lunes, 31 de agosto de 2009

Frases Célebres de Aristóteles



  • La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas.
  • El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona.
  • El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.
  • La esperanza es el sueño del hombre despierto.
  • No basta decir solamente la verdad, mas conviene mostrar la causa de la falsedad.
  • Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo.
  • Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.
  • Lo que con mucho trabajo se adquiere, más se ama.
  • La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica.
  • Algunos creen que para ser amigos basta con querer, como si para estar sano bastara con desear la salud.
  • Piensa como piensan los sabios, mas habla como habla la gente sencilla.
  • La sabiduría es un adorno en la prosperidad y un refugio en la adversidad.
  • Un amigo fiel es un alma en dos cuerpos.
  • No se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto.
  • Es de importancia para quien desee alcanzar una certeza en su investigación, el saber dudar a tiempo.
  • La amistad perfecta es la de los buenos y de aquellos que se asemejan por la virtud.
  • Ellos se desean mutuamente el bien en el mismo sentido.
  • El amigo de todo el mundo no es un amigo.
  • Nunca se alcanza la verdad total, ni nunca se está totalmente alejado de ella.
  • Se piensa que lo justo es lo igual, y así es; pero no para todos, sino para los iguales. Se piensa por el contrario que lo justo es lo desigual, y así es, pero no para todos, sino para los desiguales.
  • El hombre solitario es una bestia o un dios.
  • El amor sólo se da entre personas virtuosas.
  • La verdadera felicidad consiste en hacer el bien.
  • Sólo hay felicidad donde hay virtud y esfuerzo serio, pues la vida no es un juego.
  • Adquirir desde jóvenes tales o cuales hábitos no tiene poca importancia: tiene una importancia absoluta.
  • El amigo es otro yo. Sin amistad el hombre no puede ser feliz.
  • Es ignorancia no saber distinguir entre lo que necesita demostración y lo que no la necesita.
  • En las adversidades sale a la luz la virtud.
  • El castigo del embustero es no ser creído, aun cuando diga la verdad.
  • No se puede desatar un nudo sin saber cómo está hecho.
    El alma es aquello por lo que vivimos, sentimos y pensamos.
  • Es un principio indiscutible que para saber mandar bien, es preciso saber obedecer.
    Tiempo es la medida del movimiento entre dos instantes.
  • Un estado es gobernado mejor por un hombre bueno que por unas buenas leyes.
  • Los que obran bien son los únicos que pueden aspirar en la vida a la felicidad.
  • La única verdad es la realidad.
  • Avaro es el que no gasta en lo que debe, ni lo que debe, ni cuando debe.
  • Así como los ojos de los murciélagos se ofuscan a la luz del día, de la misma manera a la inteligencia de nuestra alma la ofuscan las cosas evidentes.
  • El que posee las nociones más exactas sobre las causas de las cosas y es capaz de dar perfecta cuenta de ellas en su enseñanza, es más sabio que todos los demás en cualquier otra ciencia.
  • Se quiere más aquello que se ha conseguido con muchas fatigas.
  • Saber es acordarse.
  • La historia cuenta lo que sucedió; la poesía lo que debía suceder.
  • Los dialécticos y los sofistas, en sus disquisiciones, se revisten de la apariencia de filósofos.
  • Nuestro carácter es el resultado de nuestra conducta.
  • La finalidad del arte es dar cuerpo a la esencia secreta de las cosas, no el copiar su apariencia.
  • Sólo hay una fuerza motriz: el deseo.
  • Una definición es una frase que significa la esencia de una cosa.
  • Los grandes conocimientos engendran las grandes dudas.
  • Los tiranos se rodean de hombres malos porque les gusta ser adulados y ningún hombre de espíritu elevado les adulará.
  • La virtud es una disposición voluntaria adquirida, que consiste en un término medio entre dos extremos malos, el uno por exceso y el otro por defecto.
  • A fuerza de construir bien, se llega a buen arquitecto.
  • En realidad vivir como hombre significa elegir un blanco -honor, gloria, riqueza, cultura- y apuntar hacia él con toda la conducta, pues no ordenar la vida a un fin es señal de gran necedad.
  • El único Estado estable es aquel en que todos los ciudadanos son iguales ante la ley.
  • Los sabios tienen las mismas ventajas sobre los ignorantes que los vivos sobre los muertos.
  • El miedo es un sufrimiento que produce la espera de un mal.
  • La ciudad (polis) es una de las cosas que existen por naturaleza; y el hombre es, por naturaleza, un animal político.
  • Enseñar no es una función vital, porque no tienen el fin en sí misma; la función vital es aprender.
  • Aprendemos, o por inducción o por demostración. La demostración parte de lo universal; la inducción de lo particular.
  • El entendimiento es una tabla lisa en la cual nada hay escrito.
  • Hay la misma diferencia entre un sabio y un ignorante que entre un hombre vivo y un cadáver.
  • Es propio del filósofo poder especular sobre todas las cosas.
  • Si los ciudadanos practicasen entre sí la amistad, no tendrían necesidad de la justicia.
  • Las enseñanzas orales deben acomodarse a los hábitos de los oyentes.
  • Los discursos inspiran menos confianza que las acciones.
  • La mente siempre tiene razón, mientras que el apetito y la imaginación pueden equivocarse.
  • El hombre nada puede aprender sino en virtud de lo que sabe.
  • Todo acto forzoso se vuelve desagradable.
  • El movimiento no existe fuera de las cosas, pues todo lo que cambia, o cambia en el orden de la sustancia o en la cantidad, o en la calidad, o en el lugar.
  • El mando de muchos no es bueno; basta un solo jefe.
  • Como la vista es al cuerpo, la razón es al espíritu.
  • Cometer una injusticia es peor que sufrirla.
  • Si las acciones humanas pueden ser nobles, vergonzosas o indiferentes, lo mismo ocurre con los placeres correspondientes. Hay placeres que derivan de actividades nobles, y otros de vergonzoso origen.
  • La virtud resplandece en las desgracias.
  • Nada hay en la mente que no haya estado antes en los sentidos.
  • La ciencia es respecto del alma lo que es la luz respecto de los ojos, y si las raíces son amargas, los frutos son muy dulces.
  • Mercaderes e industriales no deben ser admitidos a la ciudanía, porque su género de vida es abyecto y contrario a la virtud.
  • Fuera de la sociedad, el hombre es una bestia o un dios.
  • La democracia ha surgido de la idea de que sí los hombres son iguales en cualquier respecto, lo son en todos.
  • La multitud obedece más a la necesidad que a la razón, y a los castigos más que al honor.
  • Cuanto más nos inclina la naturaleza a los placeres, tanto más propensos somos a la licencia que a la decencia.
  • El hombre es un animal político.
  • Es absolutamente imposible demostrarlo todo.
  • El verdadero discípulo es el que supera al maestro.
  • Si nada hay eterno, no es posible la producción ni la generación.
  • Todos los gobiernos mueren por la exageración de su principio.
  • Todo lo que se mueve es movido por otro.
  • Todo hombre, por naturaleza, desea saber.
  • Y es que la naturaleza no hace nada en vano, y entre los animales, el hombre es el único que posee la palabra.
  • No hay que empezar siempre por la noción primera de las cosas que se estudian, sino por aquello que puede facilitar el aprendizaje.
  • Platón es mi amigo, pero más amigo es la verdad.
  • La riqueza consiste mucho más en el disfrute que en la posesión.
  • Es preciso que la filosofía sea un saber especial, de los primeros principios y de las primeras causas.
  • Es preciso preferir la soberanía de la ley a la de uno de los ciudadanos.
  • Las ciencias tienen las raíces amargas, pero muy dulces los frutos.
  • La excelencia moral es resultado del hábito. Nos volvemos justos realizando actos de justicia; templados, realizando actos de templanza; valientes, realizando actos de valentía.
  • La bestialidad es un mal menor que la perversidad, pero es más temible.
  • Lo mejor es salir de la vida como de una fiesta, ni sediento ni bebido.
  • Si el espíritu es un atributo divino, una existencia conforme al espíritu será verdaderamente divina.
  • No todo término merece el nombre de fin, sino tan sólo el que es óptimo.
  • Los predicados del predicado se extienden también al sujeto.
  • No conviene hablar del pudor como de una virtud. Se parece más bien a una emoción que a una disposición adquirida. Se define, pues, como un miedo de dar de sí una mala opinión.
    Movimiento es el paso de la potencia al acto.
  • Las revoluciones no se hacen por menudencias, pero nacen por menudencias.
  • Las cosas se llaman equívocas cuando tan sólo tienen de común el nombre.
  • Lo que tiene alma se distingue de lo que no la tiene por el hecho de vivir.
  • La belleza del hombre está o en la sonoridad, o en el significado.
  • La verdadera causa final reside en los seres inmóviles.
  • Es necesario que haya uno o varios principios y aun, en caso de existir uno sólo, que éste sea inmóvil e inmutable.
  • La necesidad ha hecho aparearse a quienes no pueden existir el uno sin el otro, como son el varón y la mujer.
  • La naturaleza no hace nada en vano.
  • No hay que prestar atención a quienes nos aconsejan, so pretexto de que somos hombres, no pensar más que en las cosas humanas y, so pretexto de que somos mortales, renunciar a las cosas inmortales.
  • La poesía es más profunda y filosófica que la historia.
  • No hace falta un gobierno perfecto; se necesita uno que sea práctico.
  • Todos o casi todos distinguen el alma por tres de sus atributos: el movimiento, la sensación y la incorporeidad.
  • Todos los aduladores son mercenarios, y todos los hombres de bajo espíritu son aduladores.
  • Si tanto me alaban, será por alabarse a sí mismos, pues al alabarme dan a entender que me comprenden.
  • El ser inmóvil mueve como objeto del amor, y lo que él mueve imprime el movimiento a todo lo demás.
  • En parte, el arte completa lo que la naturaleza no puede elaborar y, en parte, imita a la naturaleza.
  • Gracias a la memoria se da en los hombres lo que se llama experiencia.
    Es evidente que todos los fines no son fines perfectos. Pero el bien supremo constituye, de alguna manera, un fin perfecto.
  • El género humano tiene, para saber conducirse, el arte y el razonamiento.
  • El fin de la ciencia especulativa es la verdad, y el fin de la ciencia práctica es la acción.
  • El hombre que se mantiene en el justo medio lleva el nombre de sobrio y moderado.
  • El instante es la continuidad del tiempo, pues une el tiempo pasado con el tiempo futuro.
  • El imitar es connatural al hombre.
  • Demasiado poco valor es cobardía y demasiado valor es temeridad.
  • Quien discute sobre si se puede matar a la propia madre no merece argumentos sino azotes.
  • Solamente haciendo el bien se puede realmente ser feliz.
  • No hay genio sin un gramo de locura.
Aristóteles

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