La idea de colocar las estattas de todos los Monarcas se la propuso a Fernando VI el erudito Fray Martín Sarmiento, quien sugirió empezar por el Rey Ataulfo. Los historiadores consideran que la Monarquía apareció en la península ibérica hace 1.600 años, cuando se instaló el Rey Ataulfo, primer Rey visigodo, en 415 en la provincia romana Tarraconense.
Los Reyes posteriores se consideraban herederos de los que les precedieron, no sólo en los distintos Reinos de la península ibérica sino también en los territorios de otros continentes que se incorporaron a la Monarquía española. Y así se quiso expresar incluyendo las estatutas de los Emperadores azteca e inca en la entrada principal del Palacio Real.
Aquel centenar de estatuas reales estuvo decorando la fachada del Palacio hasta que Carlos III las ordenó retirar. Algunas acabaron en los almacenes del Alcázar y otras se distribuyeron por diversas ciudades españolas. Ataulfo terminó, junto a otros Reyes visigodos, en el parque de La Florida de Vitoria. En 1970 varias de ellas regresaron a su lugar original, pero otras se quedaron en Burgos, en Pamplona y en diversos lugares de Madrid, como el Retiro o la plaza de Oriente. Y la lección de historia quedó incompleta.
Almudena Martínez
Félix Velasco - Blog
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