En el altar ideológico se ha sacrificado mucho y a muchos, tal como muestra la Historia, sin importar cual sea el precio en términos de privaciones y vidas humanas. La pureza del dogma ideológico no admite mas desviaciones que las que benefician a la élite encargada de su implementación y custodia.
Las ideologías se organizan en construcciones dogmáticas a menudo con fuerte impronta teórica y, como tales, resisten todo intento de flexibilización frente a la realidad, que es tomada como desviación de la pureza.
La ideología busca imponer el pensamiento y el sentimiento único y gregario. La idea, libre y responsable, por el contrario, nos reafirma como individuos.
Félix Velasco - Blog
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