Subió una mona a un nogal.
Y cogiendo una nuez verde,
en la cáscara la muerde;
con que la supo muy mal.
Arrojola el animal,
y se quedó sin comer.
Así suele suceder
A quien su empresa abandona.
Porque halla, como la mona,
Al principio qué vencer.
Félix María Samaniego
Félix Velasco - Blog
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