El uso intencionado de la violencia constituye un arma para ejercer dominio o poder sobre otros seres humanos. Esa violencia, a manos de otras personas, nos roba la confianza, socava la autoestima y contradice los principios más elementales de convivencia.
Algunos aspectos que nutren las semillas de la violencia son:
- El desequilibrio crónico entre aspiraciones y oportunidades
- La desintegración del hogar familiar
- Un pésimo sistema escolar
- El deterior de las relaciones humanas en la comunidad con base ideológica.
La violencia constituye uno de los problemas más preocupantes de nuestro tiempo. Pero existen dos hechos esperanzadores:
1) La búsqueda de la convivencia pacífica es una característica natural que abunda en los seres humanos y que nos ayuda a sobrevivir, a evolucionar y a mejorar nuestra calidad de vida.
2) Ninguna sociedad puede perdurar sin que sus miembros estén continuamente ayudándose unos a otros.
Félix Velasco - Blog
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