La autocrítica es un signo de madurez, que facilita el aprendizaje continuo y las relaciones con los demás. Consiste en encontrar la manera saludable de relacionarnos con nuestros errores, aprender de ellos, enmendarlos en la medida de lo posible, buscar los medios para tratar de no volver a cometerlos,... sin recrearnos en la herida ni el remordimiento patológico, buscando siempre una autoestima sana, que es esencial para la supervivencia psicológica.
Félix Velasco - Blog
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