Un fanático es aquel que desconoce las convicciones del otro, se cree dueño de la verdad, y se encierra dentro de los límites de sus creencias. No deja que la Ciencia, el Arte, la Filosofía o la propia Historia crezcan, se desarrollen y avancen. Es obcecarse en que "no hay nada nuevo bajo el sol", nada por decir, nada por descubrir, nada por pensar que pueda maravillarnos.
Una mente estancada es el manjar preferido de los mosquitos de la testarudez, la intransigencia y la ignorancia. Es una fuente de miedo a lo desconocido, de resistencia al cambio y a nuevos aprendizajes. El fanatismo ideológico hace a los individuos insensibles a la armonía, solo vibran cuando escuchan "su nota", pero son incapaces de emocionarse con toda la melodía.
Una mente estancada es el manjar preferido de los mosquitos de la testarudez, la intransigencia y la ignorancia. Es una fuente de miedo a lo desconocido, de resistencia al cambio y a nuevos aprendizajes. El fanatismo ideológico hace a los individuos insensibles a la armonía, solo vibran cuando escuchan "su nota", pero son incapaces de emocionarse con toda la melodía.
La inflexibilidad crea una falsa sensación de seguridad, que es acrecentada cuando se comparte con otros que piensan del mismo modo.
Félix Velasco - Blog
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