Todo ello influye en la medida que nos dejemos condicionar.
También existen los "guay-multi-pijo-proge", incapaces de tener convencimiento profundo de algo, que se convierten en "predicadores" de la última "tontería asombrosa" que escuchan, y juran por Snoopy la veracidad de los absurdos más inverosímiles.
El argumento básico contra la superchería es que elimina la responsabilidad y la libertad individual. La ciencia, el arte, la filosofía, la historia,... exigen esfuerzo y dedicación, no lo explican todo, pero exigen asumir la responsabilidad de los propios actos. El conocimiento, la cultura y la voluntad son el antídoto de la superstición. No tengamos miedo a ser libres y responsables.
Félix Velasco
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