Dicen que supervivientes y genios tienen en común la rebeldía, un «gen» especial, el mejor antídoto contra manipulación, demagogia y «estupidismo». El que manda no siempre tiene razón ni las cosas son siempre lo que parecen. George Orwell nos descubrió la trampa: no importan las ideas revolucionarias y de igualdad, si al poder absoluto no se le ponen límites, éste se corrompe y vuelve dictador a quien lo tiene. Las gallinas son sinónimo de «personas incapaces de rebelarse»: respiran miedo, carecen de dignidad, consienten que les humillen por un poco de grano de dudosa calidad.
La nueva plaga del siglo XXI se llama «Victimismo»; humillarse aguantando relaciones personales tóxicas, tragar en trabajos donde mandan ineptos y los talentos se ningunean, obligarse a depender del «amo» sin cuestionar ni rebelarse, hace que enfermemos, pues estamos maltratando al alma. Muchos no osan reivindicar pues no quieren ser enviados al paro. Sin embargo, despiden a su rebeldía, valentía, confianza y genialidad. Apuntarse al «dame pan, y llámame tonto», asegura el hambre a todos los niveles: físico, emocional, intelectual, espiritual. El nefasto SanZPdelasruinas le arrancó la D a la democracia convirtiéndola en Dictadura. ¡Se acabó el victimismo y el tragar! Nadie nos hace nada que no consintamos. Asumamos la realidad: este incompetente desgobierno cada día inventa una nueva prohibición con la que aplastarnos un poco más la libertad. No dejes para mañana lo que puedas rebelarte hoy. Mejor vivir un solo día de pie, que toda la vida de rodillas. Yo no soy gallina.
Rosetta Forner
Félix Velasco - Blog
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