Por España, no

Si por una vez y sin que sirva de precedente Zapatero desea que la gente le crea, no tiene que insistir en lo que dijo ayer al justificar su decisión de no repetir como candidato porque eso es lo mejor para España, para el PSOE y para su familia; por ese orden, dice él.

Vale lo de la familia, lo que sin duda se ha constituido en un motivo primordial; además del desgaste personal de pasar ocho años manejando el timón de un país, sabido es que su esposa no se encuentra a gusto en La Moncloa y, aunque personalmente prefiero abstenerme de entrar en detalles, que sus hijas tampoco se amoldan al papel que, no ya el españolito medio, sino sus propios allegados, esperan de ellas. Así que resulta natural que Zapatero, buen padre según quienes le conocen, desee recuperar la paz familiar lejos del oficio de la presidencia y de su residencia oficial.

Lo del PSOE es de sobra conocido. Durante semanas hemos visto ante cámaras y micrófonos una sucesión repetitiva de barones regionales, los que precisamente se juegan el futuro del PSOE en bastantes comunidades autónomas el próximo 22 de mayo y hace ya tiempo llegaron a la conclusión de que la permanencia de Zapatero lastraba seriamente sus expectativas, reclamando lo que su secretario general anunció ayer. No hay un solo dirigente socialista que no reconozca en privado que lo que su partido más necesita es que su secretario general permanezca escondido hasta que definitivamente se vaya.

Pero lo de España, sí que no. ¡A buenas horas mangas verdes! Un presidente a quien resulta discutido y discutible el concepto de nación, que ocultó lo que conocía de la crisis a tiempo de haber adoptado medidas paliativas para superarla, que mantuvo una negociación política con ETA a espaldas de los ciudadanos no puede colar ahora la idea de que pensaba en España cuando decidió abandonar al fin de la presente Legislatura. Es falso de toda falsedad que, de camino hacia la puerta de salida, vaya a ser capaz de acometer las reformas que el país necesita. Si Zapatero pensara en España y en lo que desean los españoles convocaría elecciones ya para que estos decidan, ya, cuales son esas reformas y qué es lo que necesita este país.

Curri Valenzuela

Félix Velasco - Blog