Es la historia de unos hermanos que vivían juntos y en armonía durante años, aunque vivían en granjas separadas. Un día tuvieron un conflicto, a pesar de haber cultivado juntos hombro a hombro, compartiendo semillas, maquinaria, intercambiando cosechas y bienes en forma continua. Incluso celebrando juntos las alegría y consolándose en los dolores y fracasos.
El malentendido fue creciendo y explotó en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio.
Una mañana alguien llamó a la puerta de uno de ellos. Al abrir la puerta, encontró a un hombre con herramientas de carpintero “Estoy buscando trabajo por unos días“, dijo el extraño, “quizás necesite alguna reparación en su granja y yo pueda ser de ayuda”.
-”Sí”, dijo, “tengo un trabajo para usted. Mire al otro lado del arroyo, en aquella granja vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano. La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros pero desvío el cauce del arroyo para que quedara entre nosotros. Quiso hacerlo para enfurecerme, pero le voy fastidiar. ¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero? Quiero que construya una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca más.”
El carpintero le dijo: “- Creo que comprendo la situación“.
Ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja el resto del día para ir por provisiones al pueblo. Cerca del ocaso, cuando el granjero regresó, el carpintero había terminado su trabajo. Pero no había ninguna cerca de dos metros. En su lugar había un puente que unía las dos granjas a través del arroyo. Era una auténtica obra de arte.
En ese momento, su vecino y hermano vino desde su granja y abrazándole dijo: -”Eres un gran tipo, mira que construir este hermoso puente después de lo que he hecho y dicho. Gracias, hermano”. Y volvieron a colaborar juntos.
No necesitamos ideologías que construyen barreras, separen a los individuos, enfrenten a las personas, generen enojos y malentendidos entre los pueblos, odios, envidias y enemistades entre regiones, crispación, egoísmo e incertidumbre entre naciones.
Quienes votan a estas oligarquías políticas, son tan culpables como quienes levantan bandera de división o arengan para que los habitantes de este, nuestro pequeño mundo, región, ciudad, pueblo o comunidad de propietarios se enfrenten.
Busca siempre lo que une, no lo que separa. Construye puentes.
Félix Velasco - Blog
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