domingo, 15 de junio de 2014

El fanático ahorra "energía mental"

El fanático ahorra "energía mental". Una persona que experimenta dudas, realiza una elaboración compleja: busca distintas posibilidades, las estudia, sopesa, calcula los factores que intervienen, observa el problema desde distintos puntos, reflexiona sobre las posibilidades de éxito/fracaso... en definitiva: piensa.
Durante este proceso la mente trabaja, experimenta una sensación de inseguridad, las acciones son más lentas y la incertidumbre produce temor al fracaso, al error, a las consecuencias, ...
¡El fanatismo ahorra todo esto! Propone al psiquismo una solución rápida, contundente, eficaz, elimina la incertidumbre. Produce un registro de unidad, de coherencia personal que refuerza el mecanismo: el fanático se siente seguro y su seguridad refuerza el fanatismo. Le ayuda a integrarse en un grupo con el que se identifica y que le acoge con entusiasmo. Desde un punto de vista psicológico el fanatismo supone "un gran ahorro de energía", deja que otros piensen por él y tomen las decisiones: solo tiene que asentir a lo que otros dicen, agitar la bandera que le dan, acudir a la manifestación que le indican y repetir el slogan que le facilitan.
Félix Velasco

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