lunes, 22 de octubre de 2007

El José de Josep


EL JOSE DE JOSEP
Lo sentimos por él, pero Josep Lluis cada vez se parece más a José Luis. Lo pudimos ver en la tele, cuando en forma y fondo, Carod dio vida al españolito medio, ese bajito regordete, con bigote, campechano y parlanchín que atropella a su interlocutor con la petulancia de su sabelotodo y que no se baja del burro ni a coces. Frente al «seny» catalán de Duran, que tuvo incluso que enfrentarse a los nuevos españoles de velo y ramadán, Carod opuso la bravuconada carpetovetónica a los españoles viejos de Valladolid. Duran seduce, Carod atropella. El independentista se retrató como lo que es: un prototipo español -el del célebre individualismo, localismo, provincianimo- superado por los tiempos políticos (Constitución de 1978) e históricos (Globalización). Sabemos que algunos catalanes siguen a pie juntillas las ideas de este catalán medio aragonés, hijo de guardia civil y con algo de pérez en su mirada campechana, mientras colocan en la Generalitat a un catalán de Iznájar con pinta de hombre de traje gris de Madris. En todos los pucheros cuecen habas: también los americanos votaron a Bush, los polacos a los hemanos Kaczysnki y los marbellíes hicieron alcalde a Jesús Gil. Que los catalanes, antaño vanguardia, voten a ERC es una inquietante excentricidad más en un mundo donde la confrontación, las paranoias nacionalistas y las fobias y xenofobias étnico-religiosas provocan millones de litros de sangre, toneladas de sudor y ríos de lágrimas.

Siempre, hasta en la antigualla del nacionalismo catalán, ha habido clases. Duran Lleida seduce; Carod Rovira atropella. No sólo en la forma: también en los fondos. Ocurre que en el Estado de la Autonomía el independentismo es absurdo: ni tiene el peso electoral que vimos en la tele, ni cuadra en muchas mentes, no ya en la castellana de una ciudadana de Valladolid sino en la catalana de un creador, Albert Boadella- al que pocos, por cierto, llamarían Alberto- que, hartito de tanta escoria preconstitucional, de tanta xenofobia anti-español, se ha declararado ex ciudadano catalán. Los Carod dicen que los españoles los odian y mientras reafirman esa paranoia se reencarnan en caudillos de la vieja España. Estos de hoy, bajitos, regordetes y con bigote, ya tienen hasta sus exiliados...
Inmaculada Navarrete

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola , buenos dias , he abierto este blog por azar... jeje (desayuno con diamantes), y he descubierto un espacio y una honestidad lucida en el decir que lo dejare todo el Domingo abierto y si me lo permite entre sorbete y sorbete de Gazpacho andaluz( aún me hago alguno mientras haya buenos tomates de temporada) ...iré leyendo este blog tan interesante.
Un saludo