atractivo. El ejemplo típico es COCA-COLA. Tan difícil de pronunciar es para un norteamericano que en la práctica dicen "coke", un monosílabo.
En español hay que seguir esa regla que resulta exótica en inglés. Las palabras más atractivas, las que se recuerdan bien, son los bisílabos o trisílabos que terminan en vocal, a ser posible en , y que sean palabras graves. Son muchas las empresas comerciales que han dado con una razón social que cumple esas especificaciones. Listo algunas según me van saliendo: ALVIA, REALIA, BANKIA, NOKIA, ZARA, IBERIA, CAIXA, TOSHIVA, TOYOTA, ALCOA, ALBA, PRISA, SOLARIA, ZELTIA, ACCIONA, ADA, INDRA. Hay muchas más, sin duda. La lista se podría ampliar notablemente si incluyéramos las voces con más sílabas; por ejemplo, MERCADONA. Podríamos agregar la facilidad para cumplir las condiciones dichas con las palabras que terminan en SA (=sociedad anónima). Hay miles. Recuerdo sobre la marcha estos trisílabos: ENDESA, FENOSA, GAMESA. Ya de paso, habrá que razonar que el tópico de "la marca ESPAÑA" cumple las condiciones dichas. Aunque las palabras terminadas en suelen ser muy negativas (araña, migraña, calaña, alimaña, cizaña, huraña, etc.) también hay algunas hermosas (entraña, espadaña, montaña, hazaña, etc.). En síntesis, que la palabra ESPAÑA es un buen nombre comercial. Ha sido reivindicada por el deporte de masas. Desde luego, suena mejor que "Estado" o "en este país".

El botellón de la democracia

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Como cada vez que comienza una campaña electoral, el acto de la pegada de carteles es la ceremonia inaugural de una liturgia que durante quince días amenazará la paz de los contribuyentes. Esa noche los políticos llevan a cabo el único trabajo manual que se les conoce, pegando carteles del partido provistos de cepillo y engrudo, tratando a su vez de que la ropa no les quede del todo inutilizable a causa de los lamparones. Deberían ponerse un mono azul con un pañuelo anudado cubriéndoles la cabeza, que es como los curritos de orden realizan esas labores para preservar la integridad de su ropa de calle, pero a los asesores de imagen les daría un ictus y no es cuestión de sobrecargar aún más las cuentas de nuestra sanidad.
Rodeados de pelotas por todas partes menos por una, para que la cámara de televisión saque un buen plano, los políticos que aspiran a la poltrona hacen en ese momento unas declaraciones todavía más prescindibles de lo que en ellos es habitual. Las televisiones dan cuenta de este acto inaugural como si algo realmente importante hubiera sucedido en España y a partir de aquí sálvese quien pueda, porque en estos quince días a la vuelta de cualquier esquina corre uno el riesgo de encontrarse con cualquier candidato estrechando manos y pidiendo el voto como un poseso.
A los mítines sólo acuden los que ya han decidido votar al partido que lo organiza, pero para estar presente en una pegada de carteles hace falta una mayor convicción porque, a diferencia del resto de actos electorales, es una convocatoria que se realiza a altas horas de la noche y, encima, a la intemperie. Tan sólo un nivel de fanatismo de carácter clínico, o la necesidad de dejarse ver por el candidato en un acto inclemente donde los haya, puede explicar la notable concurrencia de público que hemos podido ver en estas primeras imágenes que dan comienzo a la campaña electoral. Salvo en el caso de las candidaturas del PSOE fuera de Madrid, claro, en las que, por falta de público, entre los miembros de la candidatura han tenido que echarse una mano sujetando el cartel para que el otro le restregara la cola.
Si la fiesta de la democracia es el día en que los votantes acuden a las urnas, el arranque de la campaña electoral es el botellón previo que los más entregados llevan a cabo para ir preparando el cuerpo. Qué ejemplo para la juventud.
Pablo Molina
Félix Velasco - Blog

Ciencia y santidad

Estoy seguro de que si se hiciese una pregunta pública sobre los sondeos de opinión, el resultado nos diría que un porcentaje muy elevado de los encuestados no sólo desconfiarían de la fiabilidad de las encuestas, sino que dudarían seriamente de su existencia real. Hay sobrados ejemplos recientes en los que basar cualquier suspicacia al respecto. Si uno mira a su alrededor, se sorprenderá de que conoce a muy pocas personas a las que se les haya pedido su respuesta a algún sondeo pensado para proyectar estadísticamente la intención de voto en unas elecciones generales, si es que de verdad sabe de alguien que haya respondido a una encuesta. Personalmente no conozco a nadie que haya sido preguntado al respecto, ni tengo idea de que algunos de mis familiares o amigos tengan localizado en su entorno a alguien cuya opinión haya sido recogida en la cartulina de un sondeo. Si ésa es la sensación general, ¿qué pensar entonces sobre el origen de los estudios demoscópicos que proliferan con motivo de las elecciones públicas? Y por otra parte, ¿con qué intención se publica algo que en apariencia carece de rigor científico? Si uno fuese malpensado, o no disimulase que lo es, diría que los sondeos son un magnífico negocio económico sin apenas gastos, concebido unas veces para justificar la existencia de supuestas empresas demoscópicas, y otras, las más, para crear entre la gente la opinión que dicen reflejar, del mismo modo que del gremio de economistas se sospecha con razón que es un conglomerado de expertos cuya falsa sabiduría consiste en explicar aquello que fueron incapaces de prever. Yo no sé si la fantasía demoscópica constituye el indudable reflejo de la escasa afición de los españoles por la ciencia, pero es evidente que vivimos en un país en el que la conjetura resulta siempre más efectista, y más brillante, que la constatación. No hay más que echar un vistazo a las predicciones meteorológicas para comprender por qué los españoles consideramos todavía un fiable sistema de medición los dolores reumáticos de la abuela y despreciamos los pronósticos teóricamente referidos al estudio cartesiano de las isobaras y las isotermas. Sondeos de opinión, meteorología... ¿En cuántos otros aspectos de la vida ordinaria parece natural dudar de la consistencia científica de quienes tendrían que acreditarla cada día? Desde luego es muy preocupante que no sólo no seamos capaces de pronosticar científicamente el futuro inmediato, sino que incluso discutamos el pasado y pongamos en duda la Historia, sin olvidar que ciertos sectores del nacionalismo se empeñan en cuestionar de vez en cuando la geografía. ¿Cómo vamos a predecir el comportamiento electoral de los ciudadanos, o prever la meteorología de mañana, si la ciencia prospectiva ha alumbrado unas cuantas promociones de científicos incapaces de pronosticar siquiera el tiempo que hizo ayer?
José Luis Alvite
Félix Velasco - Blog

miércoles, 2 de noviembre de 2011

lunes, 31 de octubre de 2011

Demasiado sutil, Tardà

A los nacionalistas no les gusta que no se les entienda. A pesar de su superior ingenio, la mayoría de las veces prefieren rebajarse a ser tan claros como para que los que no somos nacionalistas los podamos entender. Entonces es cuando son nacionalistas a lo bestia. Y esto a Joan Tardà se le da estupendamente. Siempre prefiere ahorrar a su ingenio una oportunidad de brillar antes de arriesgarse a que su mensaje pueda quedar incomprendido.
Gregorio Peces Barba se ha lamentado de que el Conde Duque de Olivares, en la disyuntiva de tener que elegir a quiénes mantener en el redil entre portugueses y catalanes, que ambos se habían levantado frente a la Corona, eligiera a los catalanes y dejara marchar a los portugueses. Quizá, reflexionó, nos hubiera ido mejor si el Conde Duque hubiera retenido a los portugueses y dejado volar a su albedrío a los catalanes.
Tan irritante reflexión ha ofendido al nacionalismo catalán. Y Joan Tardà, renunciando a sus muchas capacidades dialécticas, ha preferido contestar de forma directa, sin circunloquios ni retóricas: "Las palabras de Peces Barba sobre los bombardeos de Barcelona sólo pueden responder a maldad y, dicho en nombre de las víctimas, a ser un enorme hijo de puta". Más claro no se puede ser, aunque lo de las víctimas puede exigir alguna aclaración. Parece lógico que Tardà quiera que, ahora que las víctimas del terrorismo etarra se atreven a salir a la calle a aguar la fiesta de los nacionalistas de todo pelaje, haya llegado el momento de que sean recordadas todas las víctimas, incluidas las que España causó en Cataluña en 1640, que todas merecen la misma consideración.
Es una pena que, a pesar del esfuerzo de Tardà por ser claro, yo, salvo lo de llamar hijo puta a Peces Barba, no haya entendido lo que ha dicho. Se supone que los catalanistas como Tardà quieren para su Cataluña la independencia. Y Peces Barba se ha referido a una decisión del Conde Duque de Olivares que, si hubiera sido la contraria a la que en su día tomó, hubiera dado a Cataluña la independencia hace tres siglos y medio. Y luego ha lamentado que no fuera así. Modestamente, creo que lo natural es que Tardá se hubiera unido a la lamentación de Peces Barba y se hubiera mostrado de acuerdo con él: "Eso digo yo –debería haber dicho–, ojalá el Conde Duque se hubiera quedado con los portugueses y nos hubiera dejado a los catalanes en paz". Debe de ser que las sutilezas del nacionalismo catalán no están a mi alcance, ni siquiera cuando se expresa con tanta claridad. O quizá ocurra que es algo muy natural que los catalanes no quieran ser españoles e intolerable que algunos españoles, en reciprocidad, no quieran que los catalanes continúen siendo compatriotas suyos. Se me sigue escapando el asunto. Es obvio que no tengo las entendederas hechas para aprehender tanta sutileza.
Emilio Campmany
Félix Velasco - Blog

domingo, 30 de octubre de 2011

Jimmy Wales, luces y sombras del imperio wikipedia

Cuatrocientos millones de personas contemplan (y utilizan) su obra cada mes. El fundador de Wikipedia ha hecho de una idea simple la `enciclopedia democrática´, un verdadero fenómeno global. Todo ello, de forma aparentemente altruista. Las críticas a su revolucionario invento, sin embargo, abundan. algunas de ellas son demoledoras.
Jimmy Wales se enfrenta a ellas y nos habla de cómo se maneja una red con casi 20 millones de artículos escritos en 280 idiomas.
Facebook, Twitter, Google..., piense en cada uno de los grandes éxitos de internet y encontrará siempre detrás a uno o varios nuevos millonarios. Por eso llama tanto la atención el caso de Wikipedia, la enciclopedia libre a la que cualquiera puede contribui. Su fundador, Jimmy Wales, es en apariencia uno de los pocos gurús de Internet que, pese a haber revolucionado el mundo con su invento, no se ha hecho rico con él. O eso, al menos, asegura, a sus 44 años, Wales: `Ni soy rico ni tengo aficiones de millonario´. Cierto es que se codea con magnates como el fundador de Amazon, Jeff Bezos, o el de Virgin, Richard Branson, cuya isla privada ya conoce. Cierto es también que es cálidamente acogido desde hace tiempo en el elitista Foro de Davos, donde se citan cada enero algunas de las personalidades más poderosas del planeta. Su fortuna personal, sin embargo, que se sepa, ni siquiera supera el medio millón de dólares. Es más, los papeles de su último divorcio [el segundo] -hechos públicos recientemente por la web examiner.com- muestran que, en realidad, Wales tiene más deudas que capital. Posee, eso sí, millones de acciones de las empresas Wikia, cuyo valor estiman algunas fuentes en 8,3 millones de dólares. 
Wales afirma, de hecho, que bien podría vender Wikipedia por unos 5000 millones. `En todo caso -advierte- nunca me ha tentado hacerlo´. Millonario o no, Wales destila el aire confiado de quien se sabe poderoso. Al fin y al cabo, las páginas de Wikipedia dominan las búsquedas de Google, señal inequívoca de que la web de Wales es la fuente principal de información para millones de personas, ya que el buscador jerarquiza sus resultados en función de su popularidad. Basta con teclear una palabra cualquiera en Internet para que la célebre `enciclopedia´ aparezca al momento ofreciendo sus servicios en 278 idiomas. 
La consultan más de 400 millones de personas al mes, y el promedio mensual de ediciones [personas que acceden para añadir algo] de sus artículos es de nada menos que 11,6 millones. Así las cosas, diez años después la visión de Jimmy Wales de crear `una enciclopedia libre que cualquiera pueda editar´ es una realidad universal cuyos seguidores albergan la aspiración de que sea declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad. Una realidad... llena de claroscuros, se podría añadir. Comenzando por la disputa entre Wales y Larry Sanger, el hombre que ayudó a fundar Wikipedia. 
La controversia sobre si fue un invento de una o de dos personas es apenas la punta del iceberg. Sanger se fue harto de que cualquier usuario pusiera lo que le diera la gana, lo cual es, a la sazón, el núcleo del invento. Wales prefiere hablar de otros temas. `Para mí, si Wikipedia resulta fiable o no es una pregunta de hace cinco años. La cuestión hoy es otra: Wikipedia es un gran proyecto de la humanidad, un invento que funciona la mar de bien. ¿Cómo podemos mejorarla? ¿Cuáles son sus puntos débiles?´. Para sus críticos, la lista de debilidades es enorme y la falta de credibilidad [no se conoce a los autores de los artículos] sigue siendo la primera y principal. Además de: manipulaciones por parte de sus gestores que pueden ser sobornados [se acusó a un empleado de recibir dinero de Microsoft para modificar contenidos]; peleas internas entre colaboradores en las que individuos cada vez más irritados revierten, -rerrevierten- y -rerrerrevierten- aquellos hechos con los que no están de acuerdo [la página Lamest edit wars (-Las guerras de edición más tontas-) recoge algunos de los conflictos más absurdos]; también que es una fuente de difamación y violaciones del copyright; que el poder de veto está en manos de un grupo de personas que forman el consejo de administración; o que el 85 por ciento de los colaboradores son varones, por lo general con educación superior y muchos de ellos programadores, circunstancia que -esto lo reconoce hasta Wales- distorsiona la elección de los temas y el modo en que estos son tratados. 
El propio Wales responde en muchos sentidos a este perfil. `Hay unas 100.000 personas en todo el mundo trabajando con nosotros. Intentamos que sean más y, dentro de lo posible, que no se trate solo de hombres, aficionados a la informática y de entre 25 y 35 años´, reconoce. Ante las críticas, Wales no pierde la compostura y subraya una cuestión fundamental: `Todo esto solo demuestra que no conviene usar Wikipedia como única fuente de documentación. Jamás. Tal como yo lo veo, no se debe usar una única fuente de documentación en ningún caso´. 
Wales creció en Huntsville, Alabama, donde su padre llevaba un colmado y su madre dirigía una escuela en la que él mismo estudió. Wales fue un chaval con gafas de gruesos cristales al que le gustaba leer la enciclopedia. `Me pasaba horas yendo de una entrada a la siguiente. Uno podía perderse entre tanta referencia´. En consonancia con la importancia que su familia daba a la educación, fue un alumno sobresaliente. 
Entró en la universidad con 16 años y, tras casarse por primera vez con 20, obtuvo un máster en Economía, aunque dejó los estudios con su tesis pendiente de escribir. `Me aburría´, explica. Corría 1996 y pensó que sería más divertido trabajar en Chicago Options Associates, una firma enfocada al mercado de futuros, apostando a las fluctuaciones de los tipos de interés y las divisas. En poco más de un año acumuló dinero suficiente como para hacer un receso y explorar otras oportunidades; mayormente, en la Red. 
Sí surgió Bomis, un portal de búsquedas creado por Wales y dos socios en 1996, orientado a hombres adultos -la revista The Atlantic Monthly lo describió como `el Playboy de Internet´-, cuyos ingresos le permitieron dedicarse a crear su criatura más popular. 
Originalmente adscrita a Bomis, hoy en día la llamada -enciclopedia libre- es propiedad de la Fundación Wikimedia, una entidad encargada de gestionar y recaudar, sobre todo a través de donaciones, los fondos con los que se mantiene y desarrolla una amplia cartera de wikis (`rápido´ en hawaiano; técnicamente se refiere a una web participativa): Wikinoticias, Wikcionario, Wikiquote, Wikiversidad... `El año pasado reunimos 16 millones de dólares en dos meses, más rápido que nunca´, revela Wales. 
Para evitar suspicacias, explica en qué se utiliza ese dineral. Mantener Wikipedia cuesta unos 27.000 dólares diarios. Una minucia si se compara con los dos millones que YouTube, según la cadena Bloomberg, se pule solo en almacenamiento y ancho de banda o los 300.000 que Facebook necesita cada día para operar una web con 10.000 millones de fotos. Los costos de Wikipedia, en todo caso, crecen de forma exponencial año tras año. En 2008 le bastaba con seis millones, en 2009 elevó sus necesidades a diez y el año pasado alcanzó los 16. `Si la recaudación supera nuestras necesidades, el remanente pasa a un fondo de reserva que se utiliza solo para Wikipedia -matiza-. Esto nos da seguridad financiera´. Pese a esta filantropía aparente, Wales no ha perdido su espíritu capitalista. 
Desde 2004 preside Wikia, `una wikigranja´, así la llama, que presenta más de 2000 wikis externas la de Pokémon, de Google, de Twitter, de Pixar, de Star Wars... financiadas por publicidad. La última es una dedicada a los Juegos Olímpicos de 2012. 
Curiosamente, su prometida, Kate Garvey, antigua secretaria de Tony Blair en el 10 de Downing Street, como Wales subraya con orgullo, dirige en la actualidad Freud Communications, la firma encargada de promover la cita olímpica de Londres. La sinergia -así lo señalaba recientemente la prensa británica- es, cuando menos, sospechosa: ambos van a beneficiarse con claridad de los Juegos. La pareja, por cierto, se conoció hace unos años en Davos. Allí, rodeados de líderes mundiales e influyentes personalidades, Wales y Garvey vivieron su romance. Wales puede codearse con peces gordos en Davos, dar conferencias en Armenia o Azerbaiyán o mostrarse como el amable rostro de su compañía para recaudar fondos, pero también dedica tiempo a cuidar de su obra cumbre, a la que somete a vigilancia policial. Cada cambio en Wikipedia es examinado por softwares (bots) que rastrean las alteraciones. Ante cada entrada sospechosa el sistema envía mensajes a miles de voluntarios responsables de artículos específicos. La `reparación´ se realiza en pocos minutos. En una web donde cualquiera realiza aportaciones -un fan de Michael Jackson, la CIA, el Vaticano...- la abundancia de entradas que arriman el ascua a su sardina es abrumadora. Para ilustrarlo, sirvan estos ejemplos. Uno: el Partido Republicano cambió `fuerzas de ocupación´ en Irak por `tropas de liberación´. Dos: el senador Edward Kennedy fue enviado al otro mundo meses antes de su fallecimiento. Tres: el Congreso de EE.UU. fue vetado un tiempo porque asistentes de congresistas modificaban historiales de votaciones y detalles biográficos de sus jefes para magnificar sus cualidades. Cuatro: al propio Wales se le reprocha haber intervenido en su biografía 18 veces en un año. `Si dudamos de algo, lo ponemos en cuarentena. Nadie puede causar verdaderos perjuicios´, se defiende Wales. 
Para comprobar el historial de un artículo de Wikipedia, basta con pinchar la pestaña `Ver historial´ en la parte superior de la pantalla. Ahí aparece la fecha de creación, cada cambio, quién lo hizo, el motivo y todas las versiones del mismo. En la página dedicada a Tony Blair, por ejemplo, Wales muestra una frase añadida por un usuario que afirmaba que el ex primer ministro británico fue `supervisor en un Toys`R`Us´. La frase, hace notar Wales, fue corregida un minuto después de haber sido insertada y junto a la corrección aparece el código que indica que fue objeto de vandalismo. Estos son los ejemplos que le gusta subrayar a Wales porque muestran la eficacia y el dinamismo de su idea. `Pocos minutos después de conocerse la muerte de Elizabeth Taylor, su fecha de fallecimiento ya estaba actualizada -abunda-. Lo mismo ocurrió con la biografía de Barack Obama segundos después de que ganara las elecciones´.
Fernando Iriondo
Félix Velasco - Blog

De cercanías

Evaristo Acevedo, un humorista olvidado, publicaba en La Codorniz, una revista olvidada, una sección titulada «La cárcel de papel». En ella encerraba el escritor, simbólicamente, a los protagonistas de la vida pública pródigos en decir majaderías, en engarzar frases sin sentido en sus discursos o ideas sin fundamento en sus escritos. Hace años que nos dejó Acevedo, pero hoy no daría abasto con su sección para el castigo del mequetrefe insolvente. Tendría, cuando menos, que editar un gran tomo diario para compilar las naderías que nos abruman y ello sin considerar las procedentes de los medios audiovisuales que suelen ser, salvo excepciones que desconozco, menos abundantes en bobadas que en las groserías zafias que constituyen su gran especialidad y máximo éxito.
Un señor que parece serio y ha ganado prestigio y respeto como si lo fuera de verdad, Antoni Duran i Lleida, sería un gran proveedor de material válido para el modelo penitenciario de Acevedo. En claro ejercicio de la esquizofrenia política de CiU, Duran no deja de trabajar diariamente para que el PP no obtenga, gracias al voto de los catalanes, la mayoría absoluta en el próximo 20-N. Insiste en la doctrina empequeñecedora y españolísima de la bondad de la cabeza de ratón sobre la cola de león y asegura que «para ganar al PSOE no hay que votar al PP». Prefiere la fuerza arbitral de su partido al bien general de la Nación. Si el líder nacionalista defendiera con rigor los intereses de los catalanes, como presume, no podría ignorar el daño que las dos legislaturas de José Luis Rodríguez Zapatero le han hecho al conjunto de España y a cada una de sus porciones autonómicas, Cataluña incluida.
Al margen de la catástrofe económica agigantada por el zapaterismo y el drama social que de ella se deriva, aspectos que tratan de diluir en la fenomenología global, hay ejemplos de ineficacia política exclusiva y sangrante. Por ejemplo, el adelgazamiento de la imagen exterior de España, conseguido con denodada dedicación por ministros como Miguel Ángel Moratinos y Trinidad Jiménez, algo que también perjudica a la Cataluña que predican en CiU. La Cumbre Iberoamericana de Asunción, a la que no han asistido once de los veintiuno jefes de Estado invitados, es una muestra de ello. España ha perdido el respeto de Europa y la confianza de América del Norte mientras en la del Sur se han aflojado los lazos históricos y de interés que, con talento, se habían apretado tanto en el felipismo como en el aznarato. Si España adelgaza, lo hará Cataluña. Como ha sido siempre aunque al nacionalismo, que es cosa de cercanías, le cueste admitirlo.
Manuel Martín Ferrad
Félix Velasco - Blog

domingo, 23 de octubre de 2011

¿Cómo saber si se es de izquierdas o de derechas?

  1. Cuando a un tipo de derechas no le gustan las armas, no las compra y listo. Cuando a un tipo de izquierdas no le gustan las armas, quiere prohibirlas hasta en las fuerzas armadas. 
  2. Cuando a un tipo de derechas no le gustan los toros, no asiste a la plaza y punto. Cuando a un tipo de izquierdas no le gustan los toros, intenta prohibirlos y dedicar las plazas a mítines del partido. 
  3. Cuando a un tipo de derechas no le gusta el tabaco, no fuma. Cuando a un tipo de izquierdas no le gusta el tabaco, no descansa hasta vetarlo para que nadie disfrute fumando. 
  4. Cuando un tipo de derechas es vegetariano, simplemente no come carne. Cuando un tipo de izquierdas es vegetariano, hace campaña contra todos los productos que contengan, básicamente, proteínas de animal. 
  5. Cuando un tipo de derechas es homosexual, vive tranquilamente su vida como tal sin molestar a nadie. Cuando un tipo de izquierdas es homosexual, hace escandalosa ostentación de ello, participando “orgullosamente” en desfiles horteras, para que todos le respeten. 
  6. Cuando un tipo de derechas tiene problemas por su trabajo, reflexiona sobre cómo salir de dicha situación, y actúa. Cuando un tipo de izquierdas tiene problemas por su trabajo, levanta una queja por acoso laboral y hace huelga contra la discriminación de que fue objeto con el apoyo de su sindicato. Si es mujer cuenta, además, con el apoyo del Ministerio para la Igualdad. 
  7. Cuando a un tipo de derechas no le agrada un programa de televisión, simplemente la apaga o cambia de canal o se va a la cama. Cuando a un tipo de izquierdas no le agrada un programa de televisión, demanda judicialmente al canal que emite el programa que no le gusta, por ser manifiestamente “facha”. 
  8. Cuando un tipo de derechas es ateo, no va a la iglesia, ni a la sinagoga ni a la mezquita, y el domingo o sábado... lee el diario, y hace fila para comprarlo, con quienes vuelven de la iglesia. Cuando un tipo de izquierdas es ateo, no quiere ninguna alusión a Dios en ninguna parte, en ninguna esfera pública, y protesta contra las religiones y sus símbolos (salvo contra el islam,(porque “hace pupa”). 
  9. Cuando un tipo de derechas tiene problemas económicos, trabaja todo lo que puede, intenta pagar todas sus deudas, y a veces incluso ahorra (este caso es excepcionalmente aplicable también a los de izquierdas). El de izquierdas le echa la culpa al gobierno, si este no es de izquierdas, claro; a los empresarios, a la burguesía, a los bancos y al capitalismo, a la globalización, a los americanos, a la derecha, a la Iglesia, y en algunos casos también al Real Madrid.
  10. Cuando un tipo de derechas, lee estos comentarios, se ríe, y lo reenvía a sus amigos. El de izquierdas se cabrea mucho y pone “a parir” al que lo escribió.

El perro de Rocroi

La vida concede ciertos privilegios, y tener algunos amigos leales, sólidos como rocas, es uno de los míos. Entre ellos se cuenta el mejor de los pintores de batallas españoles vivos: se llama Augusto Ferrer-Dalmau, y llegué a su amistad por el camino más corto: la admiración que siento por su obra. Un día fui a una exposición suya y se lo dije. Le hablé de cómo, en mi opinión, su pintura continúa y renueva una tradición clásica que en España, con breves excepciones, tuvo escasa fortuna. Pocos de nuestros pintores se ocuparon de un género que en Francia tuvo a Meissonier y a Detaille, y en Inglaterra a Caton Woodville. Por ejemplo. 
Ahora Ferrer-Dalmau ha terminado un cuadro espléndido, que estos días puede admirarse en una exposición que sobre su obra y la de su paisano Cusachs se celebra en el venerable edificio de Capitanía de Madrid, esquina de Mayor con Bailén. Se llama `Rocroi. El último tercio´, y narra -pintar con talento es una forma de narrar tan eficaz como otra cualquiera- la situación en el campo de batalla de Rocroi hacia las diez de la mañana del 19 de mayo de 1643, cuando los veteranos de la destrozada infantería española, formando el último cuadro, esperaban impasibles el ataque final de la artillería y la caballería francesas. Último ataque, éste, que no llegó a producirse. Admirado el duque de Enghien por la resistencia de los españoles -murallas humanas, los llamaría Bossuet- permitió a los supervivientes capitular con todos los honores, en los términos que se concedían a las guarniciones de plazas fuertes. 
El cuadro de Rocroi tiene para mí un sentido especial, pues nació de una conversación con el pintor mientras despachábamos un cordero con cuscús en un restaurante de Madrid. Un lienzo crepuscular, fue la idea, que reflejase la soledad y el ocaso, la derrota orgullosa, el impávido final simbólico de la fiel infantería que durante dos siglos, desde los Reyes Católicos a Felipe IV, hizo temblar a Europa. El retrato riguroso de aquellos soldados empujados por el hambre, la ambición o la aventura, que acuchillaron el mundo caminando tras las viejas banderas, desde las junglas americanas a las orillas lejanas del Mediterráneo, de las costas de Irlanda e Inglaterra a los diques de Flandes y las llanuras de Europa central: hombres brutales, crueles, arrogantes, amotinadizos y broncos, sólo disciplinados bajo el fuego, que todo lo soportaban en cualquier degüello o asedio, pero que a nadie -ni siquiera a su rey- toleraban que les alzase la voz. 
Mete un perro en el cuadro, sugerí más tarde, cuando el artista me mostró los primeros bocetos: uno que, como sus amos, se mantenga erguido esperando el final. Un chucho español flaco, pulgoso, bastardo, que siguió a los soldados por los campos de batalla y que ahora, acogido también al último cuadro, abandonado por su patria y sin otro amparo que sus colmillos, sus redaños y los viejos camaradas, espera resignado el final. Y píntalo tan desafiante y cansado como ellos. 
A Ferrer-Dalmau le gustó la idea. Y ahora he visto el cuadro acabado, y el perro está ahí, en el centro, entre un veterano de barba gris y un joven tambor de trece o catorce años que el artista ha pintado rubio porque, naturalmente, es hijo de madre holandesa y de medio tercio. En el lienzo no figura el nombre del perro; pero Ferrer-Dalmau y yo sabemos que se llama Canelo y es un cruce de podenco y galgo español de hocico largo y melancólico, firme sobre sus cuatro patas, arrimado a sus amos mientras mira las formaciones enemigas que se acercan entre el humo de la pólvora, dispuestas al ataque final. Vuelto a los franceses como diciéndose a sí mismo: hasta aquí hemos llegado, colega. Es hora de vender caro, a ladridos y dentelladas, el zurcido pellejo. El cuadro es soberbio, como digo. O me lo parece. 
Retrata a la pobre y dura España de toda la vida: el soldado ciego con una espada en la mano, al que un compañero mantiene de pie y vuelto hacia el enemigo; los que rematan sañudos a los franceses moribundos; el tranquilo arcabucero que sopla la mecha para el último disparo; el desordenado palilleo de picas que eriza la formación, tan diferente a las victoriosas lanzas que pintó Velázquez. Y sobre todo, la expresión de los soldados que miran al enemigo-espectador con rencor asesino. Acércate, parecen decir. Si tienes huevos. Ven a que te raje, cabrón, mientras nos vamos juntos al infierno. Realmente da miedo acercarse a esos hombres; y uno entiende que les ofrecieran rendirse con honor antes que pagar el precio por exterminarlos uno a uno. Son tan auténticos como el buen Canelo: españoles desesperados, tirados como perros, olvidados de Dios y de su rey. Y pese a todo, arrogantes hasta el final, fieles a su reputación, temibles hasta en la derrota. Peligrosos y homicidas como la madre que nos parió.
Arturo Pérez-Reverte
Félix Velasco - Blog