CHAVES: MENOS PISO QUIERO
Suárez hizo famoso lo de «puedo prometer y prometo». Mas en cuestión de promesas era un negado. Hacía las promesas con menos gancho del mundo. No era tombolero de la política, que son los virtuosos de las promesas, siempre ofreciendo el oro y el moro.
-Será el oro y el magrebí, usted.
Eso, los moros ya no existen. Prometen con muchísimo arte. Como el tío de la tómbola, que dice que te va a tocar el peluche, pero el peluche grande. Y no como Suárez, que prometía el peluche con muchísimo malage y además te lo daba. Por eso perdió las elecciones. Y por eso mismo, desde aquellos mismos entonces, Chaves sigue en el poder.
-Y eso que el tío no quería venir a Andalucía...
Chaves es como el «ninot indultat» de la famosa foto de la tortilla. Todos los que salen en esa histórica foto están ya alejados del poder. Hasta Manolito del Valle, que emprestó la máquina para que Pablo Juliá echara el arretrato. (Bueno, hay otro que sigue en el machito de la reserva activa, como europarlamentario, pero toco madera y no quiero ni mentarlo, no vaya a ser que se changue la rotativa y no pueda usted leer este número de ABC...).
¿Sigue Chaves en el poder por su enorme capacidad como gestor, por lo bien que tiene a Andalucía, porque ha terminado con todos los problemas? No, padre. Chaves sigue en el poder por inercia y por pereza. Por conveniencia y acomodación de sus votantes-beneficiarios. Chaves medio ha conseguido tener a casi todos sus votantes en nómina. En la nómina de la primera empresa de Andalucía, que es la Junta. El obrero cobra el subsidio y el empresario trinca la subvención. El papá está colocado en una Consejería y la mamá, en una empresa pública. Al abuelo le compra cosas la Junta, y el tío tiene un negociete concertado con la Junta. Familias enteras viven de Chaves, ¿no va a sacar mayoría absoluta? Nada más que lo voten las suegras y los cuñados de los beneficiarios...
Un artista. Del gremio de la construcción: ha construido un Régimen.
Yo que Javier Arenas, le pedía a Chaves que me diera clases particulares y me dejaba de tanto cuento de mover el banquillo del partido, donde los Sanz están como las estampitas que ahora coleccionan los chavales: repes.
Chaves es el mayor artista de la promesa de la España contemporánea.
Chaves prometió un sueldo a cada ama de casa. Aquí nadie ha pagado sueldo alguno.
Chaves prometió vacaciones gratis a las mismas amas de casa. Todavía están esperando el autobús con el bañador y el mambo fresquito dentro de la maleta hecha.
Chaves prometió una habitación individual para cada hospitalizado (vulgo ingresado) en el SAS. Lo más que se ha conseguido es que no sigan tres en las habitaciones de dos.
Chaves prometió un ordenador por cada estudiante. Cola hay delante del único ordenador de muchas escuelas.
Ahora Chaves ha prometido piso gratis a todo andaluz que cobre menos de 3.000 euros al mes. A Solbes, que es el amo de la telanda, le parece una barbaridad: ¿de dónde va a salir el dinero? Habrá pensado en esos pisos que El Pocero amigo de Ortega Cano está haciendo en Seseña y que se ven desde la ventanilla del Ave antes de llegar a Madrid: «¿Cuántas Seseñas haría falta construir para cumplir la promesa de los pisos de Chaves?»
Pero da lo mismo. Total, como Chaves nunca cumple sus promesas demagógicas de tombolero de la política y el peluche grande nunca existe, a mí me parece lo contrario que a Solbes: que Chaves se ha quedado corto en su promesa.
Hombre, en ese plan de no cumplirlo nunca, prometer sólo piso gratis me parece una racanería. Chaves tenía que haber prometido a cada andaluz, a saber: un piso, un apartamento en la playa, una casa en el Rocío, una caseta en la Feria, un abono de sombra en los toros, un palco en la Plaza o dos sillas en La Campana, un carné gratis del Betis o del Sevilla (a elegir), y un correquemecago, un siseñor, un mirusté y una batuta. Ya vendrá el Tío Cronos con la rebaja. O como los viejos capataces, pero con errata: «Chaves, menos piso quiero...»
Antonio Burgos
Publicado en el diario ABC - 7-9-07
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