sábado, 31 de mayo de 2008

Reglas de convivencia


Si está abierto, ciérralo.

Si está en el suelo, recógelo.

Si está sucio, límpialo.

Si tiene hambre, dale de comer.

Si está triste, dale amor.

viernes, 30 de mayo de 2008

domingo, 25 de mayo de 2008

Una España de chiquilicuatres


Unos de los telepredicadores de la burgo-progresía nacional-socialista, Andreu Buenafuente creó en su programa el Terrat de TV un personaje bufo, llamado Chiquilicuatre para ridiculizar el Festival de Eurovisión y que, poco a poco, con el cachondeo se fue preguntando ¿y por qué no?

Ese personaje tuvo relativo “éxito” y pasó a ser aspirante para representar a nuestro país en dicho concurso con el "Chiki-chiki" (canción compuesta por Pedro Guerra y Santiago Segura). Lo que son las cosas, dicho y hecho, salió elegido en el otro programa de progre-pijos, el de Rafaella Carrá, cuya gala, terminó con una fuerte bronca provocada por los eurofans que protestaron en directo por la designación.

En la rueda de prensa posterior, Eva Cebrián, directora de programas de TVE, destacó la "transparencia del innovador sistema de elección" y puso de manifiesto que “las votaciones han sido libres y abiertas: sin interferencias. El público, a través de llamadas y mensajes telefónicos, ha expresado sus preferencias. Ha sido un proceso transparente, imaginativo, y con todas las garantías: existe certificación notarial de las votaciones registradas esta noche hasta el cierre de las líneas telefónicas”.

Este año ha sido el público quien ha votado… y evidentemente ha optado por la juerga y el cachondeo, la gente estaba un poco saturada de O.T., de albañiles llorones, bulería - bulería, Ninas y jurados Miqui Puig y compañía. Una parte significativa de los ciudadanos que votaron en ese programa habló con un sentido y en una dirección muy clara: la frivolidad más absoluta.

Hay cosas sobre las que mejor no votar y dejar que los profesionales sean quienes tomen las decisiones, pues para eso se han formado y entienden del tema, cada cual del suyo: arquitectos, cirujanos, capitanes de barco, panaderos,...

Pero resulta que al final un "friki" ha representado a España en su concepto progresista, porque aquí lo importante es ser "guay", aunque lo "guay sea un auténtico bodrio.

Chiquilicuatre es síntoma y reflejo de la realidad social de nuestra nación. Ha contado con el respaldo de un buen número de votantes y concuerda con el gusto y la estética, los planteamientos y la praxis, de una población que desprecia el esfuerzo, desestima la excelencia, confía en que el Estado resuelva todos sus problemas y se reconforta con su propia y grosera pequeñez.

En Eurovisión, desde el año 2005 no hemos mejorado del lugar 20º. Las dos últimas ediciones, hemos ocupado la penúltima posición. Y es después del programa de caza talentos, Operación Triunfo los tres representantes, expresamente formados para ello resultaron auténticos fiascos. La mejor, Rosa López (ouh!!!) 7ª, con aquel “Europa´s living a celebration”, tema pelota donde los haya para agradar a la concurrencia. Ahora hemos quedado los 16º sobre 25 participantes.

"¡Perrea! !perrea!", toda una declaración de principios al inicio del tema chiquilicuatrero, y las presuntas “gogos” de Chiquilicuatre redondean la parodia de la mujer objeto. La letra es toda una declaración de principios y valores, con un contenido altamente educativo:

"¡Perrea! ¡Perrea!
El chikichiki mola mogollón

Lo bailan en la China y tambien en Alcorcón
Dale chikichiki a esa morenita

Que el chikichiki la pone muy tontita
Lo baila Jose Luis, lo baila Hugo Chávez,

Lo baila Mariano, mi amor ya tu sabes.
Lo bailan los bródel, lo baila mi hermano

Lo baila mi mulata con las bragas en la mano
Y el chikichiki se baila así

Uno: el brikindans
Dos: el crusaíto
Tres: el maiquel
yasonCuatro: el robocop
Baila el chikichiki baila el chikichiki

Lo bailan los jevis y también los friquis
Lo bailan en la cárcel, lo bailan en la escuela,

Lo baila mi madre y también mi abuela.
Lo canta el tigre-puma con su traje a rayas,

Y Juan Carlos le dice ¿por qué no te callas?
En el velatorio del Padre Damián

Pusieron chikichiki y el muerto echó a bailar
¡Bailar, bailar, bailar!
El chikichiki se baila así

Uno: el breikindans
Dos: el crusaíto
Tres: el maiquel
yasonCuatro: el robocop"

Chiquilicuatre demuestra que para cantar no hace falta pasar por ninguna academia, con no desafinar mucho y tener un muchoe morro es suficiente para ser un ídolo de la mayorúí o un ¿líder? de masas.

Como era de esperar, los organizadores del festival de eurovisión ya nos han llamado la atención para que mejoremos la calidad de nuestros representantes. Normal.

¡Pobre España chiquilicuatre!, el frikismo-casposo triunfa.

Félix Velasco

jueves, 22 de mayo de 2008

El Manneken Pis

El Manneken Pis (en dialecto bruselense Menneke Pis, ‘niño que orina’) es una estatua de bronce de unos cincuenta centímetros situada en el centro histórico de Bruselas (Bélgica) que representa a un niño pequeño desnudo orinandodentro del cuenco de la fuente. Junto con el Atomium y la Grand Place es uno de los símbolos de la ciudad y una de sus principales atracciones turísticas, simbolizando el espíritu independiente de sus habitantes.
Había ya una estatua parecida de piedra a mediados del siglo XV, quizás ya desde 1388 (fecha de la primera mención hallada en los archivos de la catedral de Santa Gúdula), que fue robada en varias ocasiones. En 1619 fue reemplazada por una estatuilla de bronce hecha por el escultor barroco franco-flamenco Jérôme Duquesnoy el Viejo, que se situó sobre una columna de seis pies tallada por Daniel Raessens, que fue sustituida por el actual nicho en estilo rococó, en 1770. Los bruselenses protegieron la estatuilla durante el asedio y bombardeo de la ciudad por los franceses en 1695. Una sentencia fue escrita bajo la estatua después del asalto francés: In petra exaltavit me, et nunc exaltavi caput meum super inimicos meos (El Señor me levantó sobre una roca, y ahora elevo mi cabeza sobre mis enemigos). La estatua actual es una réplica, pues la original que fue robada en los años 1960, y recuperada posteriormente, se encuentra junto a una copia en bronce dorado del siglo XVII, en el Musée de la Ville de Bruselas.
Hay varias leyendas tras esta estatua:
  • En 1142, las tropas del pequeño duque Godofredo III de Lovaina se dirigían a la batalla contra los Berthout (señores de Grimbergen) en la actual Neder-over-Heembeek. Las tropas decidieron colgar al pequeño de dos años en una cesta y colgarlo de un árbol para que se animara y desde allí orinó sobre las tropas enemigas, que terminaron perdiendo la batalla.
  • En el siglo XIV, Bruselas llevaba bastante tiempo sitiada por una potencia extranjera. Los atacantes idearon un plan para colocar cargas explosivas en las murallas y sucedió algo increíble: un niño llamado Juliaanske les estaba espiando y salvó a su ciudad porqué orinó sobre la mecha encendida.
  • La historia que más cuentan a los turistas es la siguiente: Un rico comerciante que visitaba la ciudad en familia perdió a su hijo pequeño y se organizaron unos grupos de búsqueda. El niño fue encontrado riendo y orinando en un pequeño jardín, por lo que el padre decidió ayudar a la construcción de una fuente. Una fuente que tiene a su hijo orinando en la parte superior.
La estatua es vestida en muchas ocasiones con un disfraz, según un programa gestionado por la asociación sin ánimo de lucro Amigos del Manneken Pis, en ceremonias que a menudo son acompañadas por una banda de música. Cuando el chorro del Manneken es conectado de nuevo tras ser vestido, el exceso de presión tras esta abstinencia puede llegar a salpicar a los espectadores, ante el disfrute general.
Es tradicional disfrazar a la estatua, en ocasiones especiales, ya sea para honrar a una determinada profesión o en alguna efeméride señalada. El vestuario actual incluye más de 800 trajes, que en su mayoría se conservan en el Musée de la Ville de Bruselas, ubicado en la Casa del Rey en la Grand Place.
Antiguamente, el chorro de agua del Manneken Pis era sustituido con motivo de las fiestas por brebajes menos transparentes (hidromiel o vino). En 1890, durante las grandes fiestas bruselenses que se desarrollaron durante dos días, el Manneken orinó vino y lambic (cerveza bruselense).
Félix Velasco - Blog

domingo, 18 de mayo de 2008

Justicia en Barcelona


Las numerosas vacantes en los juzgados de la provincia de Barcelona están ocasionando perjuicios a los ciudadanos. El presidente de la Audiencia de Barcelona, José Luis Barrera, reconoció ayer, en la presentación de la memoria correspondiente al 2007, que en la actualidad existen 32 juzgados sin magistrado titular de los 180 órganos judiciales con los que cuenta la provincia. En ocasiones, esta situación ha obligado incluso a suspender juicios. La precariedad de la situación llega a ser alarmante.

Existe una "desertización" en los juzgados de la provincia de Barcelona, en palabras de Barrera, lo que origina que, para cubrir las vacantes, se tenga que recurrir a jueces sustitutos. Es decir, jueces que no han pasado por la oposición para ganar la plaza. Badalona, Sabadell, Martorell son ciudades complicadas por la gran cantidad de asuntos que tramitan y que padecen ese problema. "Hay dificultades, ya que los jueces que acuden a los juzgados de la provincia están los dos años que les obligan a estar en la plaza y después se van a otros destinos", afirmó el presidente de la Audiencia de Barcelona. "Y nos encontramos con servicios que difícilmente pueden funcionar si no se les dota de plantilla suficiente", añadió.

Barrera aseguró que en su momento se llegaron a solicitar 85 jueces sustitutos para la provincia de Barcelona, pero solo se presentaron una cincuentena que, al final, se quedaron en 20. "Nos estamos quedando sin banquillo", dijo haciendo un símil futbolístico. Por eso, en algunos supuestos y al carecer incluso de jueces sustitutos, un mismo magistrado debe hacerse cargo de varios órganos judiciales. "Es una situación desagradable y penosa", insistió. La memoria relata que "el panorama es sombrío".

En el ámbito del funcionariado la situación es muy similar. La bolsa de interinos se ha agotado, explicó Barrera, con lo que algunos empleados de los juzgados "vienen de la bolsa del paro y, en muchas ocasiones, no han pisado nunca un juzgado". A su entender, el personal que trabaja en justicia debería tener conocimiento de su funcionamiento, porque "hace falta un talante especial". E ilustró sus palabras con un ejemplo: "Puede venir una persona que ha estado de cajero en unos grandes almacenes". Explicó que la Generalitat ha intentado que algunos funcionarios titulares hicieran de tutores, pero es un sistema que, en su opinión, es complicado porque estos empleados no pueden dedicarse entonces a su labor. "La única solución es la formación de interinos", precisó.

El presidente alertó sobre la situación "alarmante" que padecen las secciones penales de la Audiencia de Barcelona, donde los casos ingresados han aumentado el 11%, mientras las resoluciones solo han bajado el 2,5% y, por lo tanto, los asuntos en trámite suben un "preocupante" 51%. De ahí, que se reclame una nueva sección y la ampliación de la plantilla de magistrados. Las secciones civiles también han registrado un incremento de asuntos (14%) mucho mayor de lo que han bajado los casos resueltos (0,5%), por lo que hay más expedientes en trámite (un 13%). El departamento que se encarga de los procesos por jurado está igualmente saturado (en el 2007 ingresaron 48 causas y se celebraron 31), por lo que sería necesaria una segunda oficina, según Barrera.

El Periódico

sábado, 17 de mayo de 2008

La violencia sólo multiplica el mal


La no violencia es el primer precepto de mi fe. Y es el último precepto de mi fe.

Pese a ello, tenía que tomar una decisión: o bien me sometía a un sistema que en mi opinión había causado un daño irreparable a mi país o bien me arriesgaba a que la furia de mi pueblo se desatara cuando entendiera la verdad que salía de mis labios.Sé que mi pueblo ha enloquecido en algunas ocasiones. Lo siento muchísimo, y por ello estoy aquí, para someterme no a un castigo menor, sino a un castigo en toda la regla.

No pido clemencia, no apelo a ninguna circunstancia atenuante. Así pues, estoy aquí para presentarme a cumplir la pena más alta que pueda serme infligida por lo que según la ley es un delito deliberado y por lo que a mí me parece el deber civil supremo.

Lo único que puede hacer, Señoría, es, como diré a continuación en mi declaración, o renunciar a su cargo o infligirme la pena más dura si cree que el sistema y la ley que usted contribuye a aplicar son buenos para el pueblo. No espero que se produzca esa clase de conversión.

Sin embargo, puede que cuando haya acabado con mi declaración, usted se haya hecho una idea de lo que arde en mi pecho y ha dado alas al más loco riesgo que un hombre en su sano juicio puede correr.

(A continuación, Gandhi lee su declaración ante el Tribunal.)

Pocos son los habitantes de la ciudad conscientes de cómo las multitudes prácticamente desahuciadas por la hambruna en la India se están consumiendo hasta la inexistencia. Pocos son conscientes de que su miserable bienestar es fruto de la comisión que reciben a cambio del trabajo realizado para el explotador extranjero, y que los beneficios y la comisión se obtienen de las masas.

Pocos se dan cuenta de que el gobierno establecido por ley en la India británica sigue en vigencia gracias a esa explotación de las masas. No hay sofisticación yni malabarismo con las cifras que sirva de explicación convincente para la obviedad, para los esqueletos que se ven a simple vista en muchas aldeas.No me cabe ninguna duda de que tanto Inglaterra como los habitantes de las ciudades indias tendrán que responder, si es que hay un Dios en las alturas, por este crimen contra la humanidad que tal vez no tenga precedentes en la Historia.

En este país, la misma ley se ha puesto al servicio del explotador extranjero. Mi experiencia en casos políticos en la India me lleva a la conclusión de que en nueve de cada diez ocasiones los condenados eran totalmente inocentes. Su delito fue amar a su país.

En los tribunales de la India, en noventa y nueve casos de cada cien, a los indios se les ha negado la justicia a favor de los europeos.No se trata de una visión exagerada. Esta ha sido la experiencia de casi todos los indios que han tenido algo que ver con esos casos. En mi opinión, la aplicación de la ley se ha prostituido, por tanto, de forma consciente o inconsciente en beneficio del explotador. La mayor desgracia es que los ingleses y sus socios indios de la administración del país no saben que están involucrados en el delito que he intentado describir.

Me siento satisfecho de que muchos funcionarios ingleses e indios crean sinceramente que aplican uno de los sistemas mejor ideados del mundo y que la India avanza a un ritmo constante aunque lento. No saben que un sistema sutil aunque efectivo de terrorismo y un despliegue organizado de fuerza, por una parte, y la privación de todo poder de represalia o de autodefensa, por otra, han mutilado al pueblo y lo ha hecho incurrir en el hábito de la simulación. Este horrible hábito se ha sumando a la ignorancia y al autoengaño de los administradores.El artículo 124-A en virtud del cual felizmente se me acusa, tal vez sea el rey de los artículos políticos del Código Penal indio, ideado para suprimir la libertad del ciudadano. El afecto no puede ser manipulado ni regulado por la ley. Si uno no siente afecto por una persona o cosa, debería ser libre para transmitir la total expresión de su desafecto siempre que no contemple ni fomente la violencia ni incite a ella.

No obstante, el artículo en virtud del cual se nos acusa al señor Banker y a mí establece que el mero fomento del desafecto constituye un delito.

Estudié algunos casos juzgados por este artículo y sé que algunos de los más apreciados patriotas indios han sido condenados en virtud del mismo. Por lo tanto, considero un privilegio que se me acuse del mismo delito. He intentado por todos los medios comunicarles de la forma más breve posible la razón de mis desafectos. No siento animadversión personal por ningún administrador en concreto ni mucho menos puedo sentir desafecto por Su Majestad el Rey.

Sin embargo, considero una virtud sentir desafecto por un gobierno que en su totalidad ha hecho más daño a la India que cualquier sistema anterior. La India es menos valerosa bajo el mando británico de lo que había sido jamás. Con esta creencia, considero un pecado sentir afecto por el sistema.

Y ha sido un precioso privilegio para mi poder escribir lo que escribí en los diversos artículos presentados como pruebas en mi contra. En realidad, creo que he prestado un servicio a la India y a Inglaterra al demostrar que la desobediencia es la forma de abandonar el estado antinatural en el que ambas naciones viven. En mi modesta opinión, la desobediencia al mal es un deber tanto como lo es la obediencia al bien. No obstante, en el pasado, la desobediencia ha sido expresada, con deliberación, en forma de violencia contra el perpetrador del mal.

Mi cometido es el de demostrar a mis compatriotas que la desobediencia violenta sólo multiplica el mal y, puesto que el mal sólo puede sobrevivir gracias a la violencia, negarse a apoyar el mal requiere el abandono incondicional de la violencia.

La no violencia implica la sumisión voluntaria al castigo por la desobediencia al mal. Por lo tanto, estoy aquí para dar la bienvenida y someterme de buen grado al cumplimiento de la pena más alta que pueda serme infligida por lo que, según la ley, es un delito deliberado y por lo que a mí me parece es el deber civil supremo.Lo único que pueden hacer, Señoría y señores asesores, es o bien dimitir de su cargo y así distanciarse del mal si sienten que la justicia que deben administrar es un mal y que en realidad soy inocente, o bien infligirme la pena más severa si creen que el sistema y la ley que consienten en administrar son buenos para las personas de este país y que mi actividad es, por lo tanto, perjudicial para el bien común.

Mahatma Gandhi

viernes, 2 de mayo de 2008

El Bando de Joaquim Murat


En la tarde del 2 de Mayo, Murat sacaría a la calle un terrorífico Bando que cumpliría:
"Orden del día:
Soldados: mal aconsejado el populacho de Madrid, se ha levantado y ha cometido asesinatos. Bien sé que los españoles que merecen el nombre de tales han lamentado tamaños desórdenes, y estoy muy distante de confundir con ellos a unos miserables que sólo respiran robos y delitos. Pero la sangre francesa vertida clama venganza. Por lo tanto mando lo siguiente:
Art. 1. Esta noche convocará el General Grouchy la comisión militar.
Art. 2. Serán arcabuceados todos cuantos durante la rebelión han sido presos con armas.
Art. 3. La Junta de Gobierno va a mandar desarmar a los vecinos de Madrid. Todos los moradores de a corte, que pasado el tiempo prescrito para la ejecución de esta resolución anden con armas, o las conserven en su casa sin licencia especial, serán arcabuceados.
Art. 4. Todo corrillo que pase de ocho personas, se reputará reunión de sediciosos y se disipará a fusilazos.
Art. 5. Toda villa o aldea donde sea asesinado un francés será incendiada.
Art. 6. Los amos responderán de sus criados, los empresarios de fábricas de sus oficiales, los padres de sus hijos y los prelados de conventos de sus religiosos.
Art. 7. Los autores de libelos impresos o manuscritos que provoquen a la sedición, los que los distribuyeren o vendieren, se reputarán agentes de la Inglaterra, y como tales serán pasados por las armas.
Dado en nuestro cuartel general de Madrid, a 2 de mayo de 1808.
Joaquín. Por mandato de S.A.I. y R., el Jefe de Estado Mayor General: Belliard”.

Félix Velasco

El Tres de mayo

La represión fue cruel. Murat no conforme con haber aplacado el levantamiento, se planteó tres objetivos: controlar la administración y el ejército español; aplicar un riguroso castigo a los rebeldes para escarmiento de todos los españoles; y afirmar que era él quien gobernaba España.

La tarde del 2 de mayo firmó un decreto que creó una comisión militar, presidida por el general Grouchy, para sentenciar a muerte a todos cuantos hubiesen sido cogidos con las armas en la mano. El Consejo de Castilla publicó una proclama en la que se declaró ilícita cualquier reunión en sitios públicos y se ordenó la entrega de todas las armas, blancas o de fuego. Militares españoles colaboraron con Grouchy en la comisión militar.

En el Salón del Prado y en los campos de La Moncloa se fusiló a centenares de patriotas. Unos mil españoles perdieron la vida en el levantamiento y los fusilamientos subsiguientes.

Murat pensó haber acabado con los ímpetus de los españoles, mediante el terror y garantizarse para sí mismo la corona de España. Sin embargo, la sangre derramada no hizo sino inflamar los ánimos de los españoles y dar la señal de comienzo de la lucha en toda España contra las tropas invasoras.
El mismo 2 de mayo por la tarde, en la villa de Móstoles, ante las noticias horribles que traídas por los fugitivos de la represión en la capital, un destacado político (Secretario del Almirantazgo y Fiscal del Supremo Consejo de Guerra), Juan Pérez Villamil, hizo firmar a los alcaldes del pueblo (Andrés Torrejón y Simón Hernández) un bando en el que se llamaba a todos los españoles a empuñar las armas en contra del invasor, empezando por acudir al socorro de la capital. Dicho bando haría comenzar el levantamiento general, cuyos primeros movimientos fueron los que promovieron el corregidor de Talavera de la Reina, Pedro Pérez de la Mula, y el alcalde Mayor de Trujillo, Antonio Martín Rivas: ambas autoridades prepararon alistamientos de voluntarios, con víveres y armas, más la movilización de tropas, para acudir al auxilio de la capital.

Félix Velasco

¿Qué paso el Dos de mayo de 1808?


Después del Tratado de Fontainebleau (27 de octubre de 1807), la entrada en España de las tropas "aliadas" francesas en camino hacia Portugal, y los sucesos del Motín de Aranjuez (17 de marzo de 1808), Madrid fue ocupada por el general Murat (23 de marzo).

Tras la llegada triunfal de Fernando VII (24 de marzo) y su padre, que acababa de ser forzado a abdicar, ambos son obligados a acudir a Bayona para reunirse con Napoleón, donde se producirá la final abdicación en José Bonaparte. En Madrid se constituyó una Junta de Gobierno como representante del rey Fernando VII.

Sin embargo, el poder efectivo quedó en manos de Murat, el cual redujo la Junta de Gobierno a un mero títere o simple espectador de los acontecimientos.

El 27 de abril Murat solicitó, supuestamente en nombre de Carlos IV, la autorización del traslado a Bayona de la reina de Etruria (hija de Carlos IV) y del infante Francisco de Paula. Si bien la Junta se negó en un principio, en su reunión en la noche del 1 al 2 de mayo y ante las instrucciones de Fernando VII llegadas a través de un emisario desde Bayona, finalmente cedió.

El pueblo, suponiendo que sus reyes habían acudido a Francia en contra de su voluntad (incapaz de pensar que padre e hijo se habían enzarzado en una lucha por el trono mendigándoselo a Napoleón), al ver partir a lo que quedaba en Madrid de la Familia Real, es decir la Reina de Etruria, María Luisa de Borbón, hija de Carlos IV y a los infantes Antonio y Francisco de Borbón, hijos de Carlos IV, tratan de oponerse a dicha salida al grito de "¡Traición! ¡Nos han quitado a nuestro rey y quieren llevarse a todos los miembros de la familia real! ¡Muerte a los franceses!". A esto hay que añadir las vejaciones y humillaciones que la soldadesca había estado realizando durante un mes al pueblo, comportandose como un ejército invasor y opresor.

Los madrileños descubrieron las necesidades de la guerra callejera: constitución de partidas de barrio comandadas por caudillos espontáneos; obligación de proveerse de armas (luchaban navajas frente a sables); necesidad de impedir la llegada de nuevas tropas francesas...

Murat trató de poner en práctica una táctica que había sido muy útil en otras confrontaciones. Cuando los madrileños quisieron hacerse con las puertas de la cerca de Madrid para impedir la llegada de las fuerzas francesas acantonadas fuera de Madrid, el grueso de las tropas de Murat (unos 30.000 hombres) ya había penetrado en la ciudad, haciendo un movimiento concéntrico para adentrarse en Madrid y buscando ocupar las grandes avenidas. Si bien la resistencia al avance francés fue mucho más eficaz de lo que Murat había previsto, especialmente en la Puerta de Toledo, la Puerta del Sol y el Parque de Artillería de Monteleón, esta operación permitió a Murat someter a Madrid bajo la jurisdicción militar.

El general Murat, tratando de cortar de raíz la revuelta, envió a la zona del Palacio Real un batallón con dos piezas de artillería, que sin intimidación alguna, disparo contra los madrileños que allí se encontraban reunidos. La descarga de artillería y fusilería en un primer momento disperso a los madrileños, pero los muertos y heridos que provocó hicieron que cientos de personas, la mayoría de las clases más bajas, armados de sables, escopetas, navajas, cuchillos y trabucos, se lanzaran a la de todo francés que encontraban en su camino, ocurriendo los primeros combates en la Puerta del Sol y las calles a dicha plaza adyacentes. La peor parte de dicho ataque de furia se la llevaron los mamelucos, tropas que formaban la escolta del General Murat.

Salvo honrosas excepciones los soldados españoles que se encontraban en Madrid, obedecieron a la Junta de Gobierno y se quedaron en sus cuarteles sin intervenir permitiendo que las tropas napoleónicas que se encontraban en Madrid y sus alrededores sofocaran el alzamiento penetrando por las calles de Alcalá, Carrera de San Jerónimo, Toledo, Mayor, Ancha de San Bernardo, Fuencarral y Montera, en dirección a la Puerta del Sol, barriendo las calles con artillería y arrollando a la multitud con caballería de la Guardia Imperial.

Poco a poco, los focos de resistencia fueron cayendo. Acuchillamientos, degollamientos, detenciones, fusiliamientos,... Mamelucos y lanceros napoleónicos extremaron su crueldad con el pueblo madrileño.

En uno de los cuarteles, el Parque de Artillería de Monteleón, dos capitanes y un teniente, Luis Daoiz, Pedro Velarde y Jacinto Ruiz, desobedecieron las ordenes de sus superiores y trataron de hacer frente a los franceses con la vana esperanza de que el resto de las tropas españolas acantonadas en Madrid seguirían su ejemplo. El Parque de Artillería de Monteleón se encontraba en lo que ahora es la Plaza del Dos de Mayo.

Nada más los defensores del parque se habían colocado en sus puestos, aparecieron por la calle de Fuencarral unas tropas francesas al mando del General Lefranc, las cuales tenían ordenes de asegurar el citado Parque pero que desconocían que sus actuales moradores se iban a oponer a su presencia.

Cuando los franceses estuvieron a tiro de la fusilería, el capitán Daoiz ordenó disparar cañones y fusiles que se encontraban en el cuartel, así como a los vecinos que había apostado en las casas más próximas, causando numerosas bajas a los franceses y su huída en desorden.

Entonces el capitán Daoiz ordenó sacar los tres cañones de que disponía fuera del cuartel uno enfilando la calle de San Pedro la Nueva, hoy del DOS DE MAYO, y los otros dos en dirección de las calles de San Bernardo y de Fuencarral, en la calle de San José, hoy de DAOIZ Y VELARDE.

Escarmentados los franceses por el recibimiento, colocaron dos piezas de artillería junto en la calle Ancha de San Bernardo, y empezaron a disparar, una columna avanzó por calle de San José y otra por la de San Pedro.

A pesar de que una primera descarga no frenó a los franceses, una segunda realizada por los ocupantes del Parque a quemarropa produjo de nuevo su huída.

El mismo general Lefranc encabezó esta vez la acometida de sus tropas, las cuales, en masa compacta, se aproximaron al cuartel a la bayoneta calada.

Por aquel entonces las municiones de los españoles estaban agotándose por lo que unicamente pudieron cargar los cañones con piedras de chispa, que a pesar de las numerosas bajas que causaron no fueron suficientes para parar a los franceses, los cuales pasaron a cuchillo a todo aquel que se encontraron. Tres horas duró la resistencia de los ocupantes del Parque de Artillería de Monteleón.
A las dos de la tarde el motín ha sido sofocado en sangre por más de 20.000 soldados franceses. En la lucha morirán y serán ejecutados ante los pelotones de fusilamiento imperiales 410 madrileños (de entre ellos 57 mujeres y 13 niños, también 40 militares españoles). Otros dos centenares largos serán heridos.

Una vez sofocada la rebelión, el general Murat ordenó que fuera ejecutado todo aquel que durante la rebelión hubieran sido presos con armas en la mano. Numeroso madrileños fueron fusilados en lo que ahora es el Paseo del Prado y lo que por entonces eran campos y ahora es La Moncloa.

Félix Velasco

Refiriéndose al alzamiento del pueblo español contra la ocupación fancesa: "Desdeñaron su interés sin ocuparse más que de la injuria recibida. Se indignaron con la afrenta y se sublevaron ante nuestra fuerza. Los españoles, en masa, se condujeron como un hombre de honor".

Napoleón Bonaparte

Jacinto Trujillo Mendoza


Jacinto Ruiz y Mendoza (Ceuta, 1779 — Trujillo, Cáceres, 1809). Inició la carrera militar a los dieciocho años, entra como cadete en el Regimiento Fijo de Ceuta, donde ya había servido como Capitán su abuelo paterno, don Antonio Nicolás Ruiz y donde su padre desempeñó el empleo de Alférez. En 1801 fue destinado, con el grado de subteniente, al regimiento de voluntarios del Estado, en Madrid. Ascendió a teniente en 1807, sin haber recibido aún su bautismo de fuego.

Se encontraba su casa enfermo en cama con fiebre. Al escuchar los primeros disparos en la calle, decide partir corriendo a la Calle Ancha de San Bernardo donde se encontraba su Cuartel para ocupar su puesto de combate. El Coronel de la Unidad, Marqués de Palacio, cediendo a las instancias del Capitán de Artillería D. Pedro Velarde y a las masas populares, decide enviar a la 3ª Compañía del Segundo Batallón al mando de D. Rafael Goicoechea con treinta y tres fusileros al Palacio de Monteleón para que hicieran respetar el Cuartel y Parque de Artillería que estaban allí situados.

Llegado al Cuartel de Artillería, en cuyas puertas se agolpaba la muchedumbre, Daoiz manda abrir las puertas al pueblo. Desoyendo las ordenes de su Capitán, el Teniente Ruiz penetra en el Acuartelamiento dirigiéndose al Capitán francés en estos términos: "El primer batallón de voluntarios del Estado esta a la puerta y los demás vienen marchando. Ya que por vuestra parte han empezado las hostilidades es forzoso entregarse inmediatamente, de lo contrario seréis pasado a cuchillo". El francés temeroso permite el paso al batallón que en realidad era una escasa Compañía, colocándola Ruiz frente a los franceses, mandando preparar las armas, lo que hizo que los invasores arrojaran las suyas y ser encarcelados.
Herido pronto en un brazo, después de ser curado provisionalmente volvió a la lucha. Una vez caídos sus dos superiores, fue Ruiz y Mendoza quien dirigió los últimos momentos de la resistencia, hasta que una bala le atravesó el pecho. Sus amigos lo escondieron y prepararon su fuga a Extremadura a finales de mayo.

El doctor Rives consigue mejorarle de sus heridas y Ruiz decide incorporarse a las tropas que combatían contra los franceses. El Gobierno le destinó a un Regimiento de Guardias Valonas de Badajoz, laureando su heroísmo con el empleo de Teniente Coronel. Agravándose sus heridas, Jacinto Ruiz vivió en Badajoz bajo el cuidado de su tío Juan Cebollino, Tte. Coronel del Regimiento de Badajoz y más tarde en Trujillo (Cáceres).

Félix Velasco

Pedro Velarde


Pedro Velarde Santillán (Muriedas, Santander, 19 de octubre de 1779 – Madrid, 2 de mayo de 1808).

A los catorce años entró como cadete en la Academia de Artillería de Segovia, finalizado los estudios con el número 2 de su promoción. En 1800, como subteniente, fue destinado al ejército que operaba en Portugal.

En 1801 asiste a la guerra con Portugal. El 12 de julio de 1802, asciende a Teniente. El 6 de abril de 1804 es promovido al grado de Capitán y entró como profesor de la misma Academia. Experto en la medición de la velocidad de los proyectiles. En 1806 pasó a Madrid como secretario de la Junta Superior Económica del cuerpo de artillería, cargo que le permitía disponer de mucha información.

Murat intentó atraerle a la causa napoleónica, ya que había sido un admirador de la obra de Napoleón Bonaparte; pero cuando éste intentó ocupar España aprovechando las disensiones internas de la familia real, empezó a conspirar para frustrar sus intenciones. En colaboración con el capitán Daoíz, preparó un plan militar para la insurrección contra los franceses (la «confabulación de los artilleros»), que quedó arruinado en los días siguientes por los traslados de tropas españolas y las precauciones que tomaron los franceses.

Velarde siguió en su destino hasta que, en la mañana del dos de mayo, al escuchar los primeros disparos, lo abandonó exclamando: "Es preciso batirnos; es preciso morir; vamos a batirnos con los franceses", después lograr reunir a 37 soldados y tras tomar el fusil de uno de los ordenanzas de la Junta de su destino, al frente de ellos se dirige al Parque de Artillería, que ocupaba el caserón y finca de los condes de Monteleón, sito en la calle de San José, en pleno barrio de Maravillas, en el que desarmó a la guardia francesa que vigilaba que los españoles no fabricaran munición, convenció a Daoíz de que era necesario dar armas al pueblo y entre ambos prepararon la defensa del cuartel.

Félix Velasco

jueves, 1 de mayo de 2008

Recuerdos del Dos de Mayo

Los dos leones de bronce que adornan la entrada principal del Congreso de los Diputados en Madrid, fundidos en la Real Fábrica de Artillería de Sevilla, reciben los nombres de "Daoíz y Velarde" en honor a ambos militares españoles.
Una placa sobre el palacio de la Puerta del Sol.

Otra placa enfrente del Palacio Real, donde la partida obligada del infante Francisco de Paula, de 12 años, disparó la revuelta contra los ocupantes franceses.

En la Pza. Dos de Mayo hay un monumento con las figuras de Daoíz y Velarde frete a un arco de ladrillo y caliza, justo en el mismo lugar en donde se hallaba la puerta del Parque de Artillería de Monteleón. Obra realizado por Antonio Solá en 1822.

En la Plaza del Rey, muy cerca de la Gran Vía, podemos encontrar un pequeño, pero hermoso monumento obra de Mariano Benlliure dedicado a el teniente Jacinto Ruiz y Mendoza. El monumento fue inaugurado en mayo de 1891 y está realizado en bronce y mármol.


El Monumento a los Caídos por España, llamado antes de 1985 Obelisco o Monumento a los Héroes del Dos de Mayo, se encuentra en la Plaza de la Lealtad de Madrid, junto al Paseo del Prado. La obra se erige en el mismo sitio donde el general Murat mandó fusilar a numerosos madrileños después del Levantamiento del 2 de mayo de 1808. El conjunto fue proyectado por el arquitecto Isidro González Velázquez.El 22 de noviembre de 1985, el rey Juan Carlos I reinauguró de nuevo el monumento, pasando a dedicarse a todos los caídos por España, en cuya memoria se colocó una llama que arde permanentemente. Se homologaba así a los numerosos memoriales levantados en todo el mundo con carácter de símbolo nacional y que toman frecuentemente el nombre de Tumba del soldado desconocido. El cuerpo que sirve de base cuadrada al monumento tiene en su cara oeste un zócalo que alberga un sarcófago con las cenizas de los madrileños fusilados el 3 de mayo. Más arriba, el remate superior de la base presenta un medallón en bajorrelieve con las efigies de los capitanes Luis Daoíz y Pedro Velarde. Sobre la base descansa otro cuerpo de menores dimensiones en cuyos cuatro frentes hay sendas estatuas alegóricas representando la Constancia, el Valor, la Virtud y el Patriotismo. Finalmente, se erige un obelisco de piedra de 46 metros de altura.

Félix Velasco

Luis Daoíz Torres


Luis Daoíz Torres (Sevilla, 10 de febrero de 1767 - Madrid el 2 de mayo de 1808). Nació en el seno de una familia aristocrática andaluza.

A la edad de 15 años, ingresó como cadete en el Colegio de Artillería de Segovia, donde obtuvo la graduación de alférez. En 1790, con el grado de subteniente, fue voluntario a la defensa de la ciudad de Ceuta, en el norte de África, pasando posteriormente a la de la ciudad de Orán. Allí, en 1792, con 21 años, fue ascendido al grado de teniente de artillería.
En 1794, participó en la Guerra del Rosellón contra la Francia revolucionaria siendo capturado prisionero, permaneciendo en Toulouse como tal hasta que firmada en 1795 la Paz de Basilea, que puso fin a la contienda, fue liberado. Durante su cautiverio, conocida su valía como militar y artillero, sus conocimientos matemáticos y de varias lenguas, entre ellas el inglés, el francés y el latín, recibió ofertas de pasarse al bando revolucionario francés, ofertas que rechazó. En 1797, durante el sitio de Cádiz por los ingleses, dirigió una de las lanchas que atacaban a los navíos de Nelson, saliendo victoriosa la defensa española del ataque inglés.
Posteriormente y debido a la escasez de artilleros en la marina, se incorporó al navío San Ildefonso, e hizo dos viajes a América, ascendiendo a capitán de artillería en 1800 y destinándosele a un regimiento de artillería en Sevilla, dónde demostró su gran capacidad científica en su contribución al desarrollo de unas piezas ligeras de artillería.
En enero de 1808 fue destinado a Madrid donde, viendo el cariz que tomaba la presencia de los franceses en España, que ocupaban las plazas fuertes y las grandes poblaciones por las que iban pasando, planeó con Pedro Velarde un alzamiento general, que fracasó por no contar con el apoyo del gobierno. En la jornada del 2 de mayo, cuando se produjeron los primeros ataques de los soldados imperiales contra el pueblo madrileño, estando al mando del Parque de Artillería de Monteleón, permitió que entrara el pueblo para proveerse de armas y luchar al lado de Pedro Velarde y sus hombres. La lucha en este cuartel duró unas tres horas. Pero combatían frente a fuerzas diez veces superiores, y las municiones empezaron a escasear. La suerte estaba decidida. Herido en un muslo, Daoíz intentó seguir la defensa, pero falleció debido a heridas posteriores de bayoneta.

Monumento a Daoiz en la Plaza de la Gavidia (Sevilla)

Félix Velasco

Parque de Monteleón


Liderado por caudillos espontáneos del pueblo llano, el lunes 2 de Mayo de 1808, una muchedumbre se dirigió al Parque de Artillería de Monteleón pidiendo armas con las que enfrentarse a los continuos desmanes de los invasores franceses. Al mismo lugar se dirigieron el Capitán de la Artillería Real don Pedro Velarde y el Capitán de Infantería don Rafael Goicoechea, al cual asistía en las labores de mando al frente de la 3ª compañía del Regimiento de Voluntarios del Estado el Teniente don Jacinto Ruiz. El Jefe del Parque, el también Capitán don Luis Daoiz y Torres, les franqueó la puerta. De manera casi inmediata fueron cercados por las tropas del general Lefranc. La lucha fue encarnizada y los actos de heroísmo incontables. El capitán Diego Velarde cayó cosido a balazos y el capitán Daoiz murió defendiendo su último cañón atravesado por las bayonetas enemigas.

Por el Arenal y las Vistillas, y en la misma Puerta del Sol, los vecinos se enfrentan navaja en mano a los sables de la caballería mameluca, la más temida de Europa. Muerto su jefe, el teniente Ruiz lidera la defensa hasta que un proyectil le atraviesa el pecho. Ayudado por algunos paisanos logra eludir el cerco, pero morirá semanas más tarde a resultas de la herida, era natural de la ciudad de Ceuta y cuando se incorporó al Parque venía de su casa, donde se encontraba en cama convaleciente de grave enfermedad. Pasado el mediodía, los franceses aplastaron a los últimos defensores. Acababa de escribirse una de las páginas más gloriosas de la historia de España.

"El parque de Monteleón es nuestro Alamo, y es paradójico que haya chicos que conozcan mejor la historia de El Alamo, en Texas, con el coronel Travis y David Crockett, y no sepan lo que hicieron el 2 de mayo los capitanes Daoiz y Velarde" Arturo Pérez-Reverte (entrevista con la Agencia EFE)

Félix Velasco

Manuela Malasaña


Manuela Malasaña Oñoro (Madrid, 10 de marzo de 1791 - Madrid, 2 de mayo de 1808), convertida en uno de los mitos de la resistencia del pueblo de Madrid ante las tropas del general Murat, jefe del ejército francés, que ocupaba la capital de España y contra el que se sublevó la población el 2 de mayo de 1808.

Según una versión falleció durante la refriega mientras proporcionaba cartuchos a su padre Juan Manuel, que desde su casa de la calle de San Andrés, 18 defendía las puertas del Parque de Artillería de Monteleón (hoy Pza. del Dos de Mayo).

Según otra versión, la dueña del taller donde trabajaba Manuela como bordadora no dejó salir a sus costureras hasta que al atardecer de aquel lunes cesaron los disparos. Camino a casa, la niña fue detenida por una pareja de soldados franceses que, al intentar registrarla o seducirla, sin lograrlo, la fusilaron en plena calle al sacar ella para defenderse unas tijeras que usaba en la labor de costura.

Su cadaver fue anotado con el nº 74 en la relación de las 409 víctimas y 170 heridos que se conserva en los archivos militares y municipal de Madrid.Fue enterrada en el Hospital de la Buena Dicha en la calle de Silva que había sido fundado en 1594 y que acogía a la gente pobre. En este lugar fueron atendidos muchos de los heridos en este día del 2 de Mayo y fueron enterrados muchos de los caídos.

El hecho de morir tan joven y en día tan señalado para la liberdad del pueblo español hizo que se creara en torno a su memoria una leyenda de heroína. Madrid le dedicó un barrio: el barrio de Malasaña.

Su retrato sobre lienzo se encuentra en la Sala de Heroínas del Museo del Ejército. Aparece en pie, hasta la rodilla. Viste torera negra, camisa con chorreras y falda ocre. Su mano derecha, que sujeta un pañuelo, se apoya en un pedestal.

Félix Velasco