Cogió su propotipo de DynaTAC de Motorola, un teléfono "portátil" de 780 gramos y unas dimensiones 33 x 9 x 4,5 centímetros, y llamó a su principal rival en el mercado, mientras andaba por las calles de Nueva York para decirle que estaba hablando desde un teléfono móvil, popularizado bajo el nombre de "ladrillo". Pero móvil de verdad. Sería bueno haber visto la cara de Joel Engel en aquel momento.
El precio del terminal, 3.600 dólares, lo convirtió en un objeto de lujo y solo asequible a determinadas esferas sociales, aún a pesar de su diseño y peso.
El precio del terminal, 3.600 dólares, lo convirtió en un objeto de lujo y solo asequible a determinadas esferas sociales, aún a pesar de su diseño y peso.
Félix Velasco - Blog
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