Se trata de una palabra de etimología incierta. Se aplica a la persona que tiene un aspecto desaseado, viste con ropa sucia, rota o vieja. También a los individuos que descuidan el aseo y el arreglo de sus cosas personales.
En general hace referencia a una dudosa higiene y limpieza. También puede aplicarse a personas de poca cultura y que la exiben de forma ordinaria.
Es una palabra de gran sonoridad, y además se adecua perfectamente al concepto que representa, de tal modo que al oirla, sin conocer su significado, podríamos saber cual es el concepto que da soporte a la palabra.
Félix Velasco
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