Según un estudio realizado a un millar de lingüistas en todo el mundo por la empresa Today Translations en 2004, la palabra más difícil de traducir en el mundo es «ilunga», del idioma tshiluba, que se habla en la región suroriental de la República Democrática del Congo.
Significa «una persona que está dispuesta a perdonar cualquier abuso la primera vez, a tolerarlo la segunda, pero nunca la tercera».
Significa «una persona que está dispuesta a perdonar cualquier abuso la primera vez, a tolerarlo la segunda, pero nunca la tercera».
Es una palabra bonita que encierra toda una filosofía de vida: ser bueno, saber perdonar y no ser un cobarde.
Félix Velasco
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