Sin embargo, hay quien envejece sin llegar a madurar y dar fruto. Su existencia solo aporta arrugas en el cuerpo y/o en el alma, unas veces es a causa del sufrimiento o el entorno lo que les impide desarrollarse adecuadamente,... pero en otras ocasiones el crecimiento es imposible porque en su vida se han ido sembrado semillas de odio, ira o rencor.
Félix Velasco - Blog
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