Damas y Caballeros - Esta tarde solo voy a hablar para Ustedes por algo así como un minuto. Debido a...
Tengo noticias muy tristes para todos Ustedes, y creo que igualmente son noticias tristes para todos nuestros conciudadanos, y para las personas que aman la paz en todo el mundo, y trata de que: Martin Luther King recibió un disparo y murió esta noche en Memphis, Tennessee.
Martin Luther King dedico su vida al amor y la justicia entre la fraternidad de seres humanos. Él murió por la causa de ese esfuerzo. En este día difícil, en esta hora difícil para los Estados Unidos, tal vez esté bien preguntar que clase de nación somos y en que dirección nos queremos embarcar.
Para aquellos entre ustedes que son negros - considerando la evidencia, se hace evidente que personas blancas fueron las responsables - puede que les llene de amargura, y de odio, y de un deseo de venganza.
Podríamos movernos en esa dirección como nación, hacia una polarización mayor - personas negras entre los negros, y blancos entre los blancos, llenos de odio unos contra otros. O podríamos hacer un esfuerzo, como Martin Luther King lo hizo, para entender y para comprender, y sustituir esa violencia, esa mancha de matanza que se ha extendido a lo largo de nuestra tierra, con un esfuerzo para entender, compadecer y amar.
Para aquellos entre ustedes que son negros y están tentados a llenarse con odio y desconfianza, por la injusticia de semejante acto, en contra de todas las personas blancas, yo solo les diría que en mi propio corazón puedo también sentir la misma clase de sentimiento. Yo tuve un miembro de mi familia asesinado, empero el fue asesinado por un hombre blanco.
Más necesitamos hacer un esfuerzo en los Estados Unidos, necesitamos hacer un esfuerzo para entender, para sobreponernos a estos tiempos definitivamente difíciles.
Lo que necesitamos en los Estados Unidos no es la división; lo que necesitamos en los Estados Unidos no es odio; lo que necesitamos en los Estados Unidos no es violencia o anarquía, sino que amor y sabiduría, y compasión unos con otros, y un sentimiento de justicia hacia aquellos que aun sufren dentro de nuestra nación, independientemente si estos si blancos o si son negros.
(Interrumpido por aplausos)
Así que les pido esta noche para volver a casa, para hacer una oración por la familia de Martin Luther King, en verdad, pero con mas importancia hacer una oración por nuestro propio país, al cual todos amamos - una oración por la comprensión y aquella compasión de la cual hablaba. Podemos estar bien en este país. Tendremos tiempos difíciles. Hemos tenido tiempos difíciles en el pasado. Y tendremos tiempos difíciles en el futuro. Esto no es el fin de la violencia; no es el fin de la anarquía. Y esto no es el fin del desorden.
Pero la vasta mayoría de las personas blancas y la vasta mayoría de las personas negras de este país quieren vivir juntos, quieren mejorar la calidad de nuestras vidas, y quieren justicia para todos los seres humanos que abriga nuestra tierra.
(Interrumpido por aplausos)
Permitámonos dedicarnos a lo que los griegos escribieron hace muchísimos años: A dominar el salvajismo existente en el hombre y hacer apacible la vida de este mundo.
Permitámonos dedicarnos a eso, y decir una oración por nuestro país y por nuestro pueblo. Muchísimas Gracias. (Aplausos)
Martin Luther King dedico su vida al amor y la justicia entre la fraternidad de seres humanos. Él murió por la causa de ese esfuerzo. En este día difícil, en esta hora difícil para los Estados Unidos, tal vez esté bien preguntar que clase de nación somos y en que dirección nos queremos embarcar.
Para aquellos entre ustedes que son negros - considerando la evidencia, se hace evidente que personas blancas fueron las responsables - puede que les llene de amargura, y de odio, y de un deseo de venganza.
Podríamos movernos en esa dirección como nación, hacia una polarización mayor - personas negras entre los negros, y blancos entre los blancos, llenos de odio unos contra otros. O podríamos hacer un esfuerzo, como Martin Luther King lo hizo, para entender y para comprender, y sustituir esa violencia, esa mancha de matanza que se ha extendido a lo largo de nuestra tierra, con un esfuerzo para entender, compadecer y amar.
Para aquellos entre ustedes que son negros y están tentados a llenarse con odio y desconfianza, por la injusticia de semejante acto, en contra de todas las personas blancas, yo solo les diría que en mi propio corazón puedo también sentir la misma clase de sentimiento. Yo tuve un miembro de mi familia asesinado, empero el fue asesinado por un hombre blanco.
Más necesitamos hacer un esfuerzo en los Estados Unidos, necesitamos hacer un esfuerzo para entender, para sobreponernos a estos tiempos definitivamente difíciles.
Lo que necesitamos en los Estados Unidos no es la división; lo que necesitamos en los Estados Unidos no es odio; lo que necesitamos en los Estados Unidos no es violencia o anarquía, sino que amor y sabiduría, y compasión unos con otros, y un sentimiento de justicia hacia aquellos que aun sufren dentro de nuestra nación, independientemente si estos si blancos o si son negros.
(Interrumpido por aplausos)
Así que les pido esta noche para volver a casa, para hacer una oración por la familia de Martin Luther King, en verdad, pero con mas importancia hacer una oración por nuestro propio país, al cual todos amamos - una oración por la comprensión y aquella compasión de la cual hablaba. Podemos estar bien en este país. Tendremos tiempos difíciles. Hemos tenido tiempos difíciles en el pasado. Y tendremos tiempos difíciles en el futuro. Esto no es el fin de la violencia; no es el fin de la anarquía. Y esto no es el fin del desorden.
Pero la vasta mayoría de las personas blancas y la vasta mayoría de las personas negras de este país quieren vivir juntos, quieren mejorar la calidad de nuestras vidas, y quieren justicia para todos los seres humanos que abriga nuestra tierra.
(Interrumpido por aplausos)
Permitámonos dedicarnos a lo que los griegos escribieron hace muchísimos años: A dominar el salvajismo existente en el hombre y hacer apacible la vida de este mundo.
Permitámonos dedicarnos a eso, y decir una oración por nuestro país y por nuestro pueblo. Muchísimas Gracias. (Aplausos)
Robert Kennedy
4 Abril, 1968, Indianapolis, Indiana
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