A un panal de rica miel
dos mil moscas acudieron
que, por golosas, murieron,
presas de patas en él.
Otra dentro de un pastel
enterró su golosina.
Así, si bien se examina,
los humanos corazones
perecen en las prisiones
del vicio que los domina.
Félix María Samaniego
Félix Velasco - Blog
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