domingo, 28 de septiembre de 2008

Duelo a garrotazos (Goya)

Mientras China pasea por el espacio, después de Rusia y Estados Unidos, y planea llegar a la Luna,...
Nosotros divididos, enfrentados en luchas cantonales, regionales y fraticidas sin sentido: discutiendo por los Presupuestos Generales del Estado, el agua y los trasvases, los idiomas, la Ley de Educación, los partidos políticos, la "lucha" de sexos, las banderas, la economía, el poder judicial, la Educación para la Ciudadanía, el futbol, los toros, la inmigración, el racismo, los días festivos del calendario, los separatismos locales, los nacionalismos periféricos, el aborto, la eutanasia, manifestaciones para todos los gustos y colores, cada vez más personas en el paro, periódicos que mienten descaradamente sirviendo al "pesebre" que los alimenta, jueces vendidos al mejor postor, las tumbas de la guerra civil, los monumentos que se ponen y quitan, los nombres de las calles, el cine, las cuotas o porcentajes de sexo en las organizaciones, el feminismo, el machismo,... ¡Repugnante!
Pseudo periodístas, pseudo abogados, pseudo presentadores,... en definitiva, chiquilicuatres que se apropian del derecho de representarnos.
Ausencia de los valores que engrandecen y dignifican a la persona humana: Bien, Verdad, Libertad, Justicia,.. ya no sabemos que significan, los hemos relativizado y vaciado de contenido,... los hemos prostituido a base de utilizarlos como un chicle, masticándolos y masticándolos hasta que pierden su sabor.
Y el ¿presidente de España? sacando pecho y presumiendo el Wall Street de que tenemos la economía más saneada del mundo y que "semos" los mejores. Haciendo el ridículo.
Y los ¿gobiernos autonómicos? envolviéndose en sus banderas y apropiándose de forma partidista de lo que es de todos los españoles, comprando y vendiendo favores,.. pues a fin de cuentas todo es por dinero y poder disfrazado de ¿ideologías?
Tenemos los políticos que nos merecemos. Entresacados del pueblo, salen del pueblo y son elegidos por el pueblo. Así que no te quejes y apechuga cuatro años.
Un Universo inmeso y maravilloso por admirar y descubrir,... y nosotros mirándonos el ombligo arreándonos mamporros unos a otros.
Félix Velasco

Falleció Paul Newman


El actor estadunidense Paul Newman falleció de cáncer este sábado, a los 83 años, un año después de haberse despedido del cine, oficio al que consagró más de 60 películas.
“La obra de Paul Newman fue la actuación. Su pasión fue para las carreras de automóviles. Su amor fue para su familia y amigos. Y su corazón y alma estuvieron dedicadas a ayudar a hacer del mundo un mejor lugar para todos”, dijo el vicepresidente de la fundación Newman’s Own, Robert Forrester, al anunciar el deceso desde Westport, Connecticut. El actor sufría de cáncer.
Newman, quien el 10 de mayo hizo su última aparición pública en un evento automovilístico de Indianápolis –su otra gran pasión–, había dicho el 25 de mayo de 2007 adiós a la actuación en una entrevista a la cadena estadunidense ABC, donde, con franqueza, admitió los problemas de la vejez. “No estoy más disponible para trabajar como un actor ni para estar al nivel que me gustaría. Uno comienza a perder memoria, confianza y capacidad de inventar” , por eso “creo que esto es más bien un capítulo cerrado”.
El actor de ojos azul profundo, que fue todo un símbolo sexual del cine hollywoodense, y cuyo último trabajo fue prestar su voz a uno de los automóviles animados de Cars en 2006.
Newman, diez veces nominado a los premios de la Academia, ganador de dos Oscar honoríficos y uno en 1987 como mejor actor por su papel en El color del dinero, de Martin Scorsese, nació en Cleveland, Ohio, el 26 de enero de 1925 en el seno de una familia de padre de origen judío-alemán y una madre católica de raíces húngaras.
En 1942 ingresó en el Kenyon College universitario, y un año más tarde se alistó en la Marina, para cumplir entre 1943 y 1945 el servicio militar en las bases de Okinawa y Guam. Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, Newman finalizó la carrera de ciencias económicas, y a finales de los años 40 estudió un año en la escuela de arte dramático de la Universidad de Yale.
Debutó en los escenarios en 1949 y en 1952 ingresó al Actor’s Studio, que le permitió un año después ganar su primer papel en Picnic de William Inge, en Broadway.
Vivió épocas de gloria y su nombre quedó impreso en la memoria colectiva con su protagónico en Butch Cassidy (1969) y The Sting (1973), al lado de Robert Redford.
Su carrera en la gran pantalla, donde fue prolífica, donde se probó como director, productor y ganó fama mundial como actor de clásicos del cine estadunidense.
Fanático de las carreras automovilísticas y filántropo, Paul Newman se casó dos veces; la primera, en 1949 con Jackie Witte, con quien tuvo tres hijos, y en 1958 con la mujer que lo acompañó hasta su muerte, Joanne Woodward, matrimonio del cual nacieron tres hijos más.

Filmografía como director:

El zoo de tierra 1987, Harry e hijo 1984, La caja oscura 1980 (rodado para la televisión), El efecto de los rayos gamma sobre las margaritas 1972, Casta invencible 1971, Raquel, Raquel 1968.

Filmografía como actor:

Cars (voz) - Camino a la perdición de Sam Mendes - Donde esté el dinero de Marek Kanievska - Mensaje en una botella de Luis Mandoki - Al caer el sol de Robert Benton - El gran salto de Joel Coen - Ni un pelo de tonto de Robert Benton - Esperando a Mr. Bridge de James - Ivory Creadores de sombras de Roland Joffé - El escándalo Blaze de Ron Shelton - El color del dinero de Martin Scorsese - Harry e hijo de Paul Newman - Veredicto final de Sidney Lumet - Ausencia de malicia de Sydney Pollack - Distrito apache - El Bronx de Daniel Petrie - El día del fin del mundo de James Goldstone - Quinteto de Robert Altman - El castañazo de George Roy Hill - Buffalo Bill y los indios de Robert Altman - La última locura de Mel Brooks - Con el agua al cuello de Stuart Rosenberg - El coloso en llamas de John Guillermin - El golpe de George Roy - Hill El hombre de MacKintosh de John Huston - El juez de la horca de John Huston - Los indeseables de Stuart Rosenberg - Casta invencible de Paul Newman - Un hombre de hoy de Stuart Rosenberg - Dos hombres y un destino de George Roy Hill - 500 millas de James Goldstone - Comando secreto de Jack Smight - La leyenda del indomable de Stuart Rosenberg - Un hombre de Martin Ritt - Cortina rasgada de Alfred Hitchcock Harper, investigador privado de Jack Smight - Lady L de Peter Ustinov - Cuatro confesiones de Martin Ritt Ella y sus maridos de J. Lee Thompson - El premio de Mark Robson Samantha de Melville Shavelson Hud de Martin Ritt - Cuando se tienen veinte años de Martin Ritt - Dulce pájaro de juventud de Richard Brooks - Un día volveré de Martin Ritt - El buscavidas de Robert Rossen - Éxodo de Otto Preminger - Desde la terraza de Mark Robson - La ciudad frente a mí de Vincent Sherman - Un marido rico de Leo McCarey - La gata sobre el tejado de zinc de Richard Brooks - El zurdo de Arthur Penn - El largo y cálido verano de Martin Ritt - Mujeres culpables de Robert Wise - Para ella un solo hombre de Michael Curtiz - Traidor a su patria de Arnold Laven - Marcado por el odio de Robert Wise - El cáliz de plata de Victor Saville.
En 1993 recibió por tercera vez un Oscar como premio a sus labores humanitarias; su empresa de alimentos Newman’s Own donó el total de sus ganancias a obras caritativas, con las que ha entregado 200 millones de dólares desde 1982.

Gracia por haber nacido, Paul.
Félix Velasco

sábado, 20 de septiembre de 2008

Guitarra Guajira


Una vez robé un lucero,
de lo alto de un monte blanco.
Una vez robé un lucero,
de lo alto de un monte blanco.

Se lo regalé a la noche
para enriquecer su manto.

Otra vez robé a los lagos,
la claridad de sus aguas.
Otra vez robé a los lagos,
la claridad de sus aguas.

Se la regalé a tus ojos,
pero tú no me mirabas.

Canta guitarra hechicera,
canta guitarra guajira.
Canta guitarra hechicera,
canta guitarra guajira.

Siempre que me hablas de amores,
me cuentas una mentira.

Agustín Lara

La eterna búsqueda de la felicidad


La mayoría de los muchos libros que, según ellos, nos ayudan a encontrar la felicidad hacen siempre una alusión admirativa y también agradecida a Thomas Jefferson. Como sin duda ustedes saben, él fue el responsable de que en la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos se incluyeran como derechos inalienables del ser humano “la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”. Magnífica frase, sin duda, que debería ser la base de toda sociedad moderna; pero su última parte –“la búsqueda de la felicidad”– ha creado un malentendido que, a mi modo de ver, resulta negativo.
Primero me gustaría decir que la búsqueda de la felicidad es un problema que preocupa sólo a sociedades que ya de por sí son bastante felices. Como es lógico, para quienes están penando por dar de comer a sus hijos o por evitar ser víctimas de la injusticia, de la enfermedad o de la muerte su meta es sobrevivir y no tienen tiempo de pensar en otra cosa. Para ellos por tanto la felicidad no es un fin sino una consecuencia que se deriva de lo que les ocurre. En otras palabras, son felices porque ese día han logrado un pedazo de pan que llevarse a la boca o porque han evitado a sus hijos un gran peligro. En las sociedades ricas, en cambio, la felicidad es un fin. La mayoría de nosotros, cuando nos preguntan qué es lo que más deseamos en esta vida respondemos que ser felices. Y ser feliz en el mundo opulento está casi siempre relacionado con lo que tenemos y, más aún, con lo que tienen los demás.
Antes, la comparación (casi siempre desfavorable) con lo que tenía el prójimo no era demasiado aplastante. Porque hasta hace poco, nosotros nos medíamos con nuestros pares y con las personas de nuestro entorno. Así, podíamos pensar, por ejemplo, que éramos más o menos guapos / ricos / inteligentes que el vecino del quinto o que el farmacéutico de la esquina o que nuestro cuñado Pepe. En cambio ahora, en la era de la información, no nos medimos con nuestros pares, tampoco con nuestros allegados. Nos medimos con lo que vemos en la tele y en el cine. Nos comparamos por tanto no con la vecina del quinto sino con Angelina Jolie; no con el farmacéutico de la esquina sino con Bill Gates y no con nuestro cuñado Pepe sino con Philip Roth. Tal vez les parezca que exagero, pero les aseguro que no demasiado. Es posible que conscientemente nadie se mida con estos modelos inalcanzables, pero están ahí y esa sola circunstancia crea un nivel de exigencia personal y también de deseo que no es el que tenían nuestros abuelos.
Por todo esto, a mi modo de ver, el hecho de que los librillos de autoayuda que tanto infestan nuestras vidas digan, parafraseando a Jefferson, que la felicidad es un derecho, no hacen más que añadir leña a la hoguera de nuestra insatisfacción. Consciente o inconscientemente lo que esas publicaciones intentan hacernos creer es que la felicidad nos es debida, que la merecemos y que, en una sociedad abierta, está al alcance de todos. Para empezar, el primer error reside en una falsa interpretación de la frase de Jefferson. Él nunca dijo que tuviéramos derecho a la felicidad sino a su búsqueda, lo que implica no una actitud pasiva, sino una muy activa. Por eso, que nadie espere que la felicidad le venga de fuera como un don divino; hay que currársela, como todo en esta vida.
Después, está el asunto de las comparaciones. Otra de las falacias de la sociedad moderna es la de hacernos creer que podemos llegar a ser Alguien con mayúsculas. No, ni vamos a ser Angelina Jolie, ni Bill Gates ni Philip Roth; de modo que no vale la pena perder ni un momento de felicidad en eso.
Y por fin está el tema más peliagudo de todos: el de que la felicidad está no en contar lo que uno no tiene, como hacemos todos en esta sociedad ricachona y caprichosa en la que vivimos, sino en contar precisamente lo que sí tenemos. Porque esa es la gran paradoja del ser humano: cuánto más tiene más echa en falta aquello de lo que carece, y cuantas más carencias más aprecia lo que tiene. Pequeñas compensaciones que hacen pensar que no todo es tan injusto en esta vida.

Carmen Posadas

La rebelión de las masas - 17


El mundo que desde el nacimiento rodea al hombre nuevo no le mueve a limitarse en ningún sentido, no le presenta veto ni contención alguna, sino que, al contrario, hostiga sus apetitos, que, en principio, pueden crecer indefinidamente. Pues acontece -y esto es muy importante que ese mundo del siglo XIX y comienzos del XX no sólo tiene las perfecciones y amplitudes que de hecho posee, sino que además sugiere a sus habitantes una seguridad radical en que mañana será aún más rico, más perfecto y más amplio, como si gozase de un espontáneo e inagotable crecimiento. Todavía hoy, a pesar de algunos signos que inician una pequeña brecha en esa fe rotunda, todavía hoy muy pocos hombres dudan de que los automóviles serán dentro de cinco años más confortables y más baratos que los del día. Se cree en esto lo mismo que en la próxima salida del sol. El símil es formal. Porque, en efecto, el hombre vulgar, al encontrarse con ese mundo técnica y socialmente tan perfecto, cree que lo ha producido la naturaleza, y no piensa nunca en los esfuerzos geniales de individuos excelentes que supone su creación. Menos todavía admitirá la idea de que todas estas facilidades siguen apoyándose en ciertas difíciles virtudes de los hombres, el menor fallo de los cuales volatilizaría rápidamente la magnífica construcción.
Esto nos lleva a apuntar en el diagrama psicológico del hombre-masa actual dos primeros rasgos: la libre expansión de sus deseos vitales -por lotanto, de su persona y la radical ingratitud hacia cuanto ha hecho posible la facilidad de su existencia. Uno y otro rasgo componen la conocida psicología del niño mimado. Y en efecto, no erraría quien utilice ésta como una cuadrícula para mirar a su través el alma de las masas actuales. Heredero de un pasado larguísimo y genial -genial de inspiraciones y deesfuerzos-, el nuevo vulgo ha sido mimado por el mundo en torno. Mimar es no limitar los deseos, dar la impresión a un ser de que todo le está permitido y a nada está obligado. La criatura sometida a este régimen no tiene la experiencia de sus propios confines. A fuerza de evitarle toda presión en derredor, todo choque con otros seres, llega a creer efectivamente que sólo él existe, y se acostumbra a no contar con los demás, sobre todo a no contar con nadie como superior a él. Esta sensación de la superioridad ajena sólo podía proporcionársela quien, más fuerte que él, le hubiese obligado a renunciar a un deseo, a reducirse, a contenerse. Así habría aprendido esta esencial disciplina: «Ahí concluyo yo y empieza otro que puede más que yo. En el mundo, por lo visto, hay dos: yo y otro superior a mí.» Al hombre medio de otras épocas le enseñaba cotidianamente su mundo esta elemental sabiduría, porque era un mundo tan toscamente organizado, que las catástrofes eran frecuentes y no había en él nada seguro, abundante ni estable. Pero las nuevas masas se encuentran con un paisaje lleno de posibilidades y, además, seguro, y todo ello presto,a su disposición, sin depender de su previo esfuerzo, como hallamos el sol en lo alto sin que nosotros lo hayamos subido al hombro. Ningún ser humano agradece a otro el aire que respira, porque el aire no ha sido fabricado por nadie: pertenece al conjunto de lo que «está ahí», de lo que decimos «es natural», porque no falta. Estas masas mimadas son lo bastante poco inteligentes para creer que esa organización material y social, puesta a su disposición como el aire, es de su mismo origen, ya que tampoco falla, al parecer, y es casi tan perfecta como la natural.
José Ortega y Gasset

La rebelión de las masas - 16


¿Cómo es este hombre-masa que domina hoy la vida publica? -la política y la no política-. ¿Por qué es como es?; quiero decir, ¿cómo se ha producido?
Conviene responder conjuntamente a ambas cuestiones, porque se prestan mutuo esclarecimiento. El hombre que ahora intenta ponerse al frente de la existencia europea es muy distinto del que dirigió al siglo XIX, pero fue producido y preparado en el siglo XIX. Cualquiera mente perspicaz de 1820, de 1850, de 1880, pudo, por un sencillo razonamiento apriori, prever la gravedad de la situación histórica actual. Y, en efecto, nada nuevo acontece que no haya sido previsto cien años hace. «¡Las masas avanzan!», decía, apocalíptico, Hegel. «Sin un nuevo poder espiritual, nuestra época, que es una época revolucionaria, producirá una catástrofe», anunciaba Augusto Comte. «¡Veo subir la pleamar del nihilismo!», gritaba desde un risco de la Engadina el mostachudo Nietzsche. Es falso decir que la historia no es previsible. Innumerables veces ha sido profetizada. Si el porvenir no ofreciese un flanco a la profecía, no podría tampoco comprendérsele cuando luego se cumple y se hace pasado. La idea de que el historiador es un profeta del revés, resume toda la filosofía de la historia. Ciertamente que sólo cabe anticipar la estructura general del futuro; pero eso mismo es lo único que en verdad comprendemos del pretérito o del presente. Por eso, si quiere usted ver bien su época, mírela usted desde lejos. ¿A qué distancia? Muy sencillo: a la distancia justa que le impida ver la nariz de Cleopatra.

José Ortega y Gasset

La rebelión de las masas - 15


Y, en efecto, el tipo medio del actual hombre europeo posee un alma más sana y más fuerte que la del pasado siglo, pero mucho más simple. De aquí que a veces produzca la impresión de un hombre primitivo surgido inesperadamente en medio de una viejísima civilización. En las escuelas, que tanto enorgullecían al pasado siglo, no ha podido hacerse otra cosa que enseñar a las masas las técnicas de la vida moderna, pero no se ha logrado educarlas. Se les han dado instrumentos para vivir intensamente, pero no sensibilidad para los grandes deberes históricos; se les han inoculado atropelladamente el orgullo y el poder de los medios modernos, pero no el espíritu. Por eso no quieren nada con el espíritu, y las nuevas generacionesse disponen a tomar el mando del mundo como si el mundo fuese un paraíso sin huellas antiguas, sin problemas tradicionales y complejos.

José Ortega y Gasset

Mujer


Mujer, mujer divina,
tienes el veneno que fascina
en tu mirar.

Mujer, alabastrina,
eres vibración de sonatina pasional.
Tienes el perfume de un naranjo en flor,
el altivo porte de una majestad.

Sabes de los filtros que hay en el amor
tienes el hechizo de la liviandad.
La divina magia de un atardecer
y la maravilla de la inspiración.

Tienes en el ritmo de tu ser
todo el palpitar de una canción,
eres la razón de mi existir, mujer.

La divina magia de un atardecer
y la maravilla de la inspiración.
Tienes en el ritmo de tu ser
todo el palpitar de una canción,
eres la razón de mi existir, mujer.
Agustín Lara

sábado, 13 de septiembre de 2008

Velocirraptor


Un equipo de paleontólogos alemanes ha descubierto en una cantera de la localidad de Obernkirchen, Baja Sajonia, las huellas de un dinosaurio depredador de la familia de los velocirraptores, y que han resultado ser las primeras que se han encontrado en Europa.
Annete Richter, paleontóloga del Museo Estatal de la Baja Sajonia, en Hanover, ha señalado que tan sólo se conocen seis lugares en el mundo en el que existan huellas o restos de velocirraptores, pero en ninguno se han encontrado tantas como en Obernkirchen.
Segun la investigadora, "esta es la prueba de que ese tipo de dinosaurios, afines a las aves, tuvieron también su epicentro en Europa y no sólo en Asia". Así mismo, ha dado a conocer que se han hallado un total de 49 huellas de pie de ese depredador, cuyo nombre saltó a la fama de la mano del filme "Parque Jurásico" de Steven Spielberg.

Félix Velasco

La máquina del 'Big Bang'



Tras dos décadas de trabajo en el diseño y la construcción de una obra que ha supuesto una inversión de 4.000 millones de euros, los físicos de todo el planeta esperan ansiosos los primeros resultados del experimento pionero.
El objetivo es reproducir las condiciones que existían inmediatamente después del 'Big Bang', con la intención de desentrañar los enigmas que siguen rodeando a la naturaleza de la materia, e identificar con más certeza que nunca los ladrillos fundamentales de los que se componen las estrellas, los planetas y nosotros mismos.
Una vez que termine esta primera fase de pruebas, los científicos del Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN) lanzarán protones en direcciones opuestas a la velocidad de la luz, en el núcleo del LHC: un anillo metálico de 27 kilómetros cuya temperatura interior alcanzará 271 grados bajo cero.
Si sus expectativas se cumplen, las partículas subatómicas colisionarán en las entrañas del LHC aproximadamente 600 millones de veces por segundo, y desencadenarán la mayor cantidad de energía jamás observada en las condiciones de un experimento científico.

Cuando el LHC empiece a trabajar a pleno rendimiento en los próximos meses, los aproximadamente 10.000 científicos de unos 500 centros de investigación que participan en el proyecto van a tener mucho trabajo. Se calcula que cada año, el acelerador de partículas producirá tantos datos que se necesitaría una pila de CD's de una altura de 20 kilómetros para almacenar toda la información generada por sus experimentos.
Félix Velasco

viernes, 12 de septiembre de 2008

Aragón también existe


Que sí, hombre, que ya era hora. Que en toda esta lista de los más vendidos, en este concurso inaudito de ignorancia, manipulación y mala fe a la hora de reinventar la Historia, uno está hasta la línea de flotación de oír siempre a los mismos, como si el resto hubiera oficiado de comparsas en la murga. Y hete aquí por fin que alguien reacciona como es debido, y dice venga ya, y decide que ya es hora de poner en su sitio a unos cuantos timadores y mangantes, de esos que les pagan pesebres a sus historiadores de plantilla para que descosan y vuelvan a coser la historia a medida, y luego la meten en los libros de texto y se montan unas películas que ya las hubiera querido Samuel Bronston. Eso mientras los que saben se callan, porque son unos mierdecillas, o por el qué dirán, o porque les interesa. Y de ese modo terminamos viviendo en una España virtual, que no la conoce ni la madre que la parió.
Así que olé los huevos de Aragón, o de quien decidiera montar la exposición Aragón, reino y corona, que no sé si andará por alguna parte ahora, pero que durante el mes de mayo estuvo abierta en Madrid. En toda esa mentecatez de la que hablaba antes -ahora resulta que existió un imperio catalán que hasta hace cuatro días pasó inexplicablemente inadvertido a los historiadores, o que los irreductibles vascos nunca se mezclaron en las empresas militares ni comerciales españolas- Aragón había estado mucho tiempo callado, pese a tener muchas cosas que decir, o que matizar, desde aquel lejano siglo onceno en que Ramiro I, contemporáneo del Cid, sentaba las bases de un reino que abarcaría Aragón, Valencia, las Mallorcas, Barcelona, Sicilia, Cerdeña, Nápoles, Atenas, Neopatria, el Rosellón y la Cerdaña, y terminó formando la actual España en 1469, gracias al enlace entre su rey Fernando II de Aragón e Isabel, reina de Castilla. Ése es el hecho cierto, y no lo cambian ni el mucho morro ni el reescribir la Historia; incluido el manejo exclusivista y fraudulento de las famosas barras que eran Senyal real no de un reino o territorio, sino de una familia o casa reinante que, como matizó Pedro IV en el siglo XIV, tiene Aragón como título y nombre principal. Casa reinante que absorbió a la casa de Barcelona, extinguida en 1150 por mutua conveniencia y deseo del titular de esta última, el conde Ramón Berenguer; que al casarse con Petronila, hija de Ramiro el Monje, rey de Aragón, adquirió como propio un linaje superior, pero renunciando al suyo, no titulándose más que princeps junto a su esposa regina; de modo que el hijo de ambos, ya con Barcelona incorporada a la corona, se tituló rex de Aragón, y nunca de Cataluña. Por suerte no todos los archivos han caído en manos de quien yo me sé -tiemblo al pensar qué será de ellos-, y aún quedan documentos donde comprobar lo evidente. Que por cierto, en cuanto a la propiedad histórica de las famosas barras, no está de más recordar que en 1285 la crónica de Bernard Deslot precisaba aquello de: «No pienso que galera o bajel o barco alguno intente navegar por el mar sin salvoconducto del rey de Aragon, sino que tampoco creo que pez alguno pueda surcar las aguas marinas si no lleva en su cola un escudo con la enseña del rey de Aragón». Así que cómo me alegro, oigan, de que aquel digno y viejo Aragón olvidado, marginado, asfixiado por la perra política de este perro país, aún sea capaz de decir aquí estoy, desmintiendo a tanto oportunista y a tanto manipulador y a tanto mercachifle. Recordando que existió una corona aragonesa que constituyó el imperio más extenso del Occidente medieval, donde, bajo su nombre y sus barras, Aragón, Cataluña y Valencia compartieron aventuras, comercio, guerras e historia, enriquecieron sangres y lenguas con el latín, el catalán y el castellano, cartografiaron el mundo, construyeron naves, pasearon mercenarios almogávares y dominaron territorios que luego aportaron a lo que ahora llamamos España, con la manifestación de los fueros y libertades propios en aquella fórmula tremenda, maravillosa y solemne: el «si non, non» heredado de los antiguos godos, mediante el cual los nobles aragoneses -«que somos tanto como vos, y juntos más que vos»-, acataban la autoridad del rey de tú a tú, reconociéndolo sólo como «el principal entre los iguales». Por eso son buenas estas iniciativas y estas exposiciones y estas cosas. Son muy buenas, incluso higiénicas; y me sorprende que, como antídoto contra la manipulación y la desmemoria que están convirtiendo este lugar llamado España en una piltrafa y en una casa de putas insolidaria y estulta, no se les dediquen más esfuerzos, ocasiones y dinero. Por ejemplo, el que se ha utilizado en la imprescidible urgencia de sustituir La Coruña por A Coruña en los rótulos de las carreteras y auto-vías de toda España. Incluida, supongo, la N-340 a la altura de Chiclana.

Arturo Pérez-Reverte

Que nadie sepa mi sufrir


No te asombres si te digo lo que fuiste,
una ingrata con mi pobre corazón,
porque el brillo de tus lindos ojos negros
alumbraron el cariño de otro amor.
Y pensar que te adoraba tiernamente,
que a tu lado como nunca me sentí.
Y por esas cosas raras de la vida
sin el beso de tu boca yo me vi.
Amor de mis amores,
reina mía, qué me hiciste
que no puedo consolarme
sin poderte contemplar.
Ya que pagaste mal
a mi cariño tan sincero,
lo que conseguirás
que no te nombre nunca más.
Amor de mis amores
si dejaste de quererme,
no hay cuidado que la gente
de eso no se enterará.
Que gano con decir
que una mujer cambió mi suerte,
se burlarán de mi,
qué nadie sepa mi sufrir.

Angel Cabral

Robert Kennedy comunica la muerte de Martin Luther King


Damas y Caballeros - Esta tarde solo voy a hablar para Ustedes por algo así como un minuto. Debido a...
Tengo noticias muy tristes para todos Ustedes, y creo que igualmente son noticias tristes para todos nuestros conciudadanos, y para las personas que aman la paz en todo el mundo, y trata de que: Martin Luther King recibió un disparo y murió esta noche en Memphis, Tennessee.
Martin Luther King dedico su vida al amor y la justicia entre la fraternidad de seres humanos. Él murió por la causa de ese esfuerzo. En este día difícil, en esta hora difícil para los Estados Unidos, tal vez esté bien preguntar que clase de nación somos y en que dirección nos queremos embarcar.
Para aquellos entre ustedes que son negros - considerando la evidencia, se hace evidente que personas blancas fueron las responsables - puede que les llene de amargura, y de odio, y de un deseo de venganza.
Podríamos movernos en esa dirección como nación, hacia una polarización mayor - personas negras entre los negros, y blancos entre los blancos, llenos de odio unos contra otros. O podríamos hacer un esfuerzo, como Martin Luther King lo hizo, para entender y para comprender, y sustituir esa violencia, esa mancha de matanza que se ha extendido a lo largo de nuestra tierra, con un esfuerzo para entender, compadecer y amar.
Para aquellos entre ustedes que son negros y están tentados a llenarse con odio y desconfianza, por la injusticia de semejante acto, en contra de todas las personas blancas, yo solo les diría que en mi propio corazón puedo también sentir la misma clase de sentimiento. Yo tuve un miembro de mi familia asesinado, empero el fue asesinado por un hombre blanco.
Más necesitamos hacer un esfuerzo en los Estados Unidos, necesitamos hacer un esfuerzo para entender, para sobreponernos a estos tiempos definitivamente difíciles.
Lo que necesitamos en los Estados Unidos no es la división; lo que necesitamos en los Estados Unidos no es odio; lo que necesitamos en los Estados Unidos no es violencia o anarquía, sino que amor y sabiduría, y compasión unos con otros, y un sentimiento de justicia hacia aquellos que aun sufren dentro de nuestra nación, independientemente si estos si blancos o si son negros.
(Interrumpido por aplausos)
Así que les pido esta noche para volver a casa, para hacer una oración por la familia de Martin Luther King, en verdad, pero con mas importancia hacer una oración por nuestro propio país, al cual todos amamos - una oración por la comprensión y aquella compasión de la cual hablaba. Podemos estar bien en este país. Tendremos tiempos difíciles. Hemos tenido tiempos difíciles en el pasado. Y tendremos tiempos difíciles en el futuro. Esto no es el fin de la violencia; no es el fin de la anarquía. Y esto no es el fin del desorden.
Pero la vasta mayoría de las personas blancas y la vasta mayoría de las personas negras de este país quieren vivir juntos, quieren mejorar la calidad de nuestras vidas, y quieren justicia para todos los seres humanos que abriga nuestra tierra.
(Interrumpido por aplausos)
Permitámonos dedicarnos a lo que los griegos escribieron hace muchísimos años: A dominar el salvajismo existente en el hombre y hacer apacible la vida de este mundo.
Permitámonos dedicarnos a eso, y decir una oración por nuestro país y por nuestro pueblo. Muchísimas Gracias. (Aplausos)

Robert Kennedy

4 Abril, 1968, Indianapolis, Indiana

jueves, 11 de septiembre de 2008

Botella al mar para el dios de las palabras


A mis 12 años de edad estuve a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba me salvó con un grito: «¡Cuidado!»
El ciclista cayó a tierra. El señor cura, sin detenerse, me dijo: «¿Ya vio lo que es el poder de la palabra?» Ese día lo supe. Ahora sabemos, además, que los mayas lo sabían desde los tiempos de Cristo, y con tanto rigor que tenían un dios especial para las palabras.
Nunca como hoy ha sido tan grande ese poder. La humanidad entrará en el tercer milenio bajo el imperio de las palabras. No es cierto que la imagen esté desplazándolas ni que pueda extinguirlas. Al contrario, está potenciándolas: nunca hubo en el mundo tantas palabras con tanto alcance, autoridad y albedrío como en la inmensa Babel de la vida actual. Palabras inventadas, maltratadas o sacralizadas por la prensa, por los libros desechables, por los carteles de publicidad; habladas y cantadas por la radio, la televisión, el cine, el teléfono, los altavoces públicos; gritadas a brocha gorda en las paredes de la calle o susurradas al oído en las penumbras del amor. No: el gran derrotado es el silencio. Las cosas tienen ahora tantos nombres en tantas lenguas que ya no es fácil saber cómo se llaman en ninguna. Los idiomas se dispersan sueltos de madrina, se mezclan y confunden, disparados hacia el destino ineluctable de un lenguaje global.
La lengua española tiene que prepararse para un oficio grande en ese porvenir sin fronteras. Es un derecho histórico. No por su prepotencia económica, como otras lenguas hasta hoy, sino por su vitalidad, su dinámica creativa, su vasta experiencia cultural, su rapidez y su fuerza de expansión, en un ámbito propio de 19 millones de kilómetros cuadrados y 400 millones de hablantes al terminar este siglo. Con razón un maestro de letras hispánicas en Estados Unidos ha dicho que sus horas de clase se le van en servir de intérprete entre latinoamericanos de distintos países. Llama la atención que el verbo pasar tenga 54 significados, mientras en la República de Ecuador tienen 105 nombres para el órgano sexual masculino, y en cambio la palabra condoliente, que se explica por sí sola, y que tanta falta nos hace, aún no se ha inventado. A un joven periodista francés lo deslumbran los hallazgos poéticos que encuentra a cada paso en nuestra vida doméstica. Que un niño desvelado por el balido intermitente y triste de un cordero dijo: «Parece un faro». Que una vivandera de la Guajira colombiana rechazó un cocimiento de toronjil porque le supo a Viernes Santo. Que don Sebastián de Covarrubias, en su diccionario memorable, nos dejó escrito de su puño y letra que el amarillo es «la color» de los enamorados. ¿Cuántas veces no hemos probado nosotros mismos un café que sabe a ventana, un pan que sabe a rincón, una cerveza que sabe a beso?
Son pruebas al canto de la inteligencia de una lengua que desde hace tiempo no cabe en su pellejo. Pero nuestra contribución no debería ser la de meterla en cintura, sino al contrario, liberarla de sus fierros normativos para que entre en el siglo venturo como Pedro por su casa. En ese sentido me atrevería a sugerir ante esta sabia audiencia que simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros. Humanicemos sus leyes, aprendamos de las lenguas indígenas a las que tanto debemos lo mucho que tienen todavía para enseñarnos y enriquecernos, asimilemos pronto y bien los neologismos técnicos y científicos antes de que se nos infiltren sin digerir, negociemos de buen corazón con los gerundios bárbaros, los qués endémicos, el dequeísmo parasitario, y devuélvamos al subjuntivo presente el esplendor de sus esdrújulas: váyamos en vez de vayamos, cántemos en vez de cantemos, o el armonioso muéramos en vez del siniestro muramos.
Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundirá revólver con revolver. ¿Y qué de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una?
Son preguntas al azar, por supuesto, como botellas arrojadas a la mar con la esperanza de que le lleguen al dios de las palabras. A no ser que por estas osadías y desatinos, tanto él como todos nosotros terminemos por lamentar, con razón y derecho, que no me hubiera atropellado a tiempo aquella bicicleta providencial de mis 12 años.

Gabriel García Marquez

(Discurso ante el I Congreso Internacional de la Lengua Española)

Aquellos ojor verdes


Fueron tus ojos
los que me dieron
el tema dulce
de mi canción.

Tus ojos verdes,
claros, serenos,
ojos que han sido
mi inspiración.

Aquellos ojos verdes
de mirada serena,
dejaron en mi alma
eterna sed de amar;

Anhelos de caricias
de besos y ternuras
de todas las dulzuras
que sabían brindar.

Aquellos ojos verdes
serenos como un lago
en cuyas quietas aguas
un día me miré,

no saben las tristezas
que a mi pecho han dejado
aquellos ojos verdes
que Yo nunca olvidaré.

Anhelos de caricias
de besos y ternuras
de todas las dulzuras
que sabían brindar.

Aquellos ojos verdes
serenos como un lago
en cuyas quietas aguas
un día me miré,
no saben las tristezas
que a mi pecho han dejado
aquellos ojos verdes
que Yo nunca olvidaré.
Nilo Menéndez

Carta a la ministra Narbona


Estimada ministra Narbona:

Su propuesta de 'multar' en el recibo del agua a quien gaste más de 60 litros/día es muy interesante. Estoy completamente a favor. No he podido menos que calcular como va a ser un día normal para conseguir no superar este gasto.

Me levanto a las 7 para ir a trabajar. Una ducha de 4 minutos gasta unos 100 litros. Creo que mal empezamos. Sólo me ducharé cada 2 días. Meteré los pies en un cubo, me enjabonaré y apagaré el agua, luego me tiraré el agua del cubo por la cabeza. Así hasta terminar. Creo que podré consumir unos 32 litros.

Utilizo el inodoro, pero no puedo tirar de la cadena, consumiría 10 litros. Así que tengo que dejar mis deposiciones hasta la noche y tirar de la cadena sólo una vez al día. Menos mal que trabajo a 80 kilómetros de casa y regreso a las 9 de la noche. Prefiero pagar un 85% de impuestos en la gasolina antes que malgastar el agua. Ya sabía yo que en algún momento, la burbuja inmobiliaria y vivir tan lejos de mi ciudad tendría algún beneficio.

Antes de llegar a casa me he parado en el bar de abajo y he hecho aguas menores, eso sí he tenido que realizar una consumición de la que, por cierto, el Estado también cobra impuestos.

Cuando voy a cocinar consumo unos 7 litros más. Es estupendo que su colega el ministro del gas haya decidido subir un 5% el precio, así dejaré de cocinar, no gastaré agua y con el ahorro podré encender un poco la calefacción cuando llegue el frío.

Gracias a que hice caso a la ministra de vivienda, vivo en un piso de 38 metros. Así no hay lugar para las plantas y no las tengo que regar, sino tendría que deshacerme de ellas.

He conseguido aguantar el último pis del día hasta justo antes de meterme en la cama. Huele muy mal en el baño por la deposición de la mañana, pero lo consigo. Una sola cisterna en todo el día.

Me lavo la cara con el barreño de la ducha que ha sobrado por la mañana. Bebo 2 litros de agua al día, eso sí, en este caso es limpia. Me lavo los dientes con un vaso de agua, también limpia. También enjuago un poco la ropa interior, pero sin lavar, 5 litros. Lo mismo con los platos y cubiertos, total 3 litros.

El resumen de un día así:
- Ducha en barreño: 32 litros.
- Uso WC: 10 litros.
- Cocinar: 7 litros.
- Dientes y beber: 2 litros.
- Ropa: 5 litros
- Vajilla: 3 litros.
TOTAL 59 litros .

¡Lo he conseguido!!! NO ME VAN A CASTIGAR POR MALGASTAR EL AGUA!!!

Ahora voy a poder pagar la subida del IBI, de la gasolina o del cine con lo que saque de vender el lavavajillas y una lavadora. Ya no puedo lavar la ropa o los cubiertos porque consumen unos 120 litros por lavado.

Estoy encantado con esta propuesta. Así ustedes podrán vender electricidad a Europa proveniente de nuestra energía hidroeléctrica en lugar de comprar nosotros la producida en las centrales nucleares francesas.

No puedo bajar a la ciudad por 'LA ZONA AZUL'. No puedo beberme una caña por si me quitan 6 puntos, y además sin propina (Sr. Solbes...). Ni cruzar una calle que resulta es sólo para residentes (curiosamente todo el centro ya es sólo de residentes).

No puedo apenas coger el coche porque el litro de gasolina vale un dineral (la mayor parte impuestos). Ni salir a cenar porque se ha puesto por la nubes. Mi hipoteca subirá un 20% este año, y no podré irme de vacaciones. No puedo hablar por teléfono por los aumentos, la inflacción sube un 4% , los precios del dia a dia entre un 10% y un 15% y mi sueldo un 2,5 %, no cuadra. Pero no se preocupen Sra. Narbona, Sr. Solbes y Sr. Zapatero, 900 € de sueldo bien administrados dan para mucho.

El ADSL lo puedo pagar, aún siendo el más caro de Europa, porque sigue siendo barato respecto a ir al teatro.

Gracias por esta propuesta y hacerme el día a día más fácil. ¡Menos mal que no hay crisis!!!!

¡Felicidades Microchip!


El microchip acaba de cumplir 50 años haciéndonos la vida más fácil a través de electrodomésticos, tarjetas de crédito o semáforos,...
El primer microchip, o circuito integrado, fue desarrollado en el Texas Instrument (TI), empresa que se encarga de desarrollar y comercializar semiconductores y tecnología para ordenadores, por el empleado Jack Kilby el 12 de septiembre de 1958. Se trataba de una simple tira de Germanio junto a un transistor y otros componentes, todos ello pegado en una placa de vidrio que medía 11,5 milímetros. Kilby se acababa de incorporar a la empresa en julio de ese mismo año y su función consistía en intentar solucionar problemas sobre cómo conectar componentes electrónicos para elaborar circuitos de un modo eficiente y efectivo. El nuevo empleado, al que no dieron vacaciones por ser nuevo en la empresa, se dio cuenta de que todos los componentes podían hacerse con el mismo material semiconductivo, en aquella época Germanio -actualmente Silicio- y así crear un circuito completo dando lugar al circuito integrado o microchip.

Acababa de abrir un campo nuevo al mundo de las comunicaciones, el transporte, la medicina,... que cada poco tiempo se renuevan sacando aparatos o mecanismos que logran mejorar su calidad y efectividad.
Con en paso del tiempo, los microchips se han hecho mucho más pequeños, pero la verdadera revolución ha llegado con el notable aumento de la cantidad de transistores que se pueden integrar en un chip. A finales de la década de los 60 los microchips contenían cientos de transistores, en los 80 contenían miles. Intel, la empresa líder mundial en manufactura de microchips, ha descubierto este año un microprocesador de chips al que dieron el nombre de 'Tukwila' que tiene la capacidad de integrar más de 2 mil millones de transistores microscópicos.

Félix Velasco

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Premio Nobel Gabriel García Márquez

Antonio Pigafetta, un navegante florentino que acompañó a Magallanes en el primer viaje alrededor del mundo, escribió a su paso por nuestra América meridional una crónica rigurosa que sin embargo parece una aventura de la imaginación. Contó que había visto cerdos con el ombligo en el lomo, y unos pájaros sin patas cuyas hembras empollaban en las espaldas del macho, y otros como alcatraces sin lengua cuyos picos parecían una cuchara. Contó que había visto un engendro animal con cabeza y orejas de mula, cuerpo de camello, patas de ciervo y relincho de caballo. Contó que al primer nativo que encontraron en la Patagonia le pusieron enfrente un espejo, y que aquel gigante enardecido perdió el uso de la razón por el pavor de su propia imagen.
Este libro breve y fascinante, en el cual ya se vislumbran los gérmenes de nuestras novelas de hoy, no es ni mucho menos el testimonios más asombroso de nuestra realidad de aquellos tiempos. Los Cronistas de Indias nos legaron otros incontables. Eldorado, nuestro país ilusorio tan codiciado, figuró en mapas numerosos durante largos años, cambiando de lugar y de forma según la fantasía de los cartógrafos. En busca de la fuente de la Eterna Juventud, el mítico Alvar Núñez Cabeza de Vaca exploró durante ocho años el norte de México, en una expedición venática cuyos miembros se comieron unos a otros y sólo llegaron cinco de los 600 que la emprendieron. Uno de los tantos misterios que nunca fueron descifrados, es el de las once mil mulas cargadas con cien libras de oro cada una, que un día salieron del Cuzco para pagar el rescate de Atahualpa y nunca llegaron a su destino. Más tarde, durante la colonia, se vendían en Cartagena de Indias unas gallinas criadas en tierras de aluvión, en cuyas mollejas se encontraban piedrecitas de oro. Este delirio áureo de nuestros fundadores nos persiguió hasta hace poco tiempo. Apenas en el siglo pasado la misión alemana de estudiar la construcción de un ferrocarril interoceánico en el istmo de Panamá, concluyó que el proyecto era viable con la condición de que los rieles no se hicieran de hierro, que era un metal escaso en la región, sino que se hicieran de oro.
La independencia del dominio español no nos puso a salvo de la demencia. El general Antonio López de Santana, que fue tres veces dictador de México, hizo enterrar con funerales magníficos la pierna derecha que había perdido en la llamada Guerra de los Pasteles. El general García Moreno gobernó al Ecuador durante 16 años como un monarca absoluto, y su cadáver fue velado con su uniforme de gala y su coraza de condecoraciones sentado en la silla presidencial. El general Maximiliano Hernández Martínez, el déspota teósofo de El Salvador que hizo exterminar en una matanza bárbara a 30 mil campesinos, había inventado un péndulo para averiguar si los alimentos estaban envenenados, e hizo cubrir con papel rojo el alumbrado público para combatir una epidemia de escarlatina. El monumento al general Francisco Morazán, erigido en la plaza mayor de Tegucigalpa, es en realidad una estatua del mariscal Ney comprada en París en un depósito de esculturas usadas.
Hace once años, uno de los poetas insignes de nuestro tiempo, el chileno Pablo Neruda, iluminó este ámbito con su palabra. En las buenas conciencias de Europa, y a veces también en las malas, han irrumpido desde entonces con más ímpetus que nunca las noticias fantasmales de la América Latina, esa patria inmensa de hombres alucinados y mujeres históricas, cuya terquedad sin fin se confunde con la leyenda. No hemos tenido un instante de sosiego. Un presidente prometeico atrincherado en su palacio en llamas murió peleando solo contra todo un ejército, y dos desastres aéreos sospechosos y nunca esclarecidos segaron la vida de otro de corazón generoso, y la de un militar demócrata que había restaurado la dignidad de su pueblo. En este lapso ha habido 5 guerras y 17 golpes de estado, y surgió un dictador luciferino que en el nombre de Dios lleva a cabo el primer etnocidio de América Latina en nuestro tiempo. Mientras tanto 20 millones de niños latinoamericanos morían antes de cumplir dos años, que son más de cuantos han nacido en Europa occidental desde 1970. Los desaparecidos por motivos de la represión son casi los 120 mil, que es como si hoy no se supiera dónde están todos los habitantes de la ciudad de Upsala. Numerosas mujeres arrestadas encintas dieron a luz en cárceles argentinas, pero aún se ignora el paradero y la identidad de sus hijos, que fueron dados en adopción clandestina o internados en orfanatos por las autoridades militares. Por no querer que las cosas siguieran así han muerto cerca de 200 mil mujeres y hombres en todo el continente, y más de 100 mil perecieron en tres pequeños y voluntariosos países de la América Central, Nicaragua, El Salvador y Guatemala. Si esto fuera en los Estados Unidos, la cifra proporcional sería de un millón 600 mil muertes violentas en cuatro años.
De Chile, país de tradiciones hospitalarias, ha huido un millón de personas: el 10 por ciento de su población. El Uruguay, una nación minúscula de dos y medio millones de habitantes que se consideraba como el país más civilizado del continente, ha perdido en el destierro a uno de cada cinco ciudadanos. La guerra civil en El Salvador ha causado desde 1979 casi un refugiado cada 20 minutos. El país que se pudiera hacer con todos los exiliados y emigrados forzosos de América latina, tendría una población más numerosa que Noruega.
Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de la Letras. Una realidad que no es la del papel, sino que vive con nosotros y determina cada instante de nuestras incontables muertes cotidianas, y que sustenta un manantial de creación insaciable, pleno de desdicha y de belleza, del cual éste colombiano errante y nostálgico no es más que una cifra más señalada por la suerte. Poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines, todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este es, amigos, el nudo de nuestra soledad.
Pues si estas dificultades nos entorpecen a nosotros, que somos de su esencia, no es difícil entender que los talentos racionales de este lado del mundo, extasiados en la contemplación de sus propias culturas, se hayan quedado sin un método válido para interpretarnos. Es comprensible que insistan en medirnos con la misma vara con que se miden a sí mismos, sin recordar que los estragos de la vida no son iguales para todos, y que la búsqueda de la identidad propia es tan ardua y sangrienta para nosotros como lo fue para ellos. La interpretación de nuestra realidad con esquemas ajenos sólo contribuye a hacernos cada vez más desconocidos, cada vez menos libres, cada vez más solitarios. Tal vez la Europa venerable sería más comprensiva si tratara de vernos en su propio pasado. Si recordara que Londres necesitó 300 años para construir su primera muralla y otros 300 para tener un obispo, que Roma se debatió en las tinieblas de incertidumbre durante 20 siglos antes de que un rey etrusco la implantara en la historia, y que aún en el siglo XVI los pacíficos suizos de hoy, que nos deleitan con sus quesos mansos y sus relojes impávidos, ensangrentaron a Europa con soldados de fortuna. Aún en el apogeo del Renacimiento, 12 mil lansquenetes a sueldo de los ejércitos imperiales saquearon y devastaron a Roma, y pasaron a cuchillo a ocho mil de sus habitantes.
No pretendo encarnar las ilusiones de Tonio Kröger, cuyos sueños de unión entre un norte casto y un sur apasionado exaltaba Thomas Mann hace 53 años en este lugar. Pero creo que los europeos de espíritu clarificador, los que luchan también aquí por una patria grande más humana y más justa, podrían ayudarnos mejor si revisaran a fondo su manera de vernos. La solidaridad con nuestros sueños no nos haría sentir menos solos, mientras no se concrete con actos de respaldo legítimo a los pueblos que asuman la ilusión de tener una vida propia en el reparto del mundo.
América Latina no quiere ni tiene por qué ser un alfil sin albedrío, ni tiene nada de quimérico que sus designios de independencia y originalidad se conviertan en una aspiración occidental.
No obstante, los progresos de la navegación que han reducido tantas distancias entre nuestras Américas y Europa, parecen haber aumentado en cambio nuestra distancia cultural. ¿Por qué la originalidad que se nos admite sin reservas en la literatura se nos niega con toda clase de suspicacias en nuestras tentativas tan difíciles de cambio social? ¿Por qué pensar que la justicia social que los europeos de avanzada tratan de imponer en sus países no puede ser también un objetivo latinoamericano con métodos distintos en condiciones diferentes? No: la violencia y el dolor desmesurados de nuestra historia son el resultado de injusticias seculares y amarguras sin cuento, y no una confabulación urdida a 3 mil leguas de nuestra casa. Pero muchos dirigentes y pensadores europeos lo han creído, con el infantilismo de los abuelos que olvidaron las locuras fructíferas de su juventud, como si no fuera posible otro destino que vivir a merced de los dos grandes dueños del mundo. Este es, amigos, el tamaño de nuestra soledad.
Sin embargo, frente a la opresión, el saqueo y el abandono, nuestra respuesta es la vida. Ni los diluvios ni las pestes, ni las hambrunas ni los cataclismos, ni siquiera las guerras eternas a través de los siglos y los siglos han conseguido reducir la ventaja tenaz de la vida sobre la muerte. Una ventaja que aumenta y se acelera: cada año hay 74 millones más de nacimientos que de defunciones, una cantidad de vivos nuevos como para aumentar siete veces cada año la población de Nueva York. La mayoría de ellos nacen en los países con menos recursos, y entre éstos, por supuesto, los de América Latina. En cambio, los países más prósperos han logrado acumular suficiente poder de destrucción como para aniquilar cien veces no sólo a todos los seres humanos que han existido hasta hoy, sino la totalidad de los seres vivos que han pasado por este planeta de infortunios.
Un día como el de hoy, mi maestro William Faullkner dijo en este lugar: "Me niego a admitir el fin del hombre". No me sentiría digno de ocupar este sitio que fue suyo si no tuviera la conciencia plena de que por primera vez desde los orígenes de la humanidad, el desastre colosal que él se negaba a admitir hace 32 años es ahora nada más que una simple posibilidad científica. Ante esta realidad sobrecogedora que a través de todo el tiempo humano debió de parecer una utopía, los inventores de fábulas que todo lo creemos, nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía contraria. Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra.
Agradezco a la Academia de Letras de Suecia el que me haya distinguido con un premio que me coloca junto a muchos de quienes orientaron y enriquecieron mis años de lector y de cotidiano celebrante de ese delirio sin apelación que es el oficio de escribir. Sus nombres y sus obras se me presentan hoy como sombras tutelares, pero también como el compromiso, a menudo agobiante, que se adquiere con este honor. Un duro honor que en ellos me pareció de simple justicia, pero que en mí entiendo como una más de esas lecciones con las que suele sorprendernos el destino, y que hacen más evidente nuestra condición de juguetes de un azar indescifrable, cuya única y desoladora recompensa, suelen ser, la mayoría de las veces, la incomprensión y el olvido.
Es por ello apenas natural que me interrogara, allá en ese trasfondo secreto en donde solemos trasegar con las verdades más esenciales que conforman nuestra identidad, cuál ha sido el sustento constante de mi obra, qué pudo haber llamado la atención de una manera tan comprometedora a este tribunal de árbitros tan severos. Confieso sin falsas modestias que no me ha sido fácil encontrar la razón, pero quiero creer que ha sido la misma que yo hubiera deseado. Quiero creer, amigos, que este es, una vez más, un homenaje que se rinde a la poesía. A la poesía por cuya virtud el inventario abrumador de las naves que numeró en su Iliada el viejo Homero está visitado por un viento que las empuja a navegar con su presteza intemporal y alucinada. La poesía que sostiene, en el delgado andamiaje de los tercetos del Dante, toda la fábrica densa y colosal de la Edad Media. La poesía que con tan milagrosa totalidad rescata a nuestra América en las Alturas de Machu Pichu de Pablo Neruda el grande, el más grande, y donde destilan su tristeza milenaria nuestros mejores sueños sin salida. La poesía, en fin, esa energía secreta de la vida cotidiana, que cuece los garbanzos en la cocina, y contagia el amor y repite las imágenes en los espejos.
En cada línea que escribo trato siempre, con mayor o menor fortuna, de invocar los espíritus esquivos de la poesía, y trato de dejar en cada palabra el testimonio de mi devoción por sus virtudes de adivinación, y por su permanente victoria contra los sordos poderes de la muerte. El premio que acabo de recibir lo entiendo, con toda humildad, como la consoladora revelación de que mi intento no ha sido en vano. Es por eso que invito a todos ustedes a brindar por lo que un gran poeta de nuestras Américas, Luis Cardoza y Aragón, ha definido como la única prueba concreta de la existencia del hombre: la poesía. Muchas gracias.

Gabriel García Marquez

Discurso de aceptación del Premio Nobel - 1982

martes, 9 de septiembre de 2008

Expresiones femeninas

Estas son la 10 expresiones femeninas más importantes y sus correspondientes significados:
1.) OK: Esta es la palabra que las mujeres utilizan para finalizar una discusión cuando han decidido que ellas tienen la razón y ahora debes callarte.
2.) CINCO MINUTOS: Si se esta arreglando, significa MEDIA HORA. CINCO MINUTOS son solo cinco minutos si te han concedido cinco minutos adicionales para terminar de ver el partido antes de salir para ayudar con las compras.
3.) NADA: Es la calma antes de la tormenta. Significa ALGO. Y deberías estar totalmente alerta. Discusiones que empiezan con NADA, normalmente acaban con OK (Ver punto 1).
4.) NO HAY PROBLEMA (también ADELANTE HAZLO o NO, NO ME MOLESTA): Es un reto, y para nada darte per miso. ¡Ni se te ocurra hacerlo!
5.) GRAN SUSPIRO: En realidad es una palabra, pero habitualmente los hombres no la entienden. Un suspiro alto y claro significa que ella piensa que eres idiota y se pregunta por qué esta perdiendo el tiempo discutiendo sobre NADA (Ver punto 3 para entender el significado de NADA)
6.) MUY BIEN: Esta es una de las frases mas peligrosas que una mujer puede decir a un hombre. MUY BIEN significa que ella meditara cuidadosamente antes de decidir cómo y cuándo pagarás por tu equivocación.
7.) GRACIAS: Una mujer te agradece algo. ¡No preguntes! ¡No dudes! Solo di DE NADA.
8.) DA IGUAL (también COMO QUIERAS, COMO DIGAS, ES LO MISMO): Es la forma femenina de mandarte a freir espárragos.
9.) TRANQUILO, NO TE PREOCUPES, DEJALO ASI: Otra frase peligrosa que significa que aunque la mujer le ha dicho al hombre en repetidas ocasiones que haga algo, finalmente lo esta haciendo ella misma. Esto más tarde empujará al hombre a preguntar '¿QUE PASA?' (Para saber la respuesta de la mujer, ver punto 3).
10.) ¡Aaahhhh! Cuando la mujer le pregunta algo y el hombre da una explicación tonta o no creíble. Ella solo dice ¡Aaaahhh! pero sabe que la respuesta no la convenció y ten por seguro que seguirá indagando.

  • Envía esto a todos los hombres que conoces para avisarles y aconsejarles sobre sus discusiones domesticas, pueden ahorrarse un montón de problemas si están atentos a la terminología.
  • Envía esto a todas las mujeres que conoces para que se rían a gusto.....Ellas saben que todo esto es verdad.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Sangre, sudor y lágrimas


Debemos recordar que estamos en las fases preliminares de una de las grandes batallas de la historia, que nosotros estamos actuando en muchos puntos de Noruega y Holanda, que estamos preparados en el Mediterráneo, que la batalla aérea es continua y que muchos preparativos tienen que hacerse aquí y en el exterior. En esta crisis, espero que pueda perdonárseme si no me extiendo mucho al dirigirme a la Cámara hoy. Espero que cualquiera de mis amigos y colegas, o antiguos colegas, que están preocupados por la reconstrucción política, se harán cargo, y plenamente, de la falta total de ceremonial con la que ha sido necesario actuar. Yo diría a la Cámara, como dije a todos los que se han incorporado a este Gobierno: «No tengo nada más que ofrecer que sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor».
Tenemos ante nosotros una prueba de la más penosa naturaleza. Tenemos ante nosotros muchos, muchos, largos meses de combate y sufrimiento. Me preguntáis:¿Cuál es nuestra política?. Os lo diré: Hacer la guerra por mar, por tierra y por aire, con toda nuestra potencia y con toda la fuerza que Dios nos pueda dar; hacer la guerra contra una tiranía monstruosa, nunca superada en el oscuro y lamentable catálogo de crímenes humanos. Esta es nuestra política.
Me preguntáis; ¿Cuál es nuestra aspiración?. Puedo responder con una palabra:Victoria, victoria a toda costa, victoria a pesar de todo el terror; victoria por largo y duro que pueda ser su camino; porque, sin victoria, no hay supervivencia. Tened esto por cierto; no habrá supervivencia para todo aquello que el Imperio Británico ha defendido, no habrá supervivencia para el estímulo y el impulso de todas las generaciones, para que la humanidad avance hacia su objetivo. Pero yo asumo mi tarea con ánimo y esperanza.
Estoy seguro de que no se tolerará que nuestra causa se malogre en medio de los hombres. En este tiempo me siento autorizado para reclamar la ayuda de todas las personas y decir: «Venid, pues, y vayamos juntos adelante con nuestras fuerzas unidas.

Winston Churchill
Discurso a la Cámara de los Comunes13 de mayo de 1940

domingo, 7 de septiembre de 2008

Llamo al Toro de España


Alza, toro de España: levántate, despierta.
Despiértate del todo, toro de negra espuma,
que respiras la luz y rezumas la sombra,
y concentras los mares bajo tu piel cerrada.
Despiértate.
Despiértate del todo, que te veo dormido,

un pedazo del pecho y otro de la cabeza:
que aún no te has despertado como despierta un toro
cuando se le acomete con traiciones lobunas.
Levántate.
Resopla tu poder, despliega tu esqueleto,

enarbola tu frente con las rotundas hachas,
con las dos herramientas de asustar a los astros,
de amenazar al cielo con astas de tragedia.
Esgrímete.
Toro en la primavera más toro que otras veces,

en España más toro, toro, que en otras partes.
Más cálido que nunca, más volcánico, toro,
que irradias, que iluminas al fuego, yérguete.
Desencadénate.
Desencadena el raudo corazón que te orienta

por las plazas de España, sobre su astral arena.
A desollarte vivo vienen lobos y águilas
que han envidiado siempre tu hermosura de pueblo.
Yérguete.
No te van a castrar: no dejarás que llegue

hasta tus atributos de varón abundante
esa mano felina que pretende arrancártelos
de cuajo, impunemente: pataléalos, toro.
Víbrate.
No te van a absorber la sangre de riqueza,

no te arrebatarán los ojos minerales.
La piel donde recoge resplandor el lucero
no arrancarán del toro de torrencial mercurio.
Revuélvete.
Es como si quisieran arrancar la piel al sol,

al torrente la espuma con uña y picotazo.
No te van a castrar, poder tan masculino
que fecundas la piedra; no te van a castrar.
Truénate.
No retrocede el toro: no da un paso hacia atrás

no es para escarbar sangre y furia en la arena,
unir todas sus fuerzas, y desde las pezuñas
abalanzarse luego con decisión de rayo.
Abalánzate.
Gran toro que en el bronce y en la piedra has mamado,

y en el granito fiero paciste la fiereza:
revuélvete en el alma de todos los que han visto
la luz primera en esta península ultrajada.
Revuélvete.
Partido en dos pedazos, este toro de siglos,

este toro que dentro de nosotros habita:
partido en dos mitades, con una mataría
y con la otra mitad moriría luchando.
Atorbellínate.
De la airada cabeza que fortalece el mundo,

del cuello como un bloque de titanes en marcha,
brotará la victoria como un ancho bramido
que hará sangrar al mármol y sonar a la arena.
Sálvate.
Despierta, toro: esgrime, desencadena, víbrate.

Levanta, toro: truena, toro, abalánzate.
Atorbellínate, toro: revuélvete.
Sálvate, denso toro de emoción y de España.
Sálvate.


Miguel Hernandez

sábado, 6 de septiembre de 2008

Otra pija-progre


La Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) reclamó hoy a la ministra de Defensa, Carme Chacón, que realice propuestas "serias y necesarias" y que no utilice a los miembros de las Fuerzas Armadas como elemento de acciones "promocionales y propagandísticas", en referencia al anuncio realizado ayer de adecuar los uniformes para las necesidades de las mujeres militares.
La AUME manifestó en un comunicado su sorpresa por las acciones del Ministerio para garantizar la igualdad de los miembros de las Fuerzas Armadas y aseguró que la decisión de confeccionar uniformes para mujeres "demuestra la falta de conocimiento real de las verdaderas problemáticas que aquejan a los militares españoles".
"¿Es la uniformidad el único problema?", cuestionó la AUME antes de preguntar, "si tan importante es", por qué no se abordó en marzo de 2004 cuando los socialistas accedieron al poder. "Cabe preguntarse si la aplicación del derecho fundamental a la igualdad, en el ámbito de las Fuerzas Armadas, se ha de limitar a un diseño más o menos idóneo de los uniformes", continuó.
A su juicio, la decisión de adaptar los uniformes es "una concepción paternalista" que "no cohonesta bien con el concepto de ciudadanía, de derechos y de dignidad de la persona", por lo que preguntó si las medidas del Ministerio se limitarán a las ya tomadas o se abordarán otras necesidades para la conciliación "o la creación de servicios de asistencia a los miembros de las Fuerzas Armadas y de sus familias".
Así, AUME manifestó su "indignación" porque la ministra ayer "utilizase" a las mujeres "como telón de fondo de una rueda de prensa de un responsable político" e insistió en que las políticas del Ministerio tengan en consideración "de manera inmediata y urgente" los problemas reales de los militares, para lo que reiteró su "disposición al diálogo".

Europa Press

jueves, 4 de septiembre de 2008