La ponencia "política" que debatirá la ANC en una reunión en Tarragona el próximo 5 de abril ha disparado algunas alarmas. El documento, de 16 páginas, ha puesto de relieve el perfil insurreccional del frente nacionalista y concretado las acciones a llevar a cabo en los próximos meses para alcanzar la independencia catalana. El control de las grandes infraestructuras de comunicación, puerto, aeropuerto y fronteras, así como la constitución de "comités" de barrio son los elementos más destacados del golpe de fuerza con el que debería culminar el "proceso".
Ayudas de la Generalidad y del Barça
Según sus propios datos, la ANC dispone de más trece mil socios de pago y otros trece mil voluntarios. Con esta militancia y la complicidad de la Generalidad y más de un centenar de ayuntamientos catalanes es la responsable de trasladar a la calle los pronunciamientos separatistas del Parlamento catalán y mantener la tensión.
Su capacidad de convocatoria permite a Mas escudarse tras la ANC para sostener el reto separatista y dotarlo de una teórica legitimidad popular. Es la "mayoría" social, el "millón y medio" de catalanes que formaron la última cadena humana, los "noventa mil" del "Concert per la Llibertat" en el Camp Nou, gentil y gratuitamente cedido por el FC Barcelona, o el medio millón de la manifestación del 11 de septiembre de 2012, una demostración de fuerza que abrió la actual fase de la política catalana.
Días después de aquello, Mas se reunió con Rajoy para exponerle sus exigencias y convocó elecciones anticipadas en el convencimiento de que la radicalidad de la ANC se convertiría en un voto útil para CiU una vez asumida la "hoja de ruta" de la organización para la creación de la "República catalana". El grosero error de cálculo del presidente de la Generalidad contribuyó a engordar aún más a ERC, el partido cuyas bases y dirigentes intermedios nutren la cúpulea de la ANC.
ERC y las CUP, en los puestos de mando
El directorio de la Assemblea está compuesto por militantes de ERC y de las Candidaturas de Unidad Popular (CUP), una formación que presume de sus fuertes lazos con las diversas siglas proetarras y cuyo portavoz, David Fernàndez, es el embajador de Arnaldo Otegi en Cataluña. ERC y las CUP son las fuerzas más representadas, pero no las únicas, puesto que CDC y Uníó, así como todos los partidos embarcados en la consulta ilegal e incluso el PSC disponen de "representantes" en la ANC.
La cara más visible es Carme Forcadell, exconcejal de ERC en Sabadell y exfuncionaria de la consejería de Enseñanza en su calidad de filóloga. Ella es una de las grandes teóricas de la inmersión lingüística y su currículo profesional está ligado a la creación e imposición de las estrictas normas lingüísticas en las escuelas y en la administración. Fundadora de la "Plataforma per la Llengua", es asimismo vocal de Òmnium Cultural, otra de las plataformas "cívicas" que impulsan el separatismo.
Ideólogos de las leyes lingüísticas
Su actual número dos es el también lingüista Jaume Marfany, que en junio del año pasado sustituyó en el cargo de vicepresidente a Carles Castellanos, uno de los dirigentes de la ANC con una trayectoria escasamente presentable. Castellanos es un traductor y profesor de esta especialidad en la Universidad de Barcelona, pero su verdadera vocación es la independencia de Cataluña, lo que le ha llevado a militar, dirigir e impulsar las organizaciones más radicales, como el "Moviment de Defensa de la Terra" (MDT), un grupúsculo radical relacionado con la banda terrorista Terra Lliure.
Castellanos huyó de España en 1992, a cuenta de una operación del entonces juez Garzón que acabó con la detención de una decena de miembros de la banda en vísperas de la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Es junto a Forcadell uno de los principales "teóricos" de las leyes lingüísticas catalanas.
Las radicales trayectorias de la mayoría de los dirigentes de la ANC, destacados activistas de las causas identitarias, lingüísticas y "culturales" más extremas, no han supuesto ningún obstáculo para su "institucionalización". Son interlocutores privilegiados de Mas y de Convergència, se han erigido en poder fáctico y manejan a su antojo las agendas de los medios de comunicación catalanes. Forcadell, que en los ochenta trabajó en el circuito catalán de TVE, es entrevistada constantemente, ya sea por las iniciativas de la ANC o como musa del "proceso" ante quien rinde cuentas el presidente de la Generalidad.
La consulta de Arenys de Munt
Los orígenes de la ANC se remontan a la campaña por el referéndum por la independencia que se abrió con la consulta municipal en Arenys de Munt, el 13 de septiembre de 2009. El impacto de aquella votación fue efímero. La iniciativa fue decayendo y fueron pocos los ayuntamientos de cierta envergadura que celebraron consultas. Era la fase final del tripartito, que se volcó en ese desafío que pretendía levantar en urnas a los novecientos municipios catalanes. Convergència también se sumó con entusiasmo, así como Unió en lo que inicialmente fue una propuesta de las CUP. La pregunta utilizada marcó el camino: "¿Está de acuerdo en que Cataluña pase a ser un Estado de derecho, independiente, democrático y social, integrado en la Unión Europea?". Convergència asumió el planteamiento y Mas, una vez alcanzada la presidencia de la Generalidad en las elecciones celebradas un año después, en noviembre de 2010. Meses antes, en julio de 2010, se había celebrado la manifestación contra la sentencia del Estatut.
Entre 2011 y 2012 se gesta la actual "Assemblea", el conglomerado separatista vanguardia del proceso y nuevo "ejército desarmado" de Cataluña, que es como Vázquez Montalbán definió el rol simbólico del Barça. No son pocas las voces que han alertado sobre el hecho de que Mas está a merced de las decisiones "estratégicas" de la ANC, como la del diseño de un golpe de Estado para asumir el control de Cataluña tras una declaración unilateral de independencia o la supeditación de los Mossos d'Esquadra al proceso separatista; de que lejos de controlar los actos de la ANC se limita a poner a disposición de esta organización toda clase de facilidades, desde los medios de comunicación públicos a la administración autonómica en pleno, lo que incluye también múltiples subvenciones por las más diversas vías.
Integrados y radicales
El objetivo de la independencia se ha convertido también en un negocio que exige dedicación exclusiva pero que genera una intensa actividad económica. El uso intensivo de todos los recursos públicos disponibles contribuye a maximizar los esfuerzos de los 26.000 militantes que dice tener la ANC. También las subvenciones, que llegan desde ayuntamientos, diputaciones y la propia Generalidad ya sea para la organización de protestas lingüísticas, la edición de panfletos o la organización de ciclos, conferencias y mítines.
El apoyo de los medios ha servido, además, para definir a la ANC como la suma máxima de la "sociedad civil" catalana, una organización transversal en la que conviven censores lingüísticos, profesores, funcionarios, alcaldes, sindicalistas, comerciantes, pequeños y medianos empresarios junto a radicales con el currículo de David Ventura, dirigente de Òmnium, de "Reagrupament" (una escisión de ERC integrada en CDC) y de la Assemblea, un individuo que fue condenado en 1991 por el asesinato de un joven aficionado del Español y colaborador habitual de los diarios digitales independentistas. En una de sus últimas piezas abogaba por juzgar a los "colaboracionistas" con España cuando Cataluña logre la independencia. Para ello, ya han previsto cómo hacerse cargo del orden público, entre otras disposiciones.
Pablo Planas
Félix Velasco - Blog
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