El general macedonio Alejandro Magno (356 a.C. – 323 a.C.) se sitúa en el segundo puesto de los más ricos de todos los tiempos. El rey de Grecia, que llegó a conquista Asia y Egipto, obtuvo su riqueza personal de los botines de guerra, principalmente, tras la victoria sobre el Imperio Persa. El poder económico del amo del mundo civilizado es similar al de Craso. Alejandro es el mayor de los iconos culturales de la Antigüedad, ensalzado como el más heroico de los grandes conquistadores, un segundo Aquiles. Su figura y legado ha estado presente en la historia y la cultura tanto de Occidente como de Oriente a lo largo de más de dos milenios, y ha inspirado a los grandes conquistadores de todos los tiempos, desde Julio César hasta Napoleón Bonaparte.
Aunque el magnate John D. Rockefeller (1839 – 1937) es considerado por muchos el más rico de la historia, sólo ocupa el tercer lugar del ranking. Se calcula que era poseedor de bienes valorados en 900 millones de dólares, equivalentes hoy a unos 180.000 millones de euros, provenientes de la Standard Oil y del monopolio que creó en la industria petrolera de finales del siglo XIX. Empresario, inversionista, industrial y filántropo estadounidense, que se desempeñó en el mundo de la industria petrolera, llegando al punto de monopolizarla. Fue el fundador y presidente de la Standard Oil, una gigantesca compañía que llegó a controlar, la extracción, refinación, transporte y distribución de más de 90% del petróleo de Estados Unidos y sostuvo monopolios enteros en inversiones en múltiples países extranjeros. En un período de más de cuarenta años, Rockefeller consolidó a la Standard Oil como la compañía petrolera más grande del mundo, revolucionando la industria en todos sus niveles y demostrando una extraordinaria e implacable capacidad competitiva.
Félix Velasco - Blog
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