lunes, 10 de octubre de 2011

El cuervo y el zorro

En la rama de un árbol,
bien ufano y contento,
con un queso en el pico
estaba el señor Cuervo.

Del olor atraído
un Zorro muy maestro,
le dijo estas palabras,
o poco más o menos:

“Tenga usted buenos días,
señor Cuervo, mi dueño;
vaya que estáis donoso,
mono, lindo en extremo;
yo no gasto lisonjas,
y digo lo que siento;
que si a tu bella traza
corresponde el gorjeo,
junto a la diosa Ceres, 
siendo testigo el cielo,
que tú serás el Fénix 
de sus vastos imperios.” 

Al oír un discurso 
tan dulce y halagüeño, 
de vanidad llevado, 
quiso cantar el Cuervo.

Abrió su negro pico,
dejó caer el queso;
el muy astuto zorro, 
después de haberlo preso,
le dijo : “Señor bobo, 
pues sin otro alimento, 
quedáis con alabanzas 
tan hinchado y repleto, 
digerid las lisonjas
mientras yo como el queso".

Quien oye aduladores, 
nunca espere otro premio.
Félix María Samaniego
Félix Velasco - Blog

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